CHICAGO- En su filmografía, Michael Douglas nos ha acostumbrado a verlo como un hombre capaz de tener una atracción fatal (“Fatal Attraction”, 1987), de tener bajos instintos (“Basic Instinct” 1992) o hasta como el presidente de EEUU (“The American President” 1995), y siempre podemos ver algo del actor, de su persona.
Pero en el filme “Behind the Candelabra” de Steven Soderbergh, un biopic del pianista estadounidense Liberace (1919-1987) estrenado la noche del 26 de mayo por HBO, sólo vemos a Liberace. Lo que resulta gratamente sorprendente.
Protagonizado por Michael Douglas y Matt Damon, “Behind the Candelabra” narra el romance verídico entre Liberace (Douglas) y su amante y protegido Scott Thorson entre 1978 y 1982.
Los “MD” (iniciales de ambos, Douglas y Damon) ofrecen una actuación arriesgada y sincera, un proyecto que los sacó de sus propios límites. A ambos los hemos visto en proyectos que hacen gala de la masculinidad, la hombría.
Aquí los vemos envueltos en pieles costosas, usando maquillaje como dos sujetos que cambiaron la apariencia de su rostro con la ayuda de la cirugía plástica. Liberace paga las cuentas. Él se somete a la cirugía para lucir más joven. Y somete a Scott para que luzca a su imagen y semejanza, una versión joven de sí mismo.
Hay otro actor que destaca en el filme: Rob Lowe, que interpreta al cirujano plástico Jack Startz y quien ha comentado lo dolorosa que fue su transformación en la que luce como una versión masculina de Joan Rivers.
Su transformación necesitaba dos horas de trabajo de parte del equipo de maquillaje. Consistía en mantener sus cejas elevadas mediante un elástico que le estiraba la cara y que estaba sujeto a la parte posterior de su cabeza. Eso era doloroso para el actor y la producía migrañas.
“Rodamos durante el verano. Hacía muchísimo calor. La peluca, estar estirado, definitivamente no fue la experiencia física más agradable, eso seguro”, ha explicado.
Douglas y Damon también tuvieron que usar prótesis y maquillaje para lograr su transformación.
Y al ver a Douglas, ves a Liberace, con este estilo rimbombante y “kirsh” que caracterizó al pianista, el primer artista-performer y padre de todos los actos extravagantes del pop que luego usaron otras figuras como Elvis Presley, Elton John, Madonna, Lady Gaga o Nicki Minaj.
Liberace, fue en vida, un homosexual “de clóset”. A pesar de que todo en su persona gritaba su condición, él como figura pública lo escondía. Manejaba por separado su vida pública y la privada. Liberace era la creación de Wladziu Valentino Liberace.
Para Michael Douglas, “Behind the Candelabra” fue una celebración de vida tras recuperarse de cáncer de garganta.
“La película fue rodada después de mi cáncer. Fue precioso para mí, un regalo. Me siento muy agradecido de que me esperaran”, afirmó Douglas durante la presentación del filme en el Festival de Cannes.
Los “MD” han trabajado con Soderbergh en varios proyectos. En entrevista con HBO, Douglas confesó que para él, “Behind the Candelabra” fue como cerrar un círculo con el director.
“Hace 13 años hacía la película ‘Traffic’ con Steven Soderbergh. Y en pleno rodaje, Steven me pregunta: ‘¿Alguna vez has pensado en interpretar a Liberace?’ Lo miré y pensé: ‘¿Estás bromeando? Se supone que debo ser el zar de la droga en Traffic’. Le respondí: ‘No, no me ha pasado por la cabeza’. Así que durante todo este tiempo es que Steven estuvo pensando en el proyecto”, comentó.
Siete años después Soderbergh encontró la autobiografía realizada por Scott Thorson (Matt Damon), el hombre que compartió durante años la vida de Liberace y el que hizo pública su homosexualidad.
Liberace era casi 40 años mayor que Scott. Y así como hay hombres que les gusta “transformar” a sus novias, a Liberace le gustaba transformar a sus amantes jóvenes. Al menos eso es lo que se retrata en la película. Scott era su “boy toy”.
Actualmente Scott radica en Reno, Nevada, tiene 54 años y padece cáncer.
La estética, los vestuarios, son sólo el adorno estético “kitsch” del filme. Lo mejor son las actuaciones de los “MD” y tocar el tema de la homosexualidad.
Claro, hay escenas de sexo y desnudos, pero no tratadas de una forma vulgar. Matt Damon incluso, bromeó durante la presentación del filme en Cannes sobre las escenas íntimas con Michael Douglas: “Ahora tengo cosas en común con Sharon Stone o Glenn Close: podemos vernos un día y contarnos historias”.
El filme se estrenará en cines en otros países. Pero no en EEUU, donde se quedará “Behind the Candelabra” de HBO.