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Por Hugo Lazcano

MÉXICO- Admite que Cronos, el dios griego del tiempo, ha menguado su físico, pero no su mente.

Por eso, a sus 84 años, Alejandro Jodorowsky está muy emocionado con lo que denomina con humor su “comeback” (regreso).

Luego de 22 años ausente de la pantalla grande, el novelista y cineasta chileno presentará en octubre La Danza de la Realidad en el Festival Internacional de Cine de Morelia, donde será el invitado de honor.

El realizador de culto gracias a filmes como Fando y Lis, El Topo y La Montaña Sagrada, mostrará a 24 cuadros por segundo la historia de su vida.

Y lo hará acompañado de su familia: su esposa, la vestuarista Pascale Montandon-Jodorowsky, y sus hijos, el actor Brontis y el músico Adán (conocido como Adanowsky).

Todos colaboraron en el filme que trata sobre la infancia de este creador, en su natal Tocopilla, un pueblito en Chile que es noticia por sus movilizaciones para pedir mejores condiciones de vida.

“Esto de los homenajes me hace sentir viejo y, entonces, ¡me da miedo morirme! Voy a México en octubre, también ese mes me darán la Llave de Nápoles, en Italia. Me la acaban de dar también la de Montreal, Canadá. Cuando me pasan esas cosas, me pregunto: ‘¿Ya me voy a morir? ¡Me estoy realizando mucho últimamente!”, dice con ironía.

Cuenta que en la pasada edición del Festival de Cannes acudió a presentar La Danza… para ver qué le parecía al público.

Al terminar la presentación, por los nervios, enfermó de una gripe sicológica… que se le curó tras una ovación de pie de 15 minutos.

“Dije: ‘No puede ser que estén aplaudiendo mi película. Lo hacen por piedad’. Pero los aplausos duraron un cuarto de hora y veía a la gente llorando. ‘Capaz que di en el clavo’, pensé”.

– ¿Así de nervioso estaba en la Reseña de Acapulco, en donde cuenta la leyenda negra que tras presentar Fando y Lis, en los 60, Emilio Fernández sacó su pistola para matarlo?

“Él me dijo que me iba a matar. No sé si sacó la pistola, porque yo salí huyendo, escondido en la cajuela del automóvil. Ya después, en la fiesta, pregunté que qué estaba bebiendo, me dijeron la marca de su whisky y le mandé dos botellas. Nos hicimos buenos amigos después”.

Roman Polanski, quien defendió a Jodorowsky, dijo que “el Indio” se sintió ofendido por imágenes de la cinta, como la de un obispo besando los pechos de una mujer desnuda y embarazada.

Chileno de nacimiento y francés por elección, Jodorowsky afirma con orgullo que es un artista formado en México.

Evoca su vida en el país, de 1960 a 1974, época en la que como director teatral lanzó al ruedo, a los 13 años, a una niña llamada Ofelia Medina.

Y también se enorgullece de haberle dado las mejores calificaciones de su generación a un faltista José Alonso, quien derrochaba talento en sus trabajos.

Igualmente reconoce a grandes figuras, como Ignacio López Tarso y Carlos Ancira, quienes le concedieron el privilegio de ser sus alumnos.

“Yo llegué a México cuando tenía 32 años. Ahora puedo decirlo, pasé ahí los años de mi juventud. Ahí yo me formé, hice mi teatro, mi cine. No fue en Chile”.

En cuanto a La Danza de la Realidad no es, en absoluto, su testamento fílmico, aclara.

Está basada en su novela homónima y en otro texto de su autoría, “El Niño del Jueves Negro”.

Cuenta la relación de un niño que trata de componer la mala relación con su padre. Pero en ese entorno, precisa Jodorowsky, también se relata la vida de su pueblo.

“Tocopilla es un lugar del que se ha olvidado el gobierno de Chile, donde la gente se está muriendo porque ahí hay unas termoeléctricas que envenenan el ambiente y los están matando.

“Esta película es más sencilla que las otras que hecho, porque las otras tenían muchas cosas simbólicas, pero esta es emocional, y las emociones las entienden todos”, sostiene.

El estreno mundial de la cinta será precisamente en Tocopilla, a finales de mes, y su estreno comercial será en Francia, el 4 de septiembre.

Por el momento, Jodorowsky disfruta sus vacaciones en parís, pues le dedicó el último año y medio a su película, en jornadas diarias de más de 18 horas.

“Pero el próximo mes vuelvo al trabajo. Empiezo a escribir el guión de la continuación de esta cinta, se llama Poesía sin Fin. Espero filmarla el próximo año con los mismos productores que La Danza…”.

“Siempre he dicho que mi cine es mexicano, que es en México donde me formé. Para mí es un enorme placer que vean mi película allá”.

Alejandro Jodorowsky, cineasta y novelista