¿Es la inteligencia artificial sinónimo de evolución o de abominación? ¿Es una herramienta para beneficio y ayuda, o un arma de destrucción?
La respuesta está en el individuo que la use. Porque el poder en abundancia puede llegar a corromper hasta las mejores intenciones de un ser humano.
Eso es lo que vemos en “Transcendence”, filme que se estrena este 18 de abril donde Johnny Depp interpreta al Dr. Will Caster, el investigador más importante en la rama de la inteligencia artificial.
Caster busca crear una máquina llamada PINN (Physically Independent Neural Network), diseñada para procesar el conocimiento colectivo de toda la historia y unirlo a una mente consciente, incluyendo todo el rango de emociones complejas del ser humano.
Al ser víctima de un ataque de parte de un grupo extremista anti-tecnología, él será el portal para PINN, lo que le da el poder y le permite que logre su cometido, trascendiendo y convirtiéndose en el cerebro de esa gran máquina.
Y es ahí donde el sentimiento de la ambición se apoderará de él convirtiendo sus buenas intenciones en algo que podrá terminar en catástrofe.