CHICAGO – Uno de los significados de la palabra “diosa” es una persona destacada en una actividad, a la que se quiere, se admira, y que es considerada superior a las demás.
En la comunidad GLBT de Chicago, especialmente el de aquellos dedicados al espectáculo travesti, sólo pocas pueden ser consideradas diosas y otras, se convierten en leyendas, modelos y ejemplos a seguir para las nuevas generaciones.
Ellas, las divas del transformismo, tienen un toque especial. Ellas -que nacieron ellos- se contonean con garbo, y de pies a cabeza todo tiene un toque especial, un detalle. En ellas, los excesos resultan poco. Nada está de más, nada luce mal. Es su estilo. Un estilo aparte que define a su cultura, su estilo.
El domingo pasado, por segundo año se realizó el evento premios Miss Diosa y el certamen Miss Diosa. Sólo tres eran las concursantes: Venus Caragui, Barbie Palacios y Eddie Couture, conocidas en el sector de clubs nocturnos donde realizan sus presentaciones, como el club Circuit.
La tercia se enfrentaba a un jurado integrado por dos leyendas del travestismo, Whitney Gaytán y Ginger Valdés; los estilistas Alex López, Hernán Rivera y Julio Blas; el diseñador Héctor Monárrez así como Ana Magaña e Israel Silva.
Ellas competían en cuatro categorías, al puro estilo de los certámenes de belleza: Traje de baño, talento, vestido de noche, y pregunta.
Cada número era extravagante. Primero, Venus se presentó como la diosa Kali, divinidad hindú de la destrucción; Barbie Palacios representó a una diosa azteca y Eddie a una diosa del tiempo.
Tras la prueba de traje de baño, vino la prueba de talento: De nuevo, cada una con un estilo más allá de lo normal. Pero, la que arrancó más aplausos y sorprendió fue Eddie Couture, con su oda a “Maleficent”. Nada era raro. Todo era único. Nada era dulce. Todo era extrañamente celebrado.
Entre varias presentaciones-intervenciones, entre ellas la de la cantante Ninel Conde, el certamen se alargó a más de cuatro horas. Vino la pregunta. De nuevo, la Couture se llevó la tanda. Fue la más precisa y concreta al responder qué haría por la comunidad. Pidió unión. Amor entre ellas y respeto. Ya les ha tocado a algunas enfrentar el rechazo en casa, algo que ha cambiado, ya que a varias de ellas, las acompañaron familiares al evento.
Tras esa respuesta, Eddie Couture sería entonces, una diosa coronada para hablar y representar a su comunidad dignamente, con la cabeza en alto, como toda una reina.
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