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CHICAGO – Cuando Miguel Rafael Martos se despertó la mañana del 11 de mayo en el Distrito Federal (México) después de un sueño tranquilo, se le ocurrió revisar lo que pasaba en el internet con su persona.

Para su gran sorpresa, en la red se encontró que en Twitter, ya era tendencia con la etiqueta #DEPRaphael. Lo daban por muerto, por un fallo hepático y ahí estaba él, vivo, sano, leyendo sobre los rumores de su muerte.

Lo descrito en el párrafo anterior, se inspira en las primeras líneas del relato “La Metamorfosis”, publicado en 1915, pero ocurrió en la vida real.

El cantante español fue víctima de esa tendencia engañosa, o lo que Noam Chomsky describió la primera de las 10 estrategias de manipulación a través de los medios masivos: La estrategia de la distracción, que consiste “en desviar la atención del público de los problemas reales (…).Indispensable, para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética”.

Más simple: Esa tendencia que se usa actualmente para buscar “likes”, seguidores, visitas a páginas de la red. En este caso, ruido, y todo a costa de del reconocimiento y una carrera de más de cinco décadas de “El divo de Linares”.

Pero no contaban con que Raphael diera la cara y pidió respeto a los medios.

“En el mundo de las redes sociales, el peligro es que siempre hay alguno que se pasa de listo. Lo grave, es que los medios de comunicación se agarren de esa información sin contrastar la noticia. Tener la exclusiva de algo que no ha ocurrido, es ridículo”, compartió Raphael en conversación vía telefónica con HOY.

Ese día, el día del #DEPRaphael, él dio una rueda de prensa. El absurdo también se dio ahí: La prensa lo tenía enfrente y le preguntaba por su “muerte”.

“Pero, ¿qué no me ven, o quieren que les mienta?”, cuenta Raphael de lo que le respondió ese día, ya divertido con ese hecho absurdo, uno de los que no han faltado en su carrera, a los que hace caso omiso porque, como dice su canción: “¿Qué sabe nadie?”.

“Las mentiras se propagan en segundos. Ahora yo estaba ahí, a la mano (para que preguntaran) y hasta lo propagaron periódicos muy serios. Todos tienen mi teléfono, o el de mi mánager para revisar la veracidad la noticia, en eso no se pierden más de tres minutos. Si hay alguien sano, ese soy yo -en 2003 el cantante se sometió a un trasplante de hígado- y si no, ahí está mi carrera para demostrarlo. Tengo conciertos casi a diario, y afortunadamente estoy aquí, vivito y coleando”, dice sobre este hecho.

La realización de una vida

Casi 70 títulos en su discografía, proyectos en cine, televisión y teatro y presentaciones en los más importantes escenarios del mundo, respaldan una carrera, un legado musical.

“Es la realización de una vida profesional fantástica, seguir vigente es una enorme satisfacción. Encontrarme con el público que siempre me estoy esperando, que no me olvida nunca. Es el público el que me permite viajar a todas partes del mundo, el que me ha permitido realizar mi sueño y mi vida profesional de esta manera tan grande, tan larga”, expresó.

Tras su gira en México que comenzó el 13 de mayo en Querétaro, Raphael viajó a EEUU a presentarse en San Diego, Los Ángeles, California, El Paso, McAllen, Texas, Orlando y Miami, Florida. El 1 de junio actuó en San Juan, Puerto Rico.

“El público siempre me espera. Por ejemplo, en Puerto Rico fue la locura, tremendo; en Miami, tremendo, Los Ángeles. Es el público el que tiene presente constantemente y año tras año, esperan mis conciertos como algo importante, esto es para mí la realización de una vida profesional”, cuenta.

Tras sus conciertos en Nueva York el 5 y 6 de junio, Raphael regresa a Chicago, el 7 de junio al Olympic Theatre. Hace siete años que no se presenta en la ciudad. La vez anterior fue en el Congress Theatre, donde dio un concierto magistral a voz y piano, pese a que la infraestructura del lugar era muy desafortunada. El estado de las instalaciones, dejaron mucho que desear. Pero el show debe de continuar. Y el artista lo que quiere es cantar. Eso hace la diferencia entre las figuras grandes, eso las distingue.

“Soy un trabajador que le encanta su profesión, que siente pasión por ella. Y eso se nota mucho en el escenario, eso lo agradece muchísimo el público, es como hacerte el harakiri delante de ellos”, compara el artista de su entrega con el ritual de suicidio de los samurais, una forma de entrega total que tiene que ver con el honor.

Raphael nace y renace en cada presentación. Así lo ve, así lo vive, así lo expresa.

“Hace mucho tiempo, no recuerdo de dónde, una crítica dijo: ‘Raphael parece que es la primera vez que sale a un escenario y la última’, y es verdad. yo no me reservo nada. Tengo un poder de aceptación enorme y al día siguiente de esa entrega, estoy en forma. Salgo a darlo todo todos los días, y eso el público lo valora, y eso hay que agradecerlo, y más ahora, después de tanto tiempo”, valora.

Las emociones las vive, “En carne viva”. Lo que se queda grabado en su memoria, en su psique, han sido esas primeras veces en cada una de las plazas que se ha presentado. “Tengo mucho que agradecer una carrera maravillosa, esas primeras presentaciones marcaron el inicio de algo entre el público y yo”, afirma.

Luego de Chicago, “El divo de Linares”, regresa a España para comenzar su gira “De amor y desamor” que concluirá en diciembre y que cobija al álbum “De amor y desamor”, grabado con la Orquesta Sinfónica de Radio y Televisión Española que lanzará en septiembre próximo.

El hecho de poder verle de nuevo en Chicago, será un privilegio.

“Va a ser un concierto maravilloso”, adelanta. “Está toda mi banda, será un concierto bien parido, os va a gustar, espero dejarlos encantados”.

Raphael en concierto

Cuándo: 7 de junio, puertas abren a las 8 pm

Dónde: Olympic Theatre, 6134 W. Cermak Rd.

Admisión: $70-$90

Información: 847.877.3915