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TORONTO – “A través de Lula Lounge, mucha gente se está enterando que hay mucho más aquí que la música tradicional de esta parte del mundo,” comenta

Quique Escamilla

, multiinstrumentista y cantautor chiapaneco quien reside en Toronto desde hace seis años.

Escamilla acababa de dar función en el festival llamado Lulaworld, cuya curaduría está en manos de los programadores la sala de conciertos y centro cultural Lula Lounge, y explicaba el papel que ha tenido Lula Lounge en impulsar en la ciudad la música y cultura de todas partes del mundo.

Lulaworld se ha celebrado desde hace nueve años en esta ciudad canadiense en donde casi la mitad de sus habitantes son emigrantes que provienen de 230 diferentes etnias, como lo indica el censo del país del 2011. En la ciudad los latinos son la quinta población minoritaria y casi 70,000 de sus dos millones de habitantes.

Hace doce años nació Lula Lounge en el barrio portugués de la ciudad, un club que se dedicaba sobre todo a presentar música de salsa en vivo, fundado por José Ortega, de ascendencia ecuatoriana y José Nieves de ascendencia portuguesa y española. Poco después se unió al proyecto la canadiense Tracy Jenkins.

Lo que era la celebración del aniversario anual del club en el 2005 se convirtió formalmente en el festival de Lulaworld. Este año en su novena edición presentó decenas de conciertos a lo largo de casi un mes entre mayo y junio.

El festival ha ampliado cada año el abanico de ritmos que presenta, y este año le dedicó atención especial a los países que participarán en los Juegos Panamericanos del 2015, que se celebrarán en Toronto.

Además, en honor a su ubicación en el barrio portugués de la ciudad, incluyó en la programación música de Angola y Portugal. De hecho, este año todo un día de Lulaworld fue dedicado a conciertos en un escenario al aire libre en participación oficial de las actividades del Día de Portugal y del festival de Dundas West, la calle principal del barrio portugués.

En el escenario presentó Lulaworld además de las canciones comprometidas del cantautor Escamilla, extraordinaria salsa en manos del gran trompetista Jimmy Bosch y el legendario timbalero Ralph Irizarry, artistas invitados de Nueva York, quienes tocaron con Lula All Stars, orquesta dirigida por músicos locales cubanos, ritmos colombianos con Los Hijos de Tuta, ska con The Arsenals y hasta percusión y samba brasileña entre otras músicas.

Lo que comenzó como un simple club nocturno ha evolucionado de una manera sumamente favorable, dice Escamilla: “Lo que han hecho ellos ha sido increíble. Empezaron con un lugar que estaba identificado con la salsa, un lugar para ir a bailar, y tenía la etiqueta de que solamente era latino. La variedad ha incrementado mucho, se ha expandido, se han abierto a otras posibilidades, y del año pasado a este año no lo puedo creer como se incrementó el éxito del evento”.