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CHICAGO-

Cuba, la resistencia de sus habitantes, de sus edificios que actualmente en ruinas, son representaciones de las viejas glorias, de los cambios vividos y por venir.

Parte de eso, es lectura en el filme “Hotel Nueva Isla”, una codirección de Irene Gutiérrez y Javier Labrador y que se presentó como parte de la selección “Cine de las Américas”, de la 50a edición del Festival Internacional de Cine de Chicago.

Es la historia de ese edificio que alguna vez fue de los más lujosos en Cuba, con una ubicación privilegiada (al lado del Capitolio) y el centro de reunión de las clases sociales altas.

Hoy, es un sitio abandonado habitado por una serie de personajes que no tienen casa propia.

Muchos se mudaron, conforme el edificio se ha ido deteriorando. Menos Jorge, un hombre que representa esa permanencia y mezcla entre lo viejo y lo nuevo. Jorge falleció en 2013, justo después de que se terminara la producción.

“El filme comenzó en conversaciones con Javier, hablando de las películas que nos gustaban, que hablaban de una resistencia callada. Viendo el hotel, conocer a Jorge, fue como entrar en trance. Ver a ese hombre, con un mundo personal muy fuerte entre las ruinas de ese edificio, y que se resistía a salir, nos parecía que la suya era una forma de vida de ir muy a contrapelo del mundo, igual que lo es hacer cine en Cuba”, dijo la directora española, pero radicada y formada en la Escuela Internacional de Cine y Televisión ubicada en San Antonio de los Baños, Cuba.

“Nos pareció que Jorge y Cuba eran parte de la misma cosa, de un ciclo decadente y de un cambio que todavía no llega”, precisó Gutiérrez.

Socialmente, Cuba según Gutiérrez, está en una etapa de cambio necesario.

“Estamos en una etapa que hay que superar, pero como un modelo propio, no impuesto por foráneos, ahí está reto. Se vive un momento de expectativa”, aseguró.

La industria del cine cubano tiene para la cineasta, el reto de diversificarse y hacerse más competitiva a nivel nacional.

“Hay mucha gente haciendo cine independiente, o con el ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos), sería bueno que no tuviéramos que necesitar de coproducciones y dinero extranjero, que la industria se haga con más cine propio”, agregó.

Gutiérrez aclaró que, sí considera que las coproducciones sean relevantes, siempre y cuando se den de manera orgánica y con sentido, más no como única opción.