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CHICAGO –

A casi 30 años de su fundación, C

hicago Sinfonietta

es la representación perfecta de una orquesta jovial, divertida, clásica y donde tanto sus músicos, su repertorio y su público, son el vivo retrato de la diversidad.

Fundada en 1987 por el director de origen afroamericano

Paul Freeman

, Chicago Sinfonietta ha desafiado y enriquecido los caminos de la música clásica.

En 2011, la directora de orquesta

Mei-Ann Chen

tomó la batuta como sucesora de Paul Freeman al frente de la orquesta.

Originaria de Taiwán, China, reside en EEUU desde 1989. De niña, soñaba con ser directora de orquesta, por lo que cada vez que está al frente de la Chicago Sinfonietta se entrega por completo. En cada concierto hace realidad ese sueño.

Fue durante un ensayo que realizó en City Winery como parte del programa de mentores musicales

“Project Inclusion”,

una iniciativa de Chicago Sinfonietta, que Mei-Ann Chen nos concedió una entrevista el pasado 20 de marzo, como previa a la presentación del concierto “Primal Instincts”.

¿Cómo es estar al frente de Chicago Sinfonietta, que por casi 30 años se ha dedicado a mostrarnos la diversidad musical y la de Chicago?

Es tan divertido tener la oportunidad de dirigir la orquesta más diversa del país. Chicago Sinfonietta fue fundada por el maravilloso Paul Freeman, el director de orquesta afroamericano más prominente del mundo. Fue su visión incluir la diversidad a través del lenguaje universal de la música sinfónica. Pensamos que sería realmente divertido usar la música sinfónica como un lenguaje universal para crear conexiones culturales únicas. En este programa (del concierto Primal Instincts), por ejemplo, empezamos con Carmen de (Georges) Bizet, para preparar la escena para

la gaitera gallega Cristina Pato,

quien no sólo trae la música de la gaita gallega sino que además canta y toca el piano, y que trae el estreno de una obra -“Galician Voyage”- que tiene elementos únicos de historia y ritmos latinoamericanos, desde la música brasileña hasta la milonga. Es un concierto que lo tiene todo, terminando con Carmina Burana. Si quieres hablar de elementos divertidos en la música clásica, esta pieza lo tiene todo. Tiene la poesía, que toca las experiencias humanas, ya que hablamos desde la llegada de la primavera hasta el tema universal del amor. Tenemos la música, los coros, la percusión, no se puede tener algo más divertido que esto y nos emociona mucho presentarlo al público.

Cada presentación de Chicago Sinfonietta, cada concierto, es un mundo distinto. Así lo atestiguamos en el concierto tributo a Martin Luther King Jr. el enero pasado. Como directora nos llevas y nos guías realmente a distintos mundos por medio de la música.

Tratamos de que cada concierto sea un viaje, una manera de contar una historia, diferentes historias, porque nuestro repertorio es muy vasto. Tratamos de crear un concierto que sea una experiencia musical que te guíe a través de la piezas, que cada uno sea una travesía única. La gente no piensa que la música de orquesta sea una experiencia divertida, porque piensan “tengo que lucir y comportarme de cierta forma en el concierto”; y sí, apreciamos eso, porque necesitamos el ambiente idóneo para crear música que sea muy delicada, pero a la vez pensamos que si creamos un contexto de narración de historias, podemos darle a nuestra audiencia una experiencia divertida con la música clásica que abarque la amplia gama de emociones humanas.

Eres la segunda directora de Chicago Sinfonietta y de pocas mujeres destacadas al frente de una orquesta. ¿Cómo ha sido tu travesía?

He llegado hasta aquí, aunque muchas de mis colegas e incluso mi propia familia, no pensaban que esto fuera una posibilidad para mí. Soñaba con ser directora de orquesta desde que tenía 10 años, cuando era una tímida violinista tocando en una orquesta. Veía a esta persona (el director) en el pódium que ayudaba a crear el sonido más grandioso, sin hacer ningún sonido y pensaba que no era posible, hasta que encontré muchos ángeles que me ayudaron a realizar mi sueño. Así que quiero decir que si fue algo posible para mí, es posible para mucha gente joven que quieren lograr su sueño. Lo que tengo que hacer ahora es compartir mi historia. De hecho, lo que atestiguaste hoy (el ensayo) es parte de nuestro Project Inclusion, la manera de nosotros de cerrar la brecha entre la formación escolar y cómo se puede desarrollar una carrera profesional en la música. Ahora puedo ayudar a otros a realizar sus sueños, ya sea como instrumentista o como conductor, y contar mi historia y compartir el legado y la visión del maestro Paul Freeman, para ayudar a los músicos de las minorías, no sólo compositores, también instrumentistas o solistas, a cumplir su sueño. Esa es una de las misiones más apasionantes que tengo que cumplir.

Es también una experiencia verle en el escenario. Estoy hablando en este momento, es una persona y al estar en el pódium, te transformas en esta una fuerza poderosa. ¿Cómo es ese momento?

Cada vez que estoy en el pódium vivo mi sueño, y creéme, es trabajo arduo, no es nada fácil, pero trato de recordar cada vez que pocos de tenemos la oportunidad de vivir nuestros sueños cada día. El hecho de que ha sido una travesía difícil, porque no puedes simplemente llegar a una tienda y decir “quiero ser directora de orquesta”, también cuenta. Usualmente soy como una niña en una juguetería, puedo jugar con tantos instrumentos y soy responsable de todo. Trato de recordar que es un honor y un privilegio tener dones únicos, y que con otros, puedo crear algo que tenga significado y sea bello. No es algo que todo mundo tiene oportunidad de hacer, tengo que recordar eso, que soy bendecida, no sólo por hacer lo que amo. Trato a cada actuación como si fuera la última, y aprender cómo puedo tocar la vida de otros, con la poderosa herramienta de la música, que es ese lenguaje universal y creo que conducir es ser la música. Sí, sé que algunas personas pueden pensar que mi estilo de conducir es dramático, pero no lo hago para lucirme, vivo esa música. Mi trabajo es que todos los músicos de la orquesta muestren y den lo mejor de sí. Soy la conductora, pero pero sólo soy una servidora de la música que fue creada por los compositores. Creo en el círculo de la energía.Pienso en lo que quisieron transmitir los compositores y cómo al final de cada presentación, la audiencia nos regresa esa energía.

Primal Instincts: Estreno en EEUU

Cuándo: 23 de marzo, 7:30 pm

Dónde: Symphony Center, 220 S. Michigan Ave., Chicago

Admisión: Desde $10

Información:

www.chicagosinfonietta.org