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El presentador Chris Evans, derecha, charla con el copresentador de Top Gear y actor estadounidense Matt LeBlanc mientras se preparan para el primer reto en Londres de la nueva temporada del programa en una fotografía sin fecha proporcionada por BBC America el 24 de mayo de 2016. Tras la explosiva salida de Jeremy Clarkson, Evans dijo que la nueva temporada del programa será como una bomba nuclear. (Mark Yeoman BBC America via AP)
Mark Yeoman / AP
El presentador Chris Evans, derecha, charla con el copresentador de Top Gear y actor estadounidense Matt LeBlanc mientras se preparan para el primer reto en Londres de la nueva temporada del programa en una fotografía sin fecha proporcionada por BBC America el 24 de mayo de 2016. Tras la explosiva salida de Jeremy Clarkson, Evans dijo que la nueva temporada del programa será como una bomba nuclear. (Mark Yeoman BBC America via AP)
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LONDRES (AP) – “Top Gear” nunca es modesto. Si fuera un auto, sería un modelo despampanante de carreras.

El programa automovilístico de la BBC regresa a la TV tras la explosiva salida de su presentador Jeremy Clarkson y su nuevo copresentador Chris Evans lo califica como “una bomba nuclear”.

Su mezcla de chacoteo con mucha testosterona, consejos para consumidores y acrobacias automovilísticas en locaciones lejanas lo convirtieron en un éxito visto por 350 millones de personas alrededor del mundo, según cifras de la BBC.

La fórmula de “Top Gear”, afinada a lo largo de los años bajo el mando del descarado Clarkson, ha generado éxito y controversia por igual. Clarkson y sus amigos presentadores dejaron el programa el año pasado, después de que Clarkson golpeó a un productor en un pleito fuera del set (después se disculpó y pagó daños). Ahora el programa regresa bajo la conducción de Evans y el actor Matt LeBlanc, quien deja atrás el papel de Joey Tribbiani en la serie “Friends”.

“Cuando comencé quería que mi carrera me llevara a lugares exóticos”, dijo LeBlanc durante una entrevista en Londres. “Y terminé en un edificio de Burbank sin ventanas por 12 años”.

Ahora compensa esta situación. Al filmar la temporada de seis episodios de “Top Gear” viajó con el equipo de producción a Marruecos, Sudáfrica, Italia, Kazajistán, Estados Unidos y el llamativo puerto inglés de Blackpool. LeBlanc condujo un buggy Ariel Nomad en las dunas del desierto marroquí y compitió con Evans por el peligroso Sani Pass de Sudáfrica, entre varias experiencias al volante.

“Algunas de las cosas hicimos me dejaron pensando, ‘¿En serio?¿Todo esto está asegurado? Porque veo un gran barranco por ahí”’, dijo LeBlanc.

“Es una licha constante entre el ‘quiero ganar’ y ‘es solo un programa de televisión”’, agregó. “Quieres que sea entretenido, pero también quieres sobrevivir”.

En el nuevo “Top Gear”, que se estrena el domingo en Gran Bretaña y el lunes en BBC America, LeBlanc y Evans están acompañados por la piloto alemana Sabine Schmitz, el especialista en deportes automovilísticos Eddie Jordan, los periodistas de automovilismo Chris Harris y Rory Reid y el piloto anónimo The Stig.

Evans, un presentador veterano de televisión y radio, dijo que el formato trae algunos cambios pero que su esencia continúa. Agregó que los admiradores, entre los que se cuenta, “no quieren que reinventemos la rueda”.

Clarkson y sus excompañeros James May y Richard Hammond se mudaron a la plataforma de televisión de Amazon para el programa rival “The Grand Tour”, que debutará más adelante este año.

Evans se dijo relajado por la competencia y reconoció a Clarkson y sus colegas por fusionar el periodismo automovilístico y el espíritu salvaje del rock and roll.

“Tomaron las partes que componen un programa sobre autos y dijeron ‘OK, podemos construir esto, o podemos construir una bomba nuclear”’, dijo. “Y ensamblaron un programa sobre autos que era una bomba nuclear. Y estaban a punto de detonarla pero ya no están ahí, así que tenemos que hacerlo nosotros”.

Clarkson, un enemigo de la rectitud política, solía generar encabezados con sus insultos contra los ciclistas, los ambientalistas y los vegetarianos, así como sus declaraciones insensibles sobre numerosos países y nacionalidades.

Todo esto convirtió a “Top Gear” en un referente cultural, por lo que el nuevo programa está bajo un gran escrutinio en Gran Bretaña. En los tabloides surgieron encabezados cuando LeBlanc fue filmado derrapando su auto cerca del memorial de Cenotaph dedicado a los caídos en guerra. También hubo reportes de que LeBlanc y Evans no se llevan bien, lo cual el dúo ha negado vehementemente.

“La pasamos genial y esperamos que eso se perciba en la pantalla”, dijo LeBlanc.

“He estado involucrado en proyectos con situaciones de mucha presión, así que para mí no es nada nuevo. Cuando dejan de hablar de ti es cuando debes preocuparte”.

Clarkson era una figura polarizadora y Evans reconoce que el programa tiene algunos “puentes que tender”. Una deseada visita a la fábrica de Tesla requeriría de algo de diplomacia: la fábrica de autos eléctricos demandó a la BBC por difamación luego que Clarkson vapuleó el desempeño de su modelo Roadster.

Evans dijo que los nuevos presentadores tendrán un enfoque menos ideológico que el combativo Clarkson.

“Si no es bueno diremos que no es bueno, pero si es un buen carro también lo diremos”, dijo. “No partimos con ideas preconcebidas sobre un auto, una empresa o una ideología, porque ese era su estilo y sigue siendo su estilo, pero no es el nuestro”.

LeBlanc señaló que él simplemente quiere conducir cualquier tipo de vehículo, pequeño o grande, de gasolina o eléctrico.