CHICAGO_
“X-Men: Apocalypse” o “el despertar del primer mutante”, nos presenta a un grupo de mutantes adolescentes que le dan la batalla al mutante más poderoso y así salvar no sólo a los simples humanos, también su libertad.
¿Ilógico el enfrentamiento? En absoluto, al menos no dentro del filme. Resulta lo menos ilógico comparado con otros detalles.
En la séptima entrega de la saga de superhéroes mutantes y la última de la trilogía que comenzó con “X-Men: First Class”, la trama se sitúa diez años después de los hechos ocurridos en “Days of the Future Past”.
Aquí los caminos de Magneto (Michael Fassbender), Mystique (Jennifer Lawrence) y Charles Xavier (James McAvoy) se han separado, pero volverán a unirse cuando Sabah Nur/Apocalypse (Oscar Isaac), el mutante más poderoso de todos los tiempos, despierte de su letargo de siglos.
Al despertar, se encuentra con un mundo que lo decepciona, regido por los humanos y sus sistemas, es entonces que decide que deberá eliminar a la humanidad, ayudado por sus cuatro jinetes (sí, como los del apocalipsis), siendo uno de ellos Magneto, además de tres mutantes nuevos, Elizabeth “Betsy” Braddock/Psylocke (Olivia Munn), Ororo Munroe/Storm (Alexandra Shipp) y Warren Worthington III/Ángel/Archangel (Ben Hardy) y así crear un nuevo mundo donde los mutantes reinarán.
Pero para ello, necesita los poderes de Charles Xavier, quien será su portal. Sin embargo, un grupo de nuevos estudiantes del profesor Xavier serán los que lo impidan: Jean Grey/Phoenix (Sophie Turner), Scott Summers/Cyclops (Tye Sheridan), Kurt Wagner/Nightcrawler (Kodi Smit-McPhee) y el agregado Quicksilver (Evan Peters) que se unirá al equipo de Xavier porque desea reunirse con Magneto y hacerle saber que es su hijo.
Las inconsistencias, lo desaprovechado y lo rescatable
El súper estreno de este fin de semana por encima de “Alice Through the Looking Glass” -según reportes de AP, está previsto que “X-Men” recaude 80 millones de dólares para este lunes, en tanto que “Alice” sólo recaudó $28.1 millones hasta este domingo-, tiene algunas inconsistencias y enredos en su trama, que si bien los fanáticos de las historietas encontrarán más, por supuesto, los que solamente hemos visto los filmes lo notamos de inmediato.
¿Cómo cuáles? Los incorporación a los “X-Men” de Nightcrawler y /Ángel/Archangel ya habían sido presentada en otras entregas y no es en absoluto como la presentan en “Apocalypse” – ¿error del guionista, a propósito o acaso una ilusión creada por Charles Xavier?- o la aparición “sacada de la jaula” de Wolverine (Hugh Jackman) y que parece, pretende explicar o justificar su conexión con Jean Grey.
También tiene un actor sumamente desperdiciado.
Con esto me refiero a Oscar Isaac. El actor de origen guatemalteco que se lució como Poe Dameron en “Star Wars: The Force Awakens”, que ganó el Golden Globe a mejor actor en una miniserie o película hecha para televisión por “Show Me a Hero”, que es uno de los actores latinos más prominentes actualmente en Hollywood, en “X-Men” queda relegado a un villano súper acartonado.
¿Lo rescatable? Las escenas de Magneto, Nightcrawler y Quicksilver. Más puntos para Quicksilver. Similar a la escena que tiene en “Days of the Future Past”, aquí se roba el filme a ritmo del muy ochentero tema “Sweet Dreams” de Eurythmics.
¿Vale la pena verla? Si eres fanático de los cómics y no quieres ver cómo despedazan las historietas originales, ni lo intentes. Puedes verla si lo único que gustas es pasar un rato divertido y quizá, conocer un poco más del universo de los mutantes creado por Stan Lee, el verdadero “papá de los mutantes” y de Marvel, que sí, tiene su cameo obligado en el filme.
