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La actriz estadounidense Olivia de Havilland posa durante una entrevista con The Associated Press en París, el sábado 18 de junio del 2016. Podrá estar perdiendo la vista y la audición, pero la mente de De Havilland, quien cumplió 100 años el viernes 1 de julio del 2016, se mantiene impresionantemente nítida. (AP Foto/Thibault Camus)
Thibault Camus / AP
La actriz estadounidense Olivia de Havilland posa durante una entrevista con The Associated Press en París, el sábado 18 de junio del 2016. Podrá estar perdiendo la vista y la audición, pero la mente de De Havilland, quien cumplió 100 años el viernes 1 de julio del 2016, se mantiene impresionantemente nítida. (AP Foto/Thibault Camus)
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PARIS (AP) – Al celebrar sus 100 años de vida el viernes, la indómita actriz Olivia de Havilland finalmente rompió su silencio sobre la rivalidad entre hermanas más famosa de Hollywood.

En una rara entrevista con The Associated Press, la última sobreviviente de la Edad Dorada de Hollywood reveló sus verdaderos sentimientos hacia su difunta hermana Joan Fontaine, la mujer a la que se refiere como la “Dama Dragón”.

Mientras posa sobre un diván en un recatado vestido negro en su residencia parisina, la aún glamorosa ganadora de dos Oscar dice en broma que solo “las perlas son falsas” antes de acordar responder preguntas más detalladamente vía email, su modo predilecto de comunicación debido a su deteriorada vista y audición.

De Havilland dijo que la “leyenda de una pelea” con su hermana fue creada por un artículo titulado “Sister Act” en la revista Life después de los Premios de la Academia de 1942, cuando ambas estaban nominadas. Fontaine, la menos conocida de las dos, ganó por “La sospecha”. De Havilland competía por “La puerta de oro”.

“Una enemistan implica una conducta hostil continua de ambas partes. No puedo recordar una sola ocasión en la que yo inicié una conducta hostil”, expresó. “Pero puedo recordar muchas veces en que mi reacción a un comportamiento deliberadamente desconsiderado fue defensivo”.

No podemos saber qué diría al respecto Fontaine; la actriz murió en el 2013. Sin embargo, al describir los Oscar de 1942 en sus memorias de 1978 “No Bed of Roses”, pintó un cuadro un poco diferente.

“Toda la animosidad que sentimos mutuamente cuando niñas, las jaladas de pelo, los partidos salvajes de lucha, la vez que Olivia me fracturó la clavícula, todo volvió a mi mente en imágenes caleidoscópicas”, escribió. “Estaba completamente paralisada. Sentía que Olivia saltaría al otro lado de la mesa y me tomaría del cabello. Sentía que tenía 4 años y que era confrontada por mi hermana mayor. ¡Maldición, volví a provocar su ira!”.

De Havilland terminó ganando los Premios de la Academia por “Lágrimas de una madre” en 1947 y por “La heredera” en 1950, pero al parecer eso no la hizo más simpática hacia su hermana menor. Tras su victoria de 1947, Fontaine se acercó para felicitar a De Havilland y ésta la desairó. El publicista de De Havilland dijo en aquel entonces que “esto data de hace muchos años, desde que eran unas niñas”.

De Havilland ha mantenido su silencio y su versión de los hechos, pero en la entrevista con la AP dijo que las memorias de su hermana eran “polifacéticas, varían de adorables a alienadoras”.

“Por mi parte, siempre fui amorosa, aunque a veces estuve distanciada y, en los últimos años, apartada”, dijo de manera sucinta.

“La Dama Dragón, como eventualmente decidí llamarla, era una persona brillante de múltiples talentos, pero sufría un astigmatismo en su percepción de la gente y los acontecimientos que a menudo hicieron que reaccionara de manera injusto e incluso injuriosa”, dijo.

¿Qué le diría a su hermana si estuviera viva hoy para celebrar su 100 cumpleaños?

“Si la Dama Dragón estuviera viva hoy (para mi cumpleaños), ¡me quedaría callada para protegerme!”, declaró, revelando que quizás no todo ha sido perdonado.

Para sus años, De Havilland disfruta de buena salud y tiene un sentido del humor agudo. En un momento llamó al entrevistador “pillo” por una pregunta que consideró demasiado inquisitiva.

Aunque la degeneración macular relacionada con la edad ha afectado su vista, la centenaria todavía puede leer claramente texto impreso en blanco y negro y responder preguntas a entrevistas por escrito.

Sube escaleras a diario en su lujosa residencia parisina, y dijo que el secreto de su longevidad tenía que ver con “el amor, la risa y el aprendizaje”.

Al revisitar uno de sus papeles más famosos, De Havilland explicó por qué quería encarnar a Melanie Hamilton en “Lo que el viento se llevó” y no a Scarlett O’Hara, un personaje por el que muchas actrices competían.

“Scarlett no me interesaba porque representaba a una ‘nueva mujer’ que era autosuficiente, como yo. Melanie, en cambio, era más tradicional”, dijo.

“Más que nada, quería ser parte de ‘Lo que el viento se llevó’ porque sentía que el filme iba a tener una vida mucho más larga que otros, ¡quizás de unos cinco años!”, bromeó.

De Havilland le atribuye su felicidad a París, una ciudad que permitió “un desarrollo maravilloso” en su vida.

Desde que se mudó a la Ciudad de la Luz en 1953, “por insistencia” de su difunto esposo, el francés Pierre Galante, no encontró razones para volver a Estados Unidos. En París se ha mantenido activa con la comunidad estadounidense, centrada alrededor de la Catedral Americana, que dijo que está hecha para “gente fascinante que vale la pena”.