Skip to content
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

CHICAGO_ El escritor colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014), amaba el cine. Antes que las historias y personajes de sus libros fueran llevados a la pantalla grande, Gabo no sólo escribió críticas, reseñas y estudios sobre el Séptimo Arte.

Fue en la década de los 60 en México, que logró tener una conexión más relevante con este arte. Escribió su primer guión cinematográfico, basado en una vieja idea que primero tituló “El Charro”. El resultado fue el guión del filme “Tiempo de morir”, escrito para el entonces joven director Arturo Ripstein y que fue su ópera prima.

Catalogada dentro del género western, esta película filmada en blanco y negro y con locaciones en Pátzcuaro, Michoacán, es protagonizada por Jorge Martínez de Hoyos (1920-1997) y Marga López (1924-2005). Se estrenó en cines el 11 de agosto de 1966

y fue distribuida por Alameda Films.

Narra la historia de Juan Sayago (De Hoyos) un ex pistolero que luego de haber purgado una condena de 18 años en la cárcel regresa a su pueblo natal con la intención de pasar el resto de su vida tranquilamente al lado de Mariana Sampedro (López), una antigua novia que ha quedado viuda.

Sin embargo, los hijos del hombre que mató durante el enfrentamiento, Julián Trueba -Alfredo Leal (1930-2003)- y Pedro Trueba -Enrique Rocha- lo acosan con la intención de provocarlo y batirse a duelo, a fin de vengar a su padre; el pasado se repetirá al final de esta historia, como aludiendo que nadie puede escapar de su destino.

Los García y el cine, destino inevitable

Gabo declaró alguna vez: “Mis relaciones con el cine (…) son las de un matrimonio mal avenido. Es decir, no puedo vivir sin el cine ni con el cine, y a juzgar por la cantidad de ofertas que recibo de los productores, también al cine le ocurre lo mismo conmigo”.

En entrevista, Rodrigo García Barcha – “Mother & Child” (2010), “Albert Nobbs” (2011)- hijo del Nobel de Literatura, destaca que la relación de su padre con el cine fue un matrimonio en diferentes épocas y fases.

“Cuando él decía que su relación con el cine era de la un matrimonio mal llevado o mal habido, era en el sentido de que la gente había batallado mucho en adaptar su literatura al cine, pero creo que su relación era buena, en el sentido que escribió guiones, que le gustaba. Antes de ser famoso como escritor, fue que hizo el guión de ‘Tiempo de morir’ y de otras películas. Tuvo la idea en algún momento de ser director pero por suerte, le fue mejor con los libros”, relató García Barcha.

En “Tiempo de morir”, García Márquez colaboró con el escritor mexicano Carlos Fuentes (1928-2012), con quien ya había hecho mancuerna ese mismo año en la adaptación de “El gallo de oro” (1964), novela corta homónima de Juan Rulfo (1917-1986), protagonizada por Ignacio López Tarso y dirigida por Roberto Gavaldón.

“El gallo de oro” y “Tiempo de morir” son dos piezas bisagras del cine mexicano, que pasada su Época de Oro, se encaminaba hacia otro rumbo.

Si las películas de la Época de Oro del Cine Mexicano usaron como cliché la vida de provincia, “Tiempo de morir”, muestra de una manera sencilla, cómo un motivo -en este caso la venganza- puede afectar la vida de todos los personajes.

“No es un western norteamericano, transcurre en campo mexicano y es muy mexicana en ese sentido aunque se juega con algunos elementos y cosas del género de western y se siente muy mexicano”, agregó García Barcha, quien confesó, no ha visto el filme en años.

Lo verá este 5 de agosto en los Ford Theatres de Hollywood, California, en la proyección conmemorativa del 50 aniversario del filme que presenta la biblioteca Libros Schmibros -ubicada en el 1711 Mariachi Plaza, en Los Ángeles-, en la que participará en una conversación con David Kipen, fundador de la biblioteca y periodista.

“Lo que hace relevante a la película, más allá de que el guión sea de él (de su papá) es que la historia es buena; maneja temas del western bastante clásicos como el destino,la inevitabilidad, la violencia, el machismo, y está muy influenciada por ese amor de Gabo por la tragedia griega y esa sensación de Edipo Rey, de que el destino ya está escrito, de que no se puede evitar una cosa que ya viene en tu dirección, los mismos temas que manejó en la novela ‘Crónica de una muerte anunciada’ (1981)”, dijo.

Puntualiza que esta película, aparte de tocar los temas que Gabo aborda en todos sus libros, en todos sus artículos, en todas sus investigaciones, está súper bien contada, muy bien estructurada.

“Los conflictos son muy claros, las complicaciones están establecidas de manera rápida. Como narrativa está muy bien lograda en ese sentido, es un tipo de película donde los conflictos son sencillos, pero muy poderosos”, enfatizó.

Rodrigo García tenía entre 3 y 4 años cuando “Tiempo de morir” se realizó, por lo que no tiene ningún recuerdo presente. Pero como si hubiese sido escrita por su padre, su vida también parece seguir ese destino inevitable: Su trabajo en el cine y televisión, algo que venía desde los tiempos de Gabo.

“Uno cree que controla (su vida) y no controla nada; es esa idea de que las cosas no las hace uno, sino que le suceden a uno, ¿no?”, reflexionó.