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CHICAGO_

A sus 85 años la cantante, diva cubana y miembro fundador del Buena Vista Social Club Omara Portuondo demuestra que ser la eterna novia “del feeling” es el secreto de su longevidad y vitalidad.

Qué energía, qué entereza, qué voz, qué sentimiento.

La Portuondo nos dio cátedra de música y de vida en su paso por Chicago la noche del 21 de octubre en un concierto muy jazz, muy Omara.

Acompañada por un ensemble musical estrella, algunos músicos de su tierra Roberto Fonseca, Yandy Martínez, Ramsés Rodríguez y Andrés Coayo y como invitadas especiales la clarinetista y saxofonista Anat Cohen y la violinista de jazz Regina Carter, el público del Symphony Center se rindió ante la gracia de Omara, de su espíritu y su magia.

Bailó, se meneó con gracia, instó al público a aplaudir y se dejó admirar. Con sencillez y garbo, mostró ese poderío que le parece heredado o entregado como un don especial.

En un momento de su concierto rindió tributo a la legendaria cantante Elena Burke (1928-2002) y cuando casi al final de la noche cantó “Bésame mucho” una composición de la mexicana Consuelo Velázquez, ya el encanto estaba en pleno. Esa noche ella pedía; el público la complacería y celebraría su estela de vida.