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Kristen Stewart, izquierda, y el director Olivier Assayas posan para un retrato para promover la película "Personal Shopper" el jueves 9 de marzo de 2017 en Nueva York. (Foto Amy Sussman/Invision/AP)
Amy Sussman / Amy Sussman/Invision/AP
Kristen Stewart, izquierda, y el director Olivier Assayas posan para un retrato para promover la película "Personal Shopper" el jueves 9 de marzo de 2017 en Nueva York. (Foto Amy Sussman/Invision/AP)
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NUEVA YORK (AP) – En una desordenada sala trasera de un restaurante en Manhattan, Kristen Stewart motiva sarcásticamente al director francés Olivier Assayas para que se deje fotografiar.

“Estás en Estados Unidos”, bromea Stewart. “Tenemos que vender esta película”.

Stewart, una veterana de las películas de gran presupuesto a sus 26 años, está muy familiarizada con las exigencias de la promoción. Pero con Assayas, se ha visto librada de esas preocupaciones. Ella y el director han creado un lazo inesperado pero formidable que los ha llevado a dos películas aclamadas, las dos rodadas en Europa, muy lejos de los terrenos de Hollywood.

Son una dupla rara: Ella es una estrella rebelde de Los Angeles, que se ha convertido en una de las más emocionantes y arriesgadas actrices. Él es un parisino modesto cuyas cintas intelectuales van entre la realidad y la ficción.

¿Qué les hace compaginar? Ríen como respuesta.

“No estoy seguro”, dijo Assayas. Stewart afirma. “Esa es la principal pregunta”, dijo. “No sé, nos caemos bien”.

Su más reciente película, “Personal Shopper”, también está llena de misterio. Es una historia fantasmal, situada en el mundo contemporáneo lleno de mensajes de texto y Google. En la película, que se estrenó el viernes en Estados Unidos, Stewart interpreta a una melliza cuyo hermano ha muerto. De día trabaja haciendo compras para una famosa en París, pero también es medium y una serie de encuentros extraños le hacen pensar que un espíritu (¿su hermano?) la está contactando.

“Personal Shopper” llega tras “Nubes de María”, una película igualmente enigmática en la que Stewart interpretó a la asistente de Juliette Binoche, quien a su vez da vida a una actriz enfrentada al implacable paso del tiempo. Este personaje le valió a Stewart un César, convirtiéndose en la primera estadounidense en ganar ese equivalente francés al Oscar. Al adentrarse en personajes que viven fuera de los reflectores, y en películas alejadas de las convenciones de Hollywood, Stewart ha logrado ser más auténticamente ella en pantalla.

“Podría hacer películas sobre Kristen siendo una estrella de cine o cualquier personaje que tenga una actriz en las redes sociales”, dijo Assayas. “Pero lo que me interesa es la persona, así que le pongo la carga de la celebridad a alguien más para que ella pueda liberarse”.

“Quizá en la próxima (película) podría interpretar a una actriz famosa”, bromea Stewart. “¡Trataré de normalizarlo!”.

Hubo muchos momentos en los que al hacer “Personal Shopper” la fama de Stewart invadió el proyecto.

Al filmar en las calles de Paris (el personaje de Stewart conduce una motoneta por la ciudad), estuvieron rodeados de paparazzi. Assayas reconoció que por eso y por otras razones, como un equipo de producción complicado y el hecho de que subestimó la complejidad de una secuencia escribiendo mensajes de texto, la película tuvo una “energía rara”.

“Luchamos con esta película”, dijo.

Pero Stewart dijo que ella canalizó las intrusiones hacia su personaje. “Me hizo más sensible, mis nervios estaban a flor de piel”.

En las dos películas Stewart ha disfrutado la posibilidad de subrayar la complejidad industrial de la fama.

“Como externo puedes comentar muy honestamente sobre las cosas que son innegable y objetivamente raras”, dijo Stewart. “Pero si eres la persona que está en el centro de esto, de pronto esos comentarios se vuelven molestos y te vuelves un ingrato o lo que sea. Fue agradable poder hablar con honestidad y no ser acribillado por eso”.

La exactriz de “Crepúsculo”, con el cabello recientemente rapado y teñido de rubio, ha creado una reputación como una persona raramente honesta y directa. Ha aceptado un papel tras otro en películas independientes (“Certain Women”, “Equals”, “Cafe Society”), con una sed insaciable por trabajar, por seguir explorando. También debutó un cortometraje que dirigió en Sundance este año.

En un monólogo en “Saturday Night Live” previamente en el año, reflexionó sobre el momento en 2012 cuando Donald Trump tuiteó varias veces que su entonces novio Robert Pattinson debía “desecharla”. “Fue inconcebible, en serio”, dijo Stewart. “En aquel entonces lo veía como el astro de reality-show. Dije ¿quién es este tipo?”

“Para ser honestos, hay muchas cosas importantes y con repercusiones que ha dicho él y dice todo el tiempo”, agregó. “Esta sólo fue extraña y fascinante, porque es tan insignificante en términos de lo que importa. Valió la pena que todos se enteraran porque fue (grosería) extraño”.

Al responder a Trump y como inspiración para otros, Stewart le anunció: “Y también soy gay”.

“Realmente me he permitido liberarme, sin fijarme en el efecto que tienen otros en mi vida”, dijo Stewart. “Simplemente hubo un momento en el que me di cuenta que las cosas que haces y dices cuando tienes a tanta gente viéndote sí afectan a otros, así que estoy muy orgullosa. Pero al mismo tiempo, me molesta que se vuelva un asunto tan importante … en lo personal para mí no es tan importante, pero sé que lo puede ser para otros”.