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No se espera normalmente que un metalero tenga la risa fácil, pero eso es justamente lo que nos pasó con

Dave Murray

, guitarrista de

Iron Maiden

, quien acompañó frecuentemente las respuestas a las preguntas que le hicimos con una expresión de ese tipo.

No era algo completamente inesperado, por supuesto, porque la última vez que lo vimos sobre un escenario en el Sur de California, fue el más alegre de la banda, incluso cuando desgranaba esos increíbles solos que lo han vuelto un icono incontestable del género.

Nadie debería culparlo por sentirse así, ya que, a sus 55 años de edad, el músico británico que durante su adolescencia volcó la rabia que tenía uniéndose a una pandilla de ‘skinheads’ sigue siendo parte de una de las bandas más reconocidas del heavy tradicional y, por qué no decirlo, del mundo del rock, pese a la falta de difusión radial y televisiva de sus canciones, que son de todos modos adoradas por miles y miles de fans en el mundo entero, incluyendo el mundo del islamismo radical, como se pudo notar en el cómic y en la película de “Persepolis”, cuya protagonista tenía afiches de la banda aunque vivía en Irán.

En todo caso, la entrevista que nos ofreció Murray surgió a raíz del concierto que ofrecerá el próximo jueves y viernes al lado de sus compañeros en el Anfiteatro Verizon Wireless de Irvine, como parte de la gira “Maiden England”, que ya ha tenido cerca de 30 fechas en los Estados Unidos y que se prolongará por dos semanas más. El tour se basa en un video del mismo nombre que se lanzó en 1989 y que fue grabado durante la serie de conciertos 7th Tour of a 7th Tour, realizada un año antes con el fin de presentar un gran compendio de los éxitos de Maiden hasta ese momento.

Dave, cada vez que te vemos en concierto al lado de tus compañeros, quedamos sorprendidos por lo bien que lucen y todo el esfuerzo físico que despliegan, aunque todos ustedes tienen más de 50 años. ¿Cómo hacen para mantenerse tan bien?

La adrenalina te mantiene activo, del mismo modo que la música, y creo que pasa lo mismo con la reacción de la audiencia, que siempre te alimenta. Tratamos de mantenernos en buen estado, pero creo que los otros factores son lo más importante; Iron Maiden siempre ha tenido una energía inherente, y esa energía es la que nos mantiene. Hacer una gira es también algo que te permite conservar el interés, porque siempre hay una ciudad nueva y un desafío nuevo en el camino.

Y, a diferencia de otros rockeros, ustedes no se han hecho conocidos por sus vicios ni sus fiestas…

Nos gusta tomar una cerveza o una copa de vino cuando estamos de gira, pero no vamos más allá de eso, porque estamos muy conscientes de que tenemos que mantenernos bien si queremos ser buenos. Muchas bandas hacen canciones que hablan simplemente de la fiesta y de lo bien que lo pasan, pero las de Iron Maiden se orientan hacia temas muy diversos, que pueden ser históricos -como cuando usamos hechos medievales-, provenientes de la ciencia-ficción o hasta políticos. Y ocurre porque esos son los asuntos que se encuentran en nuestras cabezas. No hay nada malo en lo que hacen los otros, claro, siempre y cuando uno pueda levantarse en la mañana y disfrutar de la vida.

Para hablar un poco de un tema de actualidad, muchos fans del metal se han sentido desconcertados porque la inauguración de las Olimpiadas ignoró al género, a pesar de que le dio incluso espacio en su montaje inicial al punk rock.

A mí me pareció que estuvo fantástico; te llevó realmente a través de la historia del Reino Unido y demostró que mucho de lo que pasa ahora [en el mundo] se originó allí. Creo que la música se empleó simplemente en el primer segmento para demostrar las habilidades atléticas de los participantes, y fue algo muy hermoso de observar, hasta el punto de que estoy tratando de ver lo que pasa por ahí todos los días. Me parece admirable que estos chicos se hayan estado entrenando por cuatro años para participar, y esa disciplina es algo que aprobamos, porque es la única manera de obtener lo que uno se encuentra buscando. Aunque un país gane más medallas que otro, no importa, porque todos están compitiendo sanamente y todos tienen la oportunidad, al menos en teoría, de ser anfitriones del evento en algún momento.

Pero la ceremonia no tuvo música de Zeppelin, Sabbath, Purple, Priest ni Maiden…

En curioso, sí, porque cuando se hizo la de China, tuvieron a Jimmy Page en la clausura. Pero en ésta hicieron un recorrido por la música de los 60 y de los 70 que, aunque no tuvo de todo, dio una muestra bastante grande lo que eso fue. A los fans de Maiden no les gustó que no nos pusieran, claro, pero a nosotros lo que pasó no nos preocupa, sinceramente.

¿Crees que hay todavía gente que se asusta ante ustedes, que cree que son satanistas o algo así por la canción “The Number of the Beast”, que se hizo hace ya treinta años?

Esa canción estaba inspirada en un sueño; mucho de lo que hacemos tiene que ver con la fantasía, pero estamos muy conscientes de que hay muchas personas que se espantan ante propuestas de este tipo. Sin embargo, sabemos también que hay cosas mucho más espeluznantes en los noticieros y que hay situaciones de terror auténtico en el mundo real. Los artistas deben tener la oportunidad de plasmar en sus obras lo que pasa por sus mentes, sin tener que depender de la reacción que tendrán otros, siempre y cuando no le estén haciendo daño a nadie. Y Iron Maiden nunca le ha hecho daño a nadie; nos interesa llevar a los que nos escuchan a través de una jornada distinta, como si se tratara de una realidad alterna, pero sin dejar nunca de lado la energía positiva.

Una banda con tanta trayectoria como la tuya podría refugiarse simplemente en la nostalgia, y si bien en los últimos tiempos Maiden ha hecho algunas giras dedicadas a su pasado, como ésta misma, sigue sacando discos que tanto los fans como los críticos aprecian, como es el caso de “The Final Frontier”. ¿Cómo establecen ese balance?

Las bandas, por lo general, saben que tienen que crear un álbum nuevo cada dos años, y aunque estamos cumpliendo justamente ese periodo ahora [desde el lanzamiento anterior], nos sentimos todavía cómodos con el modo en que estamos desarrollando estas giras y con la lista de canciones que tenemos. Muchos de los chicos que nos ven ni siquiera habían nacido cuando hicimos estos álbumes [que se están presentando], y es además interesante para nosotros retroceder en el tiempo, porque nos permite tener una perspectiva adecuada de lo que hicimos hace 25 años. En este caso, las cosas están saliendo muy bien; tenemos un lado muy teatral en el escenario, y la música de esa época sigue sonando poderosa. Hay canciones que no hemos tocado por más de 20 años, y eso hace las cosas más excitantes, lo que suma al hecho de que tenemos una gran producción detrás de nosotros, capaz de volarle la cabeza a cualquiera de los asistentes.

Hace algún tiempo, [el bajista] Steve Harris dijo que “The Final Frontier” iba a ser el último álbum de Maiden, pero luego hubo versiones contradictorias…

No sabemos todavía si haremos un nuevo disco; no hay nada definido por el momento. Hace 20 años, hubiéramos dicho sin dudar que sí, y es probable que hace 10 años hubiera pasado lo mismo; pero ahora mismo estamos tomando las cosas con más calma, año por año, y en el que estamos actualmente, nos dedicaremos sólo a esta gira. Ya veremos lo que pasa en el 2013; nada está escrito sobre piedra.

Maiden tiene muchísimos seguidores en Latinoamérica, y debe ser difícil complacerlos a todos, como ha ocurrido con el más reciente DVD, Blu-ray y CD “En Vivo”

, que despertó quejas de los argentinos porque no incluía material de los conciertos en su país, sino que se armó completamente con una presentación en Chile.

Llegamos a grabar muchos shows y todos fueron increíbles, porque la pasión de la audiencia por allá es fantástica, lo que nos demuestra que, para ellos, somos parte de la misma cultura, de la misma religión

[risas]

; pero éste es el modo en que ese lanzamiento salió. No se puede complacer a todo el mundo, y tampoco lo vemos como una competencia entre países. Hemos sacado discos grabados en los Estados Unidos, en Inglaterra, en Japón, en otros lugares de Europa… Todo depende del modo en que sale la grabación y de la calidad de la interpretación de la banda esa noche.