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TEL AVIV, ISRAEL – Es viernes, día de guardar en Israel. No se trabaja. Las joyerías, supermercados, boutiques, peluquerías y cualquier otro establecimiento comercial está cerrado.

No obstante, a lo largo de las playas Jerusalem y Aviv, el arcoíris brilla en todo su esplendor porque se celebró el “Desfile del Orgullo Gay” bajo el lema “Tel Aviv ama todos los géneros”.

La celebración del desfile cumple 40 años. Y no sólo el muelle Herbert Samuel, sede del evento -el mayor en su tipo en Oriente Medio- vistió los colores del arcoíris que lo caracterizan alrededor del mundo, los negocios en toda la ciudad fueron adornados con los colores de la comunidad GLTQ.

Las autoridades anticiparon una participación de aproximadamente 180,000 visitantes de todo el mundo, quienes asistieron con amigos, familiares, con sus parejas o en busca de una.

Tel Aviv es el equivalente “al San Francisco” de Estados Unidos, comentaron algunos visitantes mientras lucían sus cuerpos bronceados y poca ropa. Muchos, vestidos de mujer con tacones altos y vestuarios extravagantes.

En la fiesta no faltaron los besos, abrazos, baile, música, diversión y derroche de energía de los participantes que celebraban, algunos con cerveza en mano o botellas de vino.

La Policía y elementos del Ejército, armados con rifles de alto poder, custodiaban el festejo.

Los latinos o hispanohablantes no faltaron. Aunque no fueron muchos, tuvieron presencia.

Una de las asistentes ondeaba una bandera mexicana al tiempo que aplaudía el paso de las carrozas adornadas. Se identificó como Stephania, tiene 23 años y es niñera. Es originaria de Monterrey, México. Vive con su pareja Totan en Tel Aviv, y contó que participó para apoyar los derechos de los gays y lesbianas.

“Los mexicanos en Tel Aviv somos una comunidad pequeña”, mencionó.

Stephania iba acompañada de su amigo Eduardo Rendón, de 28 años, quien dijo ser repostero y originario de la Ciudad de México. Rendón contó que conoció a su novio Galshemcoc, de 26 años, un maestro de matemáticas, en Nueva York. Se enamoraron y “me vine a vivir con él”.

También entre la multitud se encontraba Francisco Guevara Martínez, de Salamanca, España. No tiene novio y dijo que fue al desfile “en busca del amor”.

Guevara asistió con un grupo de unos 20 amigos homosexuales españoles, franceses, turcos, israelíes y Fernando, de origen guatemalteco.

Entre ellos también se encontraba Jerónimo Pastor, un español que dijo la estaba pasando “genial, de p… madre. Es mi primera vez y lo voy a repetir muchas veces de seguro”.

Entre la multitud también estaba Nohemí Melul, originaria de Castellón, España, tiene 22 años y dijo que le gustan los hombres, que fue para apoyar a la comunidad gay y lesbiana. Iba acompañada de su amigo gay Yoav Fadida, un francés con raíces españolas por parte de su abuela.

Ambos viven en Israel y comentaron que a los israelíes “les encanta la música latina”. La pareja estaba emocionada por la presencia de Conchita Wurst, el travesti austriaco que el año pasado ganó el festival de Eurovisión y que en realidad se llama Thomas Neuwirth, y se sube a los escenarios vestido de mujer y con una barba abundante.

“Sólo hay gente bonita aquí”, declaró Wurst a la prensa.

“Ésta es una ciudad con mucha libertad y muy tolerante, a diferencia de otras de Oriente Medio. Es como el San Francisco de Estados Unidos”, comentó Ramiro Segura, de 25 años, originario de Argentina y quien dijo visita con frecuencia Tel Aviv.

A la fiesta también asistió Ed Murray, alcalde de Seattle, y su esposo.

Murray comentó que el desfile del “Orgullo gay es un gran evento” e “Israel un país increíble y emocionante”, mencionó que entiende el punto de vista de quienes criticaron su viaje, sin embargo, consideró que es la única forma de crear unidad por los derechos de esta comunidad.

El alcalde estadounidense recomendó a los asistentes crear coaliciones con diversos sectores para que la comunidad gay, lésbica y transgénero logre más derechos y el matrimonio entre parejas del mismo sexo llegue a ser una realidad en Israel.

Poco más de 100,000 personas participaron en el evento, según un informe de la Policía, aunque la prensa israelí cita 180,000.

Las municipalidad y sus agencias han hecho todo lo posible para brindar un recibimiento cálido a los visitantes que llegan a la ciudad a este evento, comentó Mehereta Baruch-Ron, vicealcaldesa de la ciudad.

Y es que Israel es desde hace años uno de los principales destinos turísticos amigables con la comunidad homosexual, en contraste con el resto de Oriente Medio donde no se tolera la cultura gay y se les persigue. En varios países de la región, las relaciones homosexuales están prohibidas.