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FRANCIA- Un hombre sospechoso de tener vínculos con extremistas islámicos franceses estrelló un auto el viernes en una fábrica de gas en el sureste de Francia, en cuyo portón apareció una cabeza cercenada, informaron las autoridades. El gobierno inició inmediatamente una investigación por terrorismo.

Dos personas resultaron heridas, dijeron las autoridades.

El presidente francés Francois Hollande dijo desde Bruselas que el ataque, comenzó poco antes de las 10 de la mañana cando un auto se estrelló contra la puerta de una fábrica de gas en Saint-Quentin-Fallavier, al sureste de Lyon. El coche chocó luego contra bombonas de gas, provocando una explosión, agregó.

“No hay duda sobre la intención: causar una explosión”, dijo Hollande, que dijo que el ataque fue “de carácter terrorista”.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo que un hombre conocido desde 2006 por mantener vínculos con extremistas fue atrapado por un bombero y que había varios presos más. Las autoridades intentaban identificar a la víctima cuya cabeza cercenada apareció en el portón de la planta.

“Se ha apresado a gente que pudo haber participado en este crimen abyecto”, dijo Cazeneuve.

Añadió que el sospechoso, residente en la zona de Lyon, era conocido por los servicios de inteligencia, que lo vigilaban desde 2006-08.

La colocación de una cabeza cercenada como en una pica en la entrada de la planta parece imitar la práctica del grupo Estado Islámico de decapitar a sus prisioneros y exhibir públicamente las cabezas. Un funcionario dijo que se encontraron en las cercanías una bandera blanca y una negra, ambas con inscripciones en árabe.

El responsable, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a dar detalles a los medios, dijo que el cuerpo de la víctima estaba cerca del lugar de la explosión, pero que la decapitación no fue resultado de ésta.

Un funcionario de seguridad dijo que la víctima ha sido identificada como un empresario local.

El funcionario, que pidió el anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa, dijo que la víctima era el gerente de una compañía de transportes local y se creía que lo mataron antes de la explosión. No se divulgó su identidad.

Hollande compareció ante los medios tras seguir por televisión las noticias del ataque junto a la canciller alemana, Angela Merkel, ya que ambos líderes asistían a una cumbre europea en Bruselas.

La fábrica pertenece a Air Products, una empresa química estadounidense con sede en Allentown, Pennsylvania. La empresa se negó a confirmar si las víctimas eran empleados suyos.

“Nuestra prioridad a esta altura es ocuparnos de nuestros empleados, evacuados del lugar y todos contabilizados”, dijo la empresa en un comunicado. “El lugar está asegurado. Nuestros equipos de crisis y emergencias están activados y cooperan estrechamente con las autoridades correspondientes”.

Cazeneuve dijo que la investigación apenas comenzaba y advirtió que no se debe llegar a conclusiones apresuradas.

Francia está en alerta desde enero, cuando los ataques al diario satírico Charlie Hebdo, una tienda de alimentos kósher y una mujer policía en la región parisina dejaron 20 muertos, incluidos tres extremistas islámicos.