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MEXICO (AP) – Uno de los colaboradores de la revista

Proceso,

que había huido de su casa tras verse acosado, se encuentra entre las cinco personas que aparecieron asesinadas el sábado por la mañana en un apartamento de la Ciudad de México, reportó el semanario.

El cadáver del fotógrafo Rubén Espinosa, quien había desaparecido el viernes, fue identificado por un familiar el sábado por la tarde. El fotoperiodista presentaba dos heridas de bala, indicó la revista el mismo día.

Espinosa, que también colaboraba con otros medios, se había autoexiliado recientemente del estado de Veracruz, en la costa del golfo de México, donde se sentía amenazado, de acuerdo con Proceso. Su familia perdió el contacto con él el viernes, y para el sábado el grupo Artículo 19 había pedido a las autoridades mexicanas que activaran los protocolos para localizar a un periodista desaparecido.

El fotógrafo apareció muerto junto a cuatro mujeres, tres de las cuales vivían en el apartamento en el barrio de Narvarte, una zona de clase media cercana al centro de la ciudad, señaló la oficina del procurador de Ciudad de México. La cuarta víctima era una empleada del hogar, indicó la oficina del fiscal. La identidad y causa de la muerte de las víctimas aún se estaban verificando.

Veracruz ha sido un estado peligroso para el trabajo periodístico. Once periodistas han sido asesinados en la región desde 2010 – el último hace apenas un mes_, según datos del Comité para la Protección de los Periodistas, todos durante el mandato del gobernador del estado, Javier Duarte. Otros dos, incluido Espinosa, eran periodistas de Veracruz que aparecieron muertos fuera del estado.

Artículo 19 describió el sábado la muerte de Espinosa como un nuevo nivel de violencia contra los periodistas en México, ya que fue el primero en morir durante un exilio en la capital. Muchos reporteros amenazados en sus estados natales se refugian en Ciudad de México, donde el gobierno federal ha establecido una agencia para ayudarles.

El asesinato se produjo “sin que las autoridades encargadas de proteger a los periodistas levantaran un dedo para ayudar a Espinosa”, indicó el grupo activista en un artículo.

Espinosa se especializaba en la cobertura de protestas sociales, y a pesar de ser víctima del desplazamiento forzado provocado por la violencia en el estado de Veracruz y en su contra, siguió publicando y trabajando en lo que más le gustaba que era ser fotoperiodista.

Artículo 19 destacó que el homicidio de Rubén Espinosa marca un nuevo hito en la violencia contra la prensa en México. Es la primera vez que un periodista desplazado internamente es asesinado en el Distrito Federal.

La violencia que había sufrido Espinosa era conocida públicamente, por lo que el homicidio del fotorreportero se produjo sin que las autoridades encargadas de proteger periodistas en este país movieran un solo dedo a favor de Espinosa.

“Artículo 19 ve con suma preocupación que la Ciudad de México deje de ser el refugio seguro el cual albergaba a decenas de periodistas desplazados”.

La organización dijo haber dado la voz de alarma el 15 de junio sobre el riesgo que corría el fotógrafo, después de que denunciara que personas desconocidas le seguían, le habían fotografiado y lo acosaban delante de su casa en Xalapa, la capital de Veracruz.

La historia de la foto de Rubén Espinosa que encabronó al Gobernador de Veracruz:

Por Ignacio Carvajal

Ciudad de México, 2 de agosto (SinEmbargo/BlogExpediente).– Ojos inyectados. Mirada extraviada. Labios entreabiertos. Orejas para atrás igual que las aguzan los perros al acecho. El ceño adusto tras las gafas y una gorra de policía. Las lonjas colgadas sobre el cinturón. Los botones de la camisa con su nombre bordado amenazan con salir disparados. La foto de Rubén Espinosa Becerril resultó implacable con el Gobernador veracruzano. Javier Duarte retratado de pies a cabeza: autoritaro, rencoroso, desconfiado, rabioso, felón.

Es la imagen escogida por el equipo de la revista Proceso para ilustrar la portada del número 1946. La mitad del cuerpo de Duarte en todo lo alto y ancho. Una imagen como síntesis del contenido: “Veracruz, estado sin ley”, decía el encabezado en la tapa.

En interiores un reportaje sobre los homicidios de periodistas en Veracruz y las complicidades de los funcionarios para no esclarecerlos; otro para el tercer aniversario del asesinato de Regina Martínez, impune; y uno más de priistas que van por la vida lanzando incienso al duartismo.

En el interior, fotos de Yair Ceballos (Proceso y AVC Noticias), de Félix Márquez (Cuartoscuro, AVC y AP) y de Rubén Espinosa (Cuartoscuro, AVC y Proceso). Imágenes con técnica y composición para ilustrar los reportajes que describieron la miseria, la tragedia y la corrupción campante en Veracruz. Pero ni una como la de Rubén Espinosa. Por eso ganó la portada.

-Con información de Proceso