Skip to content
Un manifestante sostiene un letrero durante una marcha con la esperanza de llamar la atención sobre la explotación y discriminación contra los trabajadores migrantes en Inglaterra. MATT CARDY/GETTY
Matt Cardy / Getty Images
Un manifestante sostiene un letrero durante una marcha con la esperanza de llamar la atención sobre la explotación y discriminación contra los trabajadores migrantes en Inglaterra. MATT CARDY/GETTY
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

LONDRES – El gobierno conservador británico anunció el martes que meterá en la cárcel a los extranjeros que trabajen sin permiso y cerrará los negocios que los empleen, en un intento de restar atractivo a inmigrantes como los de Calais.

“Si estás aquí ilegalmente, vamos a tomar medidas para impedir que trabajes, alquiles un apartamento, abras una cuenta bancaria o conduzcas un coche”, amenazó James Brokenshire, secretario de Estado británico de Inmigración.

“Los trabajadores ilegales podrían ser condenados a la cárcel y quienes los empleen ver sus negocios cerrados, su licencia revocada o ser juzgados si continúan violando la ley”, agregó.

Además, de acuerdo con un anuncio anterior del gobierno, los salarios de los trabajadores extranjeros irregulares serán embargados y quienes les alquilen viviendas podrían también acabar en la cárcel.

Todas estas propuestas se incluirán en el nuevo proyecto de ley sobre inmigración que el gobierno tiene la intención de presentar en otoño.

La buena situación económica ha atraído al Reino Unido a miles y miles de personas de la Unión Europea y de todo el mundo y ha frustrado la promesa electoral del primer ministro David Cameron de reducir la inmigración.

En 2014, la migración neta -llegadas de extranjeros menos salidas de británicos- se situó en 318,000 personas, 50% más que en 2013, cuando Cameron había prometido reducir esta cifra por debajo de los 100,000.

Entre tanto, miles de refugiados e inmigrantes de Oriente Medio, África y Asia están hacinados en el puerto francés de Calais con la esperanza de dar el salto al Reino Unido, recurriendo a los métodos más desesperados, como esconderse en los bajos de los camiones que atraviesan el canal de la Mancha.

Para el UKIP, son propuestas ‘estúpidas’

En sus cinco años y poco de gobierno, Cameron ha arremetido otras veces contra los inmigrantes irregulares, como con la polémica iniciativa de las furgonetas invitándolos a irse -“vete a casa o serás detenido”- y animando a denunciarlos que se pasearon por todo el país.

Pero para el Ukip (Partido para la independencia del Reino Unido), que ha hecho de la protesta contra la inmigración su bandera, estas últimas propuestas son las más “estúpidas”.

“Debe ser la semana en que se publican las cifras netas de migración, porque este anuncio es una de las ideas más estúpidas” del gobierno, dijo Steven Woolfe, eurodiputado y portavoz del Ukip en asuntos de inmigración.

“Enviar a la cárcel a los inmigrantes que trabajan ilegalmente costará una fortuna, ejercerá más presión en el sistema carcelario y saturará más los tribunales”, añadió.

“En vez de eso, el gobierno debería deportarlos”, sostuvo Woolfe.

Crear un entorno hostil

Las autoridades locales francesas han atribuido en varias ocasiones la situación de Calais a la supuesta complacencia británica con los inmigrantes indocumentados.

Theresa May, la ministra de Interior, dijo recientemente en el Parlamento que el Reino Unido debe “convertirse en un lugar menos atractivo para la gente que viene a trabajar ilegalmente”.

Para Don Flynn, director de la Red de Derechos de los Inmigrantes, las medidas anunciadas en las últimas semanas “responden a la estrategia gubernamental de crear lo que el mismo gobierno ha llamado un entorno hostil”.

Flynn estimó que el número de personas sin papeles entre los 400,000 y los 600,000.

El gobierno “no va a arrastrar a todos los indocumentados del Reino Unido ante el juez”, sino que “tienen como blanco lo que nosotros describimos como las frutas que cuelgan bajas”, a mano, es decir los negocios que dependen del trabajo informal, con pocos beneficios y propensión a no tener los papeles en orden.