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CHICAGO- En tan sólo los primeros cuatro meses del año unas 3,000 personas han sido deportadas a la Ciudad de México, según Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México.

“Y cada semana llegan tres aviones con unas 135 personas. Aunque no todas son de la Ciudad de México, el número va en aumento”, dijo Ana Laura López, vocera de Deportado Unidos en La Lucha, una organización que se dedica a orientar y guiar a los repatriados.

“Llegan sin nada, a veces inmigración se deshace de sus documentos y no se les recibe como se debe”, dijo López, quien junto con otros miembros de la organización, se reúnen los martes y jueves para recibir a sus connacionales en el aeropuerto de la capital mexicana.

Amalia García, secretaria del Trabajo de la Ciudad de México, aseguró que su entidad y “el resto del gobierno” están al tanto de las dificultades que sus repatriados enfrentan una vez que regresan a su país de origen y que trabajan de manera conjunta para “que los migrantes que regresen a nuestra ciudad cuenten con los programas a los que tienen derecho el resto de los habitantes de la ciudad”.

García también explicó que en los últimos meses la dependencia a su cargo implementó nuevas medidas para fortalecer sus servicios y servir mejor a los retornados.

Entre esos esfuerzos, dijo García, la prioridad es lograr que los connacionales encuentren “un trabajo digno” y así retenerlos en la ciudad para fortalecer la economía. Por eso, esa secretaría ofrece el seguro de desempleo, un respaldo económico equivalente al salario mínimo mensual durante seis meses, sean o no originarios de la Ciudad de México, mientras encuentran empleo.

“Eso permitirá que podamos abrir con las empresas condiciones para un mejor salario, una incorporación con mejor suelto”, dijo la Secretaría.

El programa también ofrece capacitación para los retornados.

“Hay migrantes que regresan y que vivieron muchos años en Estados Unidos. Entonces, como uno de ellos nos decía, tienen que aprender a volver a ser mexicanos”, consideró.

La capacitación incluye aprender nuevamente español y el sistema métrico, entre otras diferencias culturales. En su visita a la sede de Universidad Nacional Autónoma de México en Chicago, agregó que hay colaboraciones para asegurar que se puedan reconocer las certificaciones de competencia laboral obtenidas en EEUU. Eso incluye facilitar la recertificación en México para que inmediatamente puedan utilizarla para buscar un empleo.

“El salario mínimo en México es el más bajo en Latinoamérica y la gente tiene derecho a un mejor ingreso”, comentó García, “Con la capitación, con la certificación de competencias laborales, se puede apoyar a quienes regresan a que en su trabajo tengan un mejor salario”.

Por eso, la Secretaría del Trabajo inició una colaboración con alrededor de 70 empresas en la Ciudad de México para que estas abran espacios laborales para personas que regresen al país.

“Hay desde Microsoft u otras empresas de tecnología de la información hasta empresas del sector turístico y la construcción”, dijo García.

Como parte de la colaboración, las empresas deben pagar no menos de 240 dólares al mes, que equivalen a dos veces el salario mínimo vigente en México.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que aglutina a los empleadores, se comprometió a abrir 2,500 puestos de trabajo en lo que resta de 2017.

“Lo que hacemos es afinar los conocimientos y la capacitación para que puedan incorporarse y para que finalmente terminen con un contrato”, dijo García.

Según García, el año pasado unas 304 personas obtuvieron el seguro de desempleo. Y este año, en tan sólo el primer trimestre, 300 personas han requerido el seguro de desempleo.

Hace pocos meses, la Secretaría del Trabajo colocó módulos en el aeropuerto de la Ciudad de México para informar a los repatriados de sus servicios. También cambiaron las reglas de operación y sólo se requiere la carta de repatriación que les da el Instituto Nacional de Migración o la matrícula consular para poder inscribirse en el programa.

García reconoce que obtener la documentación mexicana no es un proceso fácil ni eficaz y dijo que Mancera está trabaja para que “quien regrese y solicite su acta de nacimiento, pueda obtenerla el mismo día” y así facilitar su integración a su nuevo hogar.

“El discurso del presidente de Estados Unido ha provocado en México una enorme solidaridad. La reacción de la gente ha sido muy interesante porque, en lugar de tener una actitud de rechazo, hay una gran solidaridad”, dijo.

En una ciudad donde la tasa de desempleo es de 3.7%, García aseguró que su “planteamiento no es que excluimos a alguien o que alguien esté en desventaja sino que las oportunidades están abiertas para quienes viven o llegan a vivir a la Ciudad de México”, aseguró.

También aclaró que el crear nuevas posiciones de empleo para los retornados no significa que “le quitan el trabajo” a nadie y que el objetivo es ver “cómo logramos mejores condiciones de conocimiento, capacitación y formación”.

Señaló que la tasa de desempleo “no es muy alta” y que la quinta parte, el 20% de los empleos que se generan en el país, se han generado en la Ciudad de México.