Skip to content
PUBLISHED: | UPDATED:

MILAN, MI – Camionetas blancas patrullan la prisión federal en Milan, situada fuera de la carretera y al otro lado de la calle de unos campos abiertos a 50 millas de Detroit. Los guardias llevan sus armas automáticas en el asiento del pasajero de sus vehículos.

Milan es un lugar improbable para Vicente ‘El Vicentillo’ Zambada-Niebla, de 37 años, uno de los narcos más poderosos en custodia del gobierno norteamericano. Es también donde se pierde la pista de este preso, ya que nadie quiere confirmar si todavía está ahí.

“Mi oficina no tiene ningún comentario sobre este tema”, dijo el vocero para el fiscal de los Estados Unidos, Randall Samborn. Nos dirigió al departamento de las cárceles federales, pero ese vocero no pudo confirmar dónde está ‘el Vicentillo’.

Cuando llamamos a uno de sus abogados, nos colgó el teléfono.

“No me hagas ninguna pregunta”, dijo Alvin Michaelson, “No puedo hablar contigo”.

Hasta el otoño de 2011, ‘el Vicentillo’ estaba en una cárcel en el centro de Chicago, pero lo mudaron a aquí tras quejas de sus abogados con la corte acerca del tratamiento de su cliente.

En el centro de este pueblo de 5,800 habitantes está Main Street, que haría una tarjeta postal perfecta del típico pueblo chico estadounidense. Las empresas en el vecindario muestran su orgullo local con sus nombres: Milan Tae Kwon Do, Milan Floral, y Milan Dólar.

A los vecinos les encanta el chisme de los prisioneros famosos, que incluyen al ex-alcalde corrupto de Detroit, Kwame Kilpatrick, y el “Unabomber” Ted Kaczynski.

“La cárcel es más interesante que el pueblo”, dijo Cari Starr, una mesera en Roy’s BBQ and Burgers.

Robert Creal, un abogado en Milan, bromeó que Kilpatrick “hubiera sido un buen alcalde de Chicago.”

Pero en esta ciudad, nadie conoce al Vicentillo aunque es el hijo de uno de los narcos más famosos del mundo, Ismael “Mayo” Zambada, de Sinaloa, México.

Los fiscales federales en Chicago presentaron cargos de narcotráfico contra ‘el Vicentillo’ en la primavera de 2009, quien cuenta con un equipo de abogados con mucha experiencia representando figuras del crimen organizado.

Dos de sus abogados, Edward Panzer y George Santangelo, representaron el mafioso desaparecido de Nueva York John Gotti. Otro, Alvin Michaelson, representó a Dominic Brooklier, un capo de Los Ángeles.

Documentos de la corte proporcionan detalles raros de la vida de un narco encarcelado y ilustran lo lejos que está ‘el Vicentillo’ de su estilo de vida en México.

Los abogados de ‘el Vicentillo’ mandaron una carta a la corte reclamando que ‘el Vicentillo’ estaba “más ansioso y deprimido” en la cárcel. En la prisión de Chicago, él estaba viviendo en aislamiento, durmiendo en celdas de 10 por 6 pies. Los oficiales de la cárcel le negaban la oportunidad hacer ejercicio afuera, según los documentos.

“En todo su tiempo encarcelado, él no ha visto el sol ni ha respirado el aire fresco”, explicaron sus abogados en documentos entregados a la corte el año pasado. “En contraste, él tenía la oportunidad para ejercicio afuera todos los días en la cárcel de seguridad máxima de México”.

‘El Vicentillo’ se quejó que el gobierno le negaba suplementos de vitamina D y dijo que sus comidas llegaban “una, dos, o tres horas” más tarde que las comidas de los otros presos, “por lo general frío”.

“Las cosas simples, como un refresco o lápices de colores están prohibidos para él”, escribieron sus abogados.

Aunque ‘el Vicentillo’ tiene suscripción al Chicago Tribune y El Paso Daily Times, “ninguno se entrega a tiempo. Muchos de los periódicos nunca llegan a su celda”.

Abogados del gobierno dijeron en su respuesta que Vicentillo estaba encarcelado sólo por su bien, porque él ha sobrevivido atentados a su vida en México desde los años 90. También dicen que sus problemas están exagerados.

“Por ejemplo, [Vicentillo] dice que esta ‘aislado de todas las formas posibles’ pero eso ignora las visitas de su abogado,” dijo el gobierno. “[Vicentillo] recibe a su abogado al menos tres veces a la semana, por muchas horas cada vez.”

Un juez federal dictaminó que el gobierno no podía negarle al ‘Vicentillo’ la oportunidad de salir a hacer ejercicio. Entonces, el gobierno lo trasladó para Milan, Michigan el pasado otoño.

Pero ‘el Vicentillo’ aún no quedó satisfecho, según los documentos. Su celda es más chica – mide 4 por 6 pies – lo que le obliga poner sus pies en el inodoro para hacer lagartijas. Y cuando quiere salir en el frío, el gobierno no le da “ropa de invierno adecuado (gorra, guantes, pantalones térmicos o chamarra adecuada),” según quejas entregadas por los abogados. No está claro por qué escogieron a Milan.

El Vicentillo tiene su siguiente cita en la corte en Chicago este miércoles. La fecha del juicio aún se espera. En citas pasadas, ha aparecido por teléfono ante el juez.

– Gregory Pratt, originario de La Villita ha trabajado para periódicos en Phoenix, Minneapolis y Chicago. Encuéntralo en Twitter @RoyalPratt ó comuníquese directamente a través de GregoryRoyalPratt @ gmail.com.