Por STEVEN COLE SMITH/TRIBUNE
A juzgar por su desenfocada campaña de publicidad inicial, parecería que Nissan no sabe exactamente que hacer con el Juke 2011. Y después de una semana de manejarlo, me doy cuenta del problema: este vehículo no encaja en las categorías convencionales.
Nissan lo pregona como un vehículo “Sports Cross”, lo cual quiere decir que se trata de un vehículo deportivo todo terreno, con más énfasis en el aspecto deportivo que en el utilitario. Basado en una de las plataformas globales de vehículos Nissan, el Juke queda entre el diminuto y funcional pero nada convencional Cube de Nissan, y el totalmente convencional deportivo y utilitario Rogue.
Debido a su tamaño – que parece una versión a escala menor del Infiniti FX – no hay duda de que el Juke al menos tiene la pretensión de performance, pero como el Infiniti, esa forma curvalínea no es tan eficiente por dentro como otros SUV más cuadrados. Supuestamente el Juke tiene capacidad para tres personas adultas en el asiento trasero, pero la falta de espacio entre la cabeza y el techo y para extender las piernas significa que a nadie deja contento.
Igualmente, el espacio para carga también es limitado para lo que técnicamente es un SUV: Hay 10.5 pies cúbicos de espacio para carga, o 35.9 pies cúbicos si se repliegan los asientos traseros.
Al frente, sin embargo, hay bastante espacio para dos pasajeros. Los asientos son resistentes y confortables, pese a ser delgados, con el respaldo diseñado para dar un poco más de espacio para los pasajeros del asiento de atrás. Los instrumentos y controles están diseñados inteligentemente y son fáciles de usar. En un par de aras -los paneles plásticos y básicos de las puertas y el cielo – uno puede ver evidencia de recorte de presupuestos, pero en general la impresión es que se trata de un vehículo que debería costar más del precio base de 18 mil 960 dolares.
En cuanto al desempeño, el Juke definitivamente es un contendiente – juguetón y competente pero al mismo tiempo económico en combustible. La única máquina ofrecida es una de 1.6 litros, tubocargada de 4 cilindros, con un impresionante 188 caballos de fuerza. Aun así, el rendimiento de combustible por millaje es bastante bueno. Con el manual de seis velocidades, la cual tuvimos en el vehículo de prueba, el rating de EPA es de 24 mpg en la ciudad, y de 31 en carretera. Con el CVT automático (transmisión continuamente variable) el millaje sube a 27/32. Lejanos están los días cuando una transmisión manual siempre superaba a una automática en millaje.
El aspecto mas innovador del Juke es la forma en que el conductor controla esa fuerza. Al oprimir un botón, uno accesa tres variantes – Eco, Normal y Sport, cada una gobernando la respuesta de aceleración. Tal como uno lo esperaria, Eco es la mas facil, maximizando el millaje. La variante Sport definitivamente levanta la máquina. La Normal es más bien un término medio. La dirección hidráulica reforzada eléctricamente se siente bien en cualquiera de las variantes.
El Juke tiene tres presentaciones: el base S, el SV de nivel medio, y el SL superior. El modelo de prueba fue el SL, cuyo precio empieza en 23 mil 050 dolares antes del envío. La tracción delantera es estándar; la doble tracción, que no tenía el carro de prueba, requiere mil 500 dolares más.
El SL viene equipado con asientos de piel, un enorme quemacocos y un sistema de sonido Rockford Fosgate, un sistema de navegación y una cámara para cuando se echa la reversa. Sin embargo, recuerde que aun si usted adquiere el Juke más económico, de cualquier modo usted tendrá la máquina tubocargada, así como una lista enorme de equipo de seguridad.
En carretera, el Juke es una auténtica sorpresa. Ruedas de aleación de 17 pulgadas con llantas Goodyear son seguras y discretas. Los amortiguadores son de la prestigiosa marca KYB. Todo esto aunado con la pequeña distancia entre ambos ejes, hace que el Juke se sienta más como un auto deportivo que un SUV. El viaje es bueno en todo terreno menos en el peor de los pavimentos. Es un companero para cualquier proposito lista para que lo uno le pida hacer.
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