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La llegada del Real Madrid a la capital de España en la madrugrada del jueves para celebrar junto a sus aficionados la conquista de la Copa del Rey frente al Barcelona no pudo ser más desafortunada y accidentada, ocurriendo lo nunca visto.Cuando el equipo madridista viaja en un autobús descapotable por las calles de Madrid entre el clamor de sus seguidores camino de la fuente de Cibeles, lugar habitual de las celebraciones del Real Madrid, el trofeo de la Copa del Rey se le escapó de las manos al defensa Sergio Ramos y cayó al frente del autobús, con la mala suerte de que el conductor no pudo evitar atroprellarlo para que quedara casi destrozado entre las ruedas del vehículo ante el asombro de todos los presentes.Sin embargo, Ramos se lo tomó con buen humor.”Buenos días a todos amigos. Lo de la Copa fue un mal entendido, saltó ella cuando llegó a Cibeles al ver tantos madridistas”, bromeó Ramos para quitar trascendencia al incidente.El plan BSin Copa con la que celebrar, rápidamente su puso en marcha el plan B para que el equipo pudiera seguir con los festejos con sus aficionados.Por tal motivo el Real Madrid se puso úrgentemente a altas horas de la madrugada española con la joyería Alegre, encargada del trofeo, que lo sustituyó por una copia a la llegada del equipo al estadio Santiago Bernabéu.”Desde las 5:30 am de hoy (jueves) el Real Madrid tiene en su poder una copa en perfectas condiciones para que la puedan disfrutar con sus aficionados”, señaló en declaraciones a EFE-TV Federico Alegre, propietario de la joyería madrileña donde se fabrica la copa.Y es que siempre se viaja a la ciudad donde se juega una final de fútbol, en este caso Valencia, con otro trofeo, “medio escondido” y del que nadie tiene conocimiento, “para que pueda dar soluciones”.Una vez en el campo madridista, Alegre charló con Agustín Herrerín, delegado de campo del Real Madrid, sobre el trofeo.”Una copa que se cae desde los cinco metros de altura y le pasa un autobús por encima, complicado lo tenemos”, dijo.La Real Federación Española de Fútbol cuando llega un acto tan importante como éste intenta “tener todos los cabos bien sujetos” y uno de ellos es el trofeo; “y aquí hay un plan B”, según Alegre.Este “plan B” consiste en hacer una réplica exacta del trofeo, porque “siempre hemos pensado que puede pasar algo”.No obstante, este joyero, quien se ha definido como “muy precavido”, ha admitido que, entre todo lo pensado, nunca se le había ocurrido que el incidente podía ser la caída de la copa desde un autobús.”Alegre, quien ha insistido en calificar el incidente de anécdota o pequeño accidente, ha detallado que la copa dañada aún está en el estadio del Real Madrid: “ya habrá tiempo de valorarla”.Pueda ser signo de mala suerteEl vicepresidente de relaciones institucionales del FC Barcelona, Carles Vilarrubí, se mostró satisfecho con el juego realizado por el equipo de Josep Guardiola y aseguró que la plantilla buscó la victoria en todo momento en la final de la Copa del Rey, a pesar de la derrota ante el Real Madrid (0-1).”Estamos bien de ánimos. Es una mala noticia, pero estamos muy satisfechos del comportamiento de los jugadores y la afición. No creo que debamos cambiar nada. Estamos satisfechos del trabajo hecho y volveríamos a jugar el mismo partido de la misma manera, supongo que igual que ellos”, declaró en una entrevista a la emisora RAC 1.”Ahora más que nunca tenemos el reto de recuperarnos anímicamente porque el modelo no tiene discusión”, dijo.”No falló nada estructural y lo tenemos que aceptar. En una final puede pasar cualquier cosa. Ahora más que nunca tenemos el reto de recuperarnos anímicamente porque el modelo no tiene discusión. Que la Copa se haya roto, puede que sea un signo de mala suerte, no lo sé”, concluyó.