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Mientras que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lleva a cabo el lunes una reunión de emergencia para lidiar con la peor hambruna en 20 años en el llamado Cuerno de África, expertos aseguran que problemas de seguridad y de infraestructura dificultan las labores de ayuda hacia dicha región.

La semana pasada, la ONU declaró estado de hambruna en Somalia luego que la tasa de desnutrición infantil en el sur de ese país se duplicó en un sólo mes, llegando en algunos lugares hasta al 55% y las muertes de niños aumentaron a seis por día, según

Los Angeles Times

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“Es la emergencia alimentaria más grave en el mundo”, enfatizó el domingo Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PAM) en conferencia de prensa en Nairobi, reportó EFE, y agregando que necesita otros 360 millones de dólares más para lidiar con la hambruna de aquí al final del año.

El Times reporta que aún faltan más de 250 millones de los 535 millones de dólares que Unicef solicitó a finales del año pasado a la comunidad internacional.

¿Por qué la comunidad internacional se ha demorado en responder?

“Aun cuando la atención del mundo fue acaparado hacia la historia optimista de la independencia del Sudan del Sur, los titulares se perdieron la gran historia del Cuerno de África”, dijo a HOY Catherine Bertini, investigadora senior de The Chicago Council on Global Affairs.

La experta señaló que la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (FEWS) de la Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU (USAID) había advertido el potencial de la crisis desde el verano de 2010.

“USAID ha colocado enormes cantidades de comida en la región”, dijo Bertini.

Sin embargo, advirtió algunos problemas para la ayuda internacional.

“Principalmente la inseguridad en Somalia ha hecho que los trabajadores de ayuda salgan del país. Las autoridades no garantizan su seguridad, y además quieren cobrarles impuestos”, dijo Bertin. “Hay reportes de que las autoridades somalíes ya están recibiendo a los trabajadores de ayuda, pero ese es un lugar aún muy difícil e inseguro para operar”.

La investigadora también como problemas los pocos caminos y la infraestructura limitada en Somalia.

“Mogadiscio (la capital) es el núcleo poblacional más grande del país, así como el puerto más grande, pero en los alrededores a menudo la comida precisa ser transportada por aire a las villas, lo cual es algo arriesgado y caro”, dijo Bertini.

De acuerdo con datos de la ONU, al menos a 10 millones de personas en el Cuerno de África sufren el castigo de una combinación letal de conflicto bélico, hambruna y la peor sequía en 60 años.

“En Somalia, así como en sus vecinos Kenia y Etiopía, la mayoría de la tierra es rural y gran parte de la economía está basada en pastores”, explicó Bertini. “Cuando ocurren la sequía, los animales también sufren, de modo que la gente pierde sus ingresos y fuentes de alimentos, lo cual empeora aun mas su salud y su abastecimiento de alimentos”.

Agregó que EEUU ha sido generosos en ayudar a la región a través de USAID.

“Los estadounidenses deben exhortar al Gobierno, mediante sus congresistas, a seguir apoyando a resolver las grandes necesidades de la región”, dijo Bertini.