Sobre Delfino Mora se han dicho y escrito muchas cosas, todas ellas positivas para un hombre que se dedicó a trabajar para sacar adelante a su numerosa familia.
Se han hecho ceremonias, como
la organizada el domingo pasado
por la concejal Debra Silverstein (D-50); Jesús “Chuy” Negrete
para honrar su memoria, y este jueves, en el Concejo Municipal, se aprobó una resolución en su honor.
Para los 23 nietos de este inmigrante originario de Ciudad Hidalgo, Michoacán, lo más difícil será no volver a ver a su abuelo.
“Lo van a extrañar. Mi papá pasaba mucho tiempo con sus nietos. En cuanto llegaban de la escuela, iban a verlo”, contó María Mora, de 37 años y una de los 12 hijos de Delfino.
La mujer agregó que sus hijos Leobardo Plata, de 17 años, Alexis, de 14, y Jackie, de 7, van a echar de menos a su abuelo, porque “fue muy bueno con ellos”.
Durante la ceremonia de este jueves en el Concejo Municipal, varios de los regidores expresaron no sólo su pesar por la muerte a golpes de “un buen ciudadano”, también expusieron su malestar ante un hecho que calificaron de “absurdo” y “despiadado”.
Entre los comentarios más enérgicos estuvo el del concejal Robert Fioretti (D-2), quien puso la responsabilidad de los actos supuestamente cometidos por Malik Jones, de 16 años; Nicholas Ayala, de 17, y Anthony Malcolm, de 18,
y detenidos sin derecho a fianza, en sus padres.
“Me pregunto, ¿dónde estaban los padres de estos muchachos? No es responsabilidad de la comunidad, las iglesias o las autoridades, sino de los padres”, añadió Fioretti.
Delfino, de 62 años, fue atacado el 10 de julio
supuestamente por los tres acusados
mientras recogía botes de aluminio en un callejón del barrio de Rogers Park, al norte de chicago.
La fiscalía agregó que Delfino murió
víctima de un juego llamado “elígelo y noquéalo”
. Luego de golpearlo, los supuestos atacantes le robaron 60 dólares a la víctima y huyeron, no sin antes haber grabado en video su fechoría, el cual
subieron a una página de Facebook
.
Luego de la ceremonia, María, su hija, comentó que las muestras de apoyo por parte de la comunidad “han sido enormes. No tengo palabras para agradecerles lo que han hecho por mi familia”.
También dijo que su madre, del mismo nombre y estuvo casada con Delfino durante 40 años, se encuentra bien. “Está en México con algunos de mis hermanos, que llevaron el cuerpo de mi papá a Michoacán para ser enterrado”, indicó.
A pesar de la “emoción que siento” por el homenaje a su padre, María dijo sobre los supuestos homicidas que “son gente sin corazón” porque de otra manera no se puede uno explicar lo que “ellos hicieron con mi padre. Que Dios los perdone”.