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Christopher Vaughn, aparecio en la corte el 6 de junio de 2012. ZBIGNIEW BZDAK/CHICAGO TRIBUNE
Zbigniew Bzdak / Chicago Tribune
Christopher Vaughn, aparecio en la corte el 6 de junio de 2012. ZBIGNIEW BZDAK/CHICAGO TRIBUNE
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Los juicios de dos de los más sonados casos en el área de Chicago se están realizando al mismo tiempo en las cortes del condado de Will, en Joliet; el del ex sargento de policía Drew Peterson, acusado de la muerte de su tercera esposa y el de Christopher Vaughn, acusado de matar a tiros a su esposa y sus tres hijos.

Los argumentos en el caso de Vaughn iniciaron esta semana con imágenes de la escena del crimen en las que se vió a los niños Abigayle, de 12 años; Cassandra, de 11; y Blake, de 8; en pijama, rodeados de almohadas y cobijas, en el asiento trasero de la Ford Explorer de la familia. Su padre, de 37 años, está acusado de asesinarlos al igual que a su esposa Kimberly, de 34.

A cinco años de los acontecimientos esta semana atestiguaron en el caso oficiales que atendieron la emergencia, familiares, y un automovilista que se acercó a ayudar a Vaughn al verlo herido.

El 14 de junio de 2007, Vaughn los levantó de madrugada en su casa en el suburbio de Oswego, para llevarlos a un parque acuático cerca de Springfield, indica la cobertura del diario

Chicago Tribune

.

La fiscalía dijo que Vaughn se salió de la autopista I-55 cerca del poblado Channahon, se estacionó, disparó y los mató con una pistola con la que había practicado la noche anterior.

George Lenard, el abogado de Vaughn, argumentó que se trataba de “un caso de homicidio-suicidio (causado por la esposa)” y que Christopher Vaughn no era responsable por las muertes.

Los fiscales alegan que él planeaba escapar de su vida familiar

a un desierto en Canadá y que no quería ninguna atadura

.

La fiscalía destacó que mientras la familia iba preparada para vestir con ropa de verano, el acusado vestía esa mañana botas de cowboy, blue jeans, una camiseta, una camisa de manga larga y una chaqueta de lana.

John Speer, testificó que iba a su trabajo cuando vio a Vaughn en la carretera Interestatal 55 cerca Channahon, sangrado del muslo izquierdo y una de sus muñecas.

Creo que mi esposa me disparó

” dijo Speer que Vaughn le comentó. Para luego dejar de responder preguntas.

Derek Ellenberger, paramédico de Channahon testificó que Vaughn brevemente salió de su silencio y estado distante cuando la tijera que usaron para cortar su pantalón y descubrir su herida se acercó a sus botas de vaquero nuevas, y determinante dijo que “de ninguna manera le fueran a estropear las botas”, dijo Ellenberger.

Corey Burket, alguacil del condado de Will, testificó que Vaughn estaba aturdido cuando fue interrogado en el hospital más tarde ese día, y ofreció información vaga sobre el viaje al parque y nunca preguntó sobre la situación de sus hijos. En cambio, expresó enfado por su ropa.

“Dijo que estaba molesto porque un bombero le habían arruinado su chamarra”, testificó Burket. “Dijo (que la chamarra) era de Yukón. Le pregunté donde estaba Yukon, y dijo que en Canadá”.

Poco tiempo después, Vaughn comenzó a ofrecer sus primeros comentarios dijo que se salió de la carretera porque su esposa tenía náuseas, comentó en la corte Dennis Carey, detective del condado de Will.

Luego Vaughn le dijo que salió a verificar el portaequipajes y vio sangre en su pierna.

“Entonces le dijo a su esposa que estaba herido y que iba a buscar ayuda”, dijo Carey. Vaughn le dijo que nunca vio una pistola y no escuchó los disparos.

El miércoles, el jurado también se mostró correos electrónicos y mensajes de texto enviados por Kimberly Vaughn en las semanas previas a su muerte. Los fiscales dijeron que en ellos no se muestra angustiada ni con pensamientos suicidas.

En el juicio, Chrystal Miller,

una ex bailarina exótic

a que Vaughn frecuentaba en un club para caballeros en Stone Park los meses anteriores a los asesinatos, lo describió como “muy tímido”, y quien se presentó como soltero y sin hijos.

Ella dijo que no lo conoció mucho.

El Juicio de Peterson

En una sala vecina se lleva a cabo desde hace semanas

el juicio a Drew Peterson,

un ex sargento de la policía de Bolingbrook, acusado de la muerte de su tercera esposa, Kathleen Savio y sospechoso por la desaparición de su cuarta esposa Stacy Peterson.

Entre los recientes testimonios en el caso, se escuchó el de Jeff Pachter, quien conoció a Peterson en su trabajo como un instalador de cable, y quien dijo al jurado que sabiéndolo necesitado de dinero para pagar deudas de juego e impuestos, Drew Peterson casualmente le ofreció $25,000 para encontrar a un pistolero “que se encargara” de su tercera esposa, Kathleen Savio.

La única condición de Peterson fue que se le advirtiera para tener una cuartada, dijo Pachter.

El testimonio podría desempeñar un papel fundamental en el caso en gran medida circunstancial, donde ninguna evidencia física conecta a Peterson con el presunto delito y la defensa asegura que Savio resbaló en su bañera y se ahogó en 2004.

Pachter dijo que la conversación que tuvo lugar en noviembre de 2003 en la patrulla de Peterson, el sargento compartió sus planes de presunta coartada. Peterson le describió que podría salir del país o ir a Six Flags Great America y sostener una riña para legitimar su paradero en el momento que su tercera esposa fuera asesinada.

“Me dijo que esto era algo que tenía que llevarme a la tumba”, dijo Pachter, un ofensor sexual convicto que le adeuda el IRS $35, 000 y había pedido prestado $1,000 a Peterson para cubrir deudas de juego.

También dijo que Peterson no ofreció más detalles ni información para que el plan se realizara.

Los fiscales también llamaron al sargento de la policía estatal Bryan Falat quien dijo que pensaba que “posiblemente se trató de un homicidio”. Y que no estuvo de acuerdo cuando su jefe el sargento Patrick Collins le informó que Peterson estaría presente durante la entrevista a su cuarta esposa Stacy Peterson en su casa de Bolingbrook.

La fiscalía cuestionó el jueves que

el fin de semana de la muerte de Savio

, en marzo de 2004, Peterson llevó a su familia al acuario Shedd y mantuvo numerosos recibos. Las autoridades los encontraron sin arrugas a más de tres años de los hechos.

Este viernes

podría concluir el caso

.