Arnold Schwarzenegger admitió que tuvo múltiples aventuras durante su fracasado matrimonio de 25 años con Maria Shriver, aunque consideró que el romance que mantuvo con su ama de llaves, del que nació un hijo, fue la cosa “más estúpida” que hizo.
En una entrevista de televisión planeada para ser difundida junto a sus memorias este lunes, el exculturista y estrella de Hollywood explicó que Shriver se enfrentó a él sobre la cuestión de su paternidad con otra mujer el día siguiente de dejar el puesto de gobernador de California en enero de 2011.
El famoso actor también admitió que tenía el hábito de vivir “negando” cosas y manteniendo secretos, entre ellos no contar a Shriver que iba a presentarse a gobernador hasta poco antes de anunciarlo y tratar de ocultarle que iba a someterse a una operación del corazón.
“Es la forma en la que manejo las cosas. Y siempre funcionó. Quiero decir no, no es lo mejor para la gente que está a mi alrededor porque algunas veces me guardo la información para mí”, declaró al programa “60 Minutes” de CBS. “Me convertí en un experto en vivir en la negación”, añadió.
Shriver pidió el divorcio en julio del año pasado citando “diferencias irreconciliables” con su marido, a quien conoció en 1977 con quien se casó en 1986 y al que siguió a la mansión del gobernador de California en 2003.
Schwarzenegger admitió en mayo de 2011 haber tenido un hijo, llamado Joseph y nacido en 1997, con el ama de llaves de largo tiempo de la familia, Mildred Baena, y anunció la separación de la pareja.
En la entrevista en “60 Minutes”, el actor afirma que cuando se dio cuenta cuando Joseph tenía siete u ocho años de que se parecía a él físicamente, y aunque no lo habló abiertamente, comenzó a dar a la madre apoyo financiero.
La ama de llaves mantuvo su empleo y Joseph incluso jugaba con los hijos de la pareja. Pero las sospechas de su mujer crecieron y ella finalmente se enfrentó a él el día después de dejar el puesto de gobernador, en el momento en que ambos acudían a un consejero matrimonial.
Shriver le dijo directamente: “creo que Joseph es hijo tuyo”, a lo que él respondió “estás en lo cierto”. Ella presentó la demanda de divorcio unas semanas más tarde.
“Creo que fue la cosa más estúpida que he hecho en toda la relación. Fue terrible. He infligido un dolor tremendo a María y un dolor increíble a los niños”, dijo.
Baena no era la primera mujer con la que Schwarzenegger había engañado a su mujer, reconoció, y en el libro de memorias reconoce haber mantenido una “tórrida aventura” con la actriz Brigitte Nielsen mientras filmaban la película “Red Sonja” en 1985.
Al ser presionado en la entrevista sobre otras infidelidades, admitió: “tuve otras. Pero es algo que queda entre Maria y yo”, afirmó, añadiendo que Shriver sabía al respecto.
“No soy perfecto”, reconoció.
Las acusaciones de mala conducta sexual y los romances siempre persiguieron a este actor nacido en Austria y convertido en político, que regresó a la pantalla grande en “The Expendables 2” este año, y tiene varias otras películas de próximo estreno.
Entre otros comentarios, Schwarzenegger, de 65 años, contó cómo Shriver “comenzó a temblar” cuando le confesó que planeaba presentarse a gobernador de California sólo días antes del anuncio en agosto de 2003.
“Pensé que diría ‘eso es increíble, bienvenido al club, finalmente te convencimos de ser un funcionario público'”, dijo, refiriéndose a la historia política de la dinastía Kennedy, a la que ella pertenece.
Sus objeciones fueron sólo superadas tras una intervención de su suegra Eunice Shriver, que le advirtió que Schwarzenegger se enfadaría si trataba de impedir que se presentara.
El exculturista y estrella de Hollywood dijo que Shriver no había leído el libro autobiográfico lanzado este lunes y titulado “Total Recall”, como la exitosa película de 1990 que protagonizó (conocida como El vengador del futuro, en Latinoamérica, y Desafío total, en España).
Al ser preguntado sobre la visión de Shriver sobre la autobiografía, el actor afirmó “Creo que Maria me desea lo mejor con todo lo que hago”.
No hubo respuesta inmediata de los representantes de Shriver al ser cuestionados al respecto.
