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Por Andy Sullivan

WASHINGTON D.C., EEUU –

Los debates entre los candidatos a vicepresidente de Estados Unidos por lo general no tienen mucha importancia, pero el enfrentamiento de este jueves entre el demócrata Joe Biden y el republicano Paul Ryan podría ser la excepción.

Los demócratas cuentan con Biden para atenuar el ímpetu del candidato presidencial republicano Mitt Romney, quien ha ganado terreno tras una actuación sólida en su debate contra el presidente Barack Obama la semana pasada.

Las encuestas de opinión muestran que la contienda por la Casa Blanca está virtualmente empatada a cuatro semanas de las elecciones.

A continuación, cuatro temas a tener en cuenta en el debate del jueves, que se celebrará en Danville, Kentucky:

Fuegos artificiales

Biden y Ryan han mostrado una mayor voluntad de subirle el volumen a la discusión y ambos se sienten cómodos jugando el tradicional papel de perro de ataque, que suele caracterizar a los candidatos a vicepresidente.

“Me sorprendería si no hubiera más fuegos artificiales en este debate que en el primer debate presidencial”, dijo el profesor de la Universidad de Maine Mark Brewer.

Biden, de 69 años, no es conocido por ser reservado y sus declaraciones en la campaña electoral a veces han sido noticia por las razones equivocadas.

Pero como veterano de dos campañas presidenciales y con 36 años en el Senado, tiene experiencia en debatir, la que puede combinar con un conocimiento cabal de la política.

Como uno de los pensadores más importantes del movimiento conservador, Ryan, de 42 años, combina un comportamiento educado con una voluntad inquebrantable para delinear los pasos que reducirían drásticamente el papel del Gobierno federal.

Si bien no ha debatido en este nivel antes, Ryan tiene años de experiencia de venderle ideas conservadoras a los votantes que no están a gusto con ellas.

Su distrito electoral en el sureste de Wisconsin es uno de los más políticamente equilibrados en el país, pero Ryan ha ganado su reelección con facilidad en los últimos 14 años, incluso cuando ha instado a recortar los programas populares de ayuda social.

Cruce de acusaciones

Los demócratas creen que Obama no discutió demasiadas afirmaciones de Romney sobre los impuestos, la salud y otros temas durante el primero de los tres debates televisados. Desde entonces, la campaña de Obama ha lanzado una serie de videos que acusan a Romney de mentir acerca de la energía, la salud, los impuestos y la educación.

Biden ha dicho que no permitirá que ningún cuestionamiento quede sin respuesta, y los aliados demócratas dicen que será importante evitar que Ryan le reste importancia a detalles de sus controvertidas políticas.

“Hay que llamarle la atención a estos chicos si van a tratar de hacerse pasar por personas que no son”, dijo Jared Bernstein, ex economista del Gobierno de Obama.

Medicare

El debate presidencial de la semana pasada fue sobre temas económicos, pero el encuentro entre los candidatos a vicepresidente podría depender de un solo tema: Medicare.

Ryan construyó su reputación sobre una propuesta que sería privatizar parcialmente el plan de salud de los ancianos y las personas con capacidades diferentes, en un esfuerzo por evitar que los costos de salud desborden el presupuesto federal.

Los demócratas dicen que el plan obligaría a los retirados a pagar miles de dólares más para recibir tratamiento médico.

Romney adoptó la idea como propia el año pasado, aunque ha evitado explicar en detalle el impacto financiero para los implicados y el país en su conjunto.

Los espectadores deben esperar que Biden salga a atacar por ahí -los demócratas han ganado las elecciones por décadas advirtiendo que los republicanos quieren desmantelar el programa- y el tema parece estar funcionando a su favor este año.

Pero Ryan tiene años de práctica en describir el plan para un público escéptico. El debate del jueves podría ser la mejor oportunidad para que la candidatura republicana conquiste a los votantes independientes que temen que Obama no ha hecho lo suficiente para frenar el déficit presupuestario.

Política exterior

La campaña de Romney ha intensificado su crítica a la política exterior de la administración Obama después de los ataques del mes pasado en las misiones diplomáticas de EEUU en Oriente Medio, y Ryan, sin duda, está bien informado de los pormenores de los asuntos exteriores.

Pero al enfrentar a Biden se encontrará con un ex presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que se encargó de la retirada de la administración Obama de Irak.

Sobre el papel, las diferencias son enormes. Pero eso no significa necesariamente que Biden tiene una ventaja.

“A veces profundizas tanto que sabes demasiado y te vuelves ineficaz”, dijo Cal Jillson, cientista político de la Universidad Metodista del Sur.

“Lo que Biden tiene que hacer es tomar todo lo que él sabe y procesarlo en ideas fáciles de entender para los votantes que no son expertos. Ryan tiene que hacer lo mismo, pero tiene que sonar como si supiera lo suficiente como para ser creíble”, agregó.