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Mientras en estados como Arizona niegan licencias a inmigrantes, en Illinois abogan por ellas, con el argumento de que ello beneficiaría la economía, al sector laboral, a agencias de la ley, al sector salud, entre otros beneficios.

Recientemente Jan Brewer, gobernadora de Arizona, firmó una orden ejecutiva para evitar que los jóvenes indocumentados que obtengan el beneficio de la acción diferida contra las deportaciones puedan tramitar licencias de conducir o identificaciones oficiales del estado; en tanto, en estados como Washington y Nuevo México se requiere que todo conductor tenga licencia, incluidos los indocumentados.

En ese contexto, en Illinois la Coalición Seguridad en las Carreteras hizo un llamado el martes para que la legislatura en Springfield apruebe una medida que le permitiría a los indocumentados obtener un documento oficial para conducir: una licencia temporal de manejo para visitante.

Se trata de un documento que actualmente la Secretaría de Estado ya expide a extranjeros que se encuentran temporalmente viviendo en el país. La Coalición –compuesta por restauranteros, alguaciles, empresarios, hospitales, organizaciones comunitarias- considera que con este documento los inmigrantes no serían objeto de distinciones y que las carreteras estarían más seguras.

Para expedir dicho documento, la Secretaría del Estado realiza un proceso de exámenes físicos y de conocimientos que certifica las habilidades del conductor.

Ésta también es “una oportunidad económica para el estado”, argumentan quienes favorecen la medida.

Según Omar Duque, presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Illinois, si sólo el 50 por ciento de las aproximadamente 250,000 personas que conducen sin licencia y sin seguro en el estado paga por lo menos $30 por el documento, Illinois colectaría $3.7 millones en ingresos. Más tarde el estado ganaría también a la hora de que esos documentos se renueven; y las empresas que venden seguros también ganarían; por consiguiente, con un permiso para conducir los inmigrantes se sentirían más seguros para desplazarse y consumir.

Pero la Federation for American Immigration Reform (FAIR) se opone a que se emitan las licencias a indocumentados, al citar razones de seguridad.

FAIR, que se opone a la inmigración ilegal, argumenta que la facilidad con la que se han entregado licencias a indocumentados fue instrumental en los ataques terroristas del 9/11.

“Las múltiples licencias que los secuestradores obtuvieron de estados, que tienen requisitos de la licencia de conducir poco exigentes, permitieron a los terroristas conseguir alojamiento, entrenamiento de vuelo, y boletos de viaje”, indicó FAIR.

El alcalde de Chicago Rahm Emanuel expresó su apoyo y también el Sindicato de

Maestros de Chicago

(CTU).

Carmen Velásquez, directora ejecutiva de Centro Médico Alivio mencionó que la expedición de estos documentos también tienen un factor humano, “el número de personas que donan órganos se incrementaría, se atenderían mejor las emergencias médicas y disminuiría el riesgo de errores médicos”, indicó.

Otro impacto positivo de las licencias para todos se vería en los procesos que se le siguen a quienes no cuentan con licencia ni seguro. Mark Curran, el alguacil republicano del Condado de Lake, considera que el documento evitaría que jueces y oficiales pierdan tiempo en las cortes, además de que se le ahorraría dinero a los contribuyentes.

Con licencias de conducir para todos “las autoridades estaríamos habilitadAs para identificar a los conductores a la hora de detenerlos por no respetar una señal de alto y consultar sus antecedentes. Sería muy útil en la escena de un accidente para los trabajadores en una emergencia, simplemente para intercambiar información con otros conductores”, agregó el alguacil.

La situación actual “no es buena para Illinois, ni las carreteras, ni para la economía, ni para la comunidad inmigrante que va al trabajo, a la escuela o a la iglesia. Le pido a la Asamblea General que haga su trabajo”, agregó Curran.

Por su parte, Ángel García, abogado y presidente de Chicago Young Republicans, comentó que “es justo” que esta situación empiece a cambiar. “En ocasiones, la falta de licencia se convierte en un crimen. Mete a la gente en graves problemas. Se debe hacer algo para remediarlo”, consideró.

García también comentó que tras la elección presidencial “los demócratas tienen super mayorías en ambas cámaras del estado y si no aprueban lo de las licencias no podrán culpar a los republicanos”.