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Llegó, almorzó, conversaron y se fue. Para la prensa, pues sólo el comunicado oficial.

Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts, se reunió en privado este jueves con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca durante una hora.

Vestido de negro, Romney llegó a las 12:30 pm en una camioneta del mismo color, y se fue a la 1:41 pm. Ni él ni Obama hicieron declaraciones a la prensa.

Hace cuatro años, cuando se reunió con el senador John McCain (R-Ariz.), quien fuera su contrincante, a la prensa sí se le permitió el acceso.

Los detalles de la reunión, así como la foto oficial, vendrían después, indicó Jay Carney, secretario de prensa de la Casa Blanca. “Ambos querían una conversación privada”, argumentó Carney y agregó que no había agenda y que tampoco se le ofreció ningún puesto a Romney.

Fue más bien, según Carley, un gesto simbólico para ilustrar la historia, digamos una tradición, de transferencias pacíficas de poder en el país.

La vez anterior que ambos personajes estuvieron juntos fue el 22 de octubre, durante el tercer y último debate de la campaña por la presidencia de EEUU. Después de eso, sólo hablaron por teléfono el 6 de noviembre, cuando Romney reconoció su derrota y felicitó al Presidente.

Previo a la reunión con Obama, Romney vio al representante federal Paul Ryan (R-Wis.), quien fue su compañero de fórmula.

Según

The Washington Post, la conversación con Ryan

giró en torno a temas familiares y reflexiones sobre la campaña.

En un comunicado, Ryan dijo que estaba agradecido con Romney y que “aprecio nuestra amistad”, además de sentirse orgulloso por los “principios e ideas” que expusieron durante la campaña, siempre con la idea de “promover la seguridad económica de los estadounidenses”.

De vuelta a la Casa Blanca, Romney y Obama hablaron sobre “el liderazgo de Estados Unidos en el mundo, y la importancia de mantener ese puesto de liderazgo en el futuro”, aseguró la residencia oficial

Ambos “se comprometieron a mantenerse en contacto, particularmente si surgen oportunidades en el futuro para trabajar juntos en intereses compartidos”, agregó la nota.

El almuerzo privado, que se llevó a cabo en un comedor anexo al Despacho Oval de la Casa Blanca, incluyó un “chili de pavo” y una ensalada de pollo asado al estilo del sudoeste del país, según la Casa Blanca.