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Resolver el problemas de las baterías se ha convertido en el principal punto de atención de la investigación en los Dreamliner 787 de Boeing. DAVID McNEW | GETTY
David McNew / Getty Images
Resolver el problemas de las baterías se ha convertido en el principal punto de atención de la investigación en los Dreamliner 787 de Boeing. DAVID McNEW | GETTY
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Por James Topham

TOKIO/WASHINGTON –

Los reguladores japoneses se sumaron a sus homólogos de Estados Unidos en las investigaciones de los recientes incendios a bordo del 787 Dreamliner de Boeing Co, cuyos vuelos han estado suspendidos durante una semana y no se ve un pronto final a la medida.

Resolver el problemas de las baterías se ha convertido en el principal punto de atención de la investigación, aunque el jefe de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) dijo el miércoles que aún no hay una respuesta definitiva sobre la causa, ni una fecha para que los aviones vuelvan a volar.

En tanto, a medida que las entregas del innovador avión de pasajeros se demoran, un cliente chino clave lamentó los retrasos y dijo que sus planes de crecimiento estaban viéndose afectados por su incapacidad de recibir los aviones a tiempo.

Los reguladores suspendieron los vuelos del Dreamliner el 16 de enero, después de una serie de incidentes de seguridad, incluidos incendios en las baterías de los aviones en Estados Unidos y Japón. El incidente en Japón obligó a un avión a realizar un aterrizaje de emergencia.

La semana pasada, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos dijo que el incendio de un avión 787 de Japan Airlines Co Ltd en Boston no se debió a un exceso de voltaje, y el miércoles, funcionarios japoneses no descartaron su rol en el incidente en el avión de All Nippon Airways Co Ltd en el mismo aeropuerto.

“En la superficie, parece que no hubo sobrecarga”, dijo en un comunicado Norihiro Goto, presidente de la Junta de Seguridad del Transporte de Japón (JTSB).

“El hecho de que estos incidentes relacionados al sistema eléctrico ocurrieron consecutivamente, desde mi punto de vista, no podía esperarse. Se nos está haciendo difícil descubrir qué tipo de postura investigativa deberíamos asumir”, admitió.

En la noche del miércoles, la NTSB dijo que se están realizando más pruebas a las baterías dañadas en el incendio en Boston, incluidas tomografías computarizadas (CT) a las celdas individuales. La presidenta de la junta, Deborah Hersman, entregará un informe actualizado el jueves.

La investigación también ha renovado la polémica sobre la decisión tomada en el 2007 por la FAA de dejar a Boeing usar una tecnología de baterías inflamable en el 787.

Un comité del Senado estadounidense realizará una audiencia en las próximas semanas para examinar la supervisión de seguridad de la aviación doméstica y la decisión de la FAA, dijo el martes un asesor del Congreso.

Mientras la NTSB y la JTSB buscan una solución al problema de las baterías, también hay un tema abierto sobre una filtración de combustible en el Dreamliner.

A comienzos de diciembre, funcionarios estadounidenses advirtieron de una falla en la fabricación de las líneas de combustible, y anteriormente este mes un avión de JAL en Boston sufrió una filtración antes de su despegue.

El fabricante industrial Eaton Corp dijo el miércoles que estaba cooperando con los investigadores que revisan las filtraciones de combustible.

“Sin hablar sobre cualquiera de los incidentes o investigaciones, puedo decirles que nosotros proveemos las bombas y las válvulas al programa”, dijo una portavoz.

El programa 787 ya tenía años de demora antes de la suspensión de vuelos de la semana pasada, lo que significa que Boeing no puede entregar los aviones recién terminados a sus clientes. El jefe de ingenieros del Boeing 787, Mike Sinnett, dijo en una conferencia de aviación en Dublín que no podría decir cuándo cambiará la situación.

“No puedo realmente hablar sobre los plazos de la investigación. La Dirección Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) es en realidad la única autoridad con permiso en Estados Unidos para hablar sobre esta investigación y realizaron algunos anuncios recientes, pero no puedo especular sobre el lapso de tiempo”, dijo Sinnett.

“Nuestro compromiso para con nuestros clientes sigue siendo que resolveremos los problemas tan pronto como sea posible y reduciremos todo lo posible las interrupciones”, agregó.

El secretario de Transporte de Estados Unidos, Ray LaHood, la máxima autoridad del transporte del país, dijo el miércoles que la meta era que los 787 vuelvan al servicio lo antes posible, pero que el Gobierno no acelerará la investigación.

“Estamos trabajando diligentemente con Boeing para descifrar el problema y hallar una solución. Nuestra meta es terminar esto lo antes posible, pero debemos estar seguros de que los problemas estén resueltos antes de que podamos seguir adelante”, dijo LaHood al Aero Club de Washington.