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La aprobación del proyecto de reforma migratoria en el Senado (S. 744) es un paso importante pero solo representa la mitad de lo que se necesita para legalizar a millones de indocumentados, la otra mitad está en manos de los republicanos, que son mayoría en la Cámara de Representantes.

El avance significa un primer paso adelante para “asegurar que nuestras familias permanecer unidas”, consideró la Coalición de Illinois pro Derechos de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR).

La organización dijo que sus miembros estaban muy contentos por el voto bipartidista y fuerte de 68 a 32, que quitó un obstáculo importante en el proceso legislativo.

Sin embargo, la coalición de organizaciones pro inmigrantes, dijo sentir preocupación por el reforzamiento de vigilancia en la frontera, “ha sido un precio muy alto a pagar a cambio del acceso a la ciudadanía “, mencionó Lawrence Benito, director ejecutivo de ICIRR.

La coalición instó al Partido Republicano a liderar el avance de la reforma en la Cámara de Representantes “que mantenga a nuestras familias juntas”.

El representante federal Luis Gutiérrez, coincidió.

“Sí se puede!”, dijo Gutiérrez, pero falta la mitad del camino, aseguró.

El representante indicó que el Senado actuó y ahora le toca actuar al liderazgo en la Cámara de Representantes determinar “cómo y cuándo actuaremos de manera bipartidista. Este es un gran momento, pero estamos sólo a medio camino de la meta”, dijo Gutiérrez.

El Congresista indicó que los republicanos tienen que actuar o de lo contrario serán vistos como un obstáculo en la promulgación de leyes sensibles para el pueblo estadounidense.

“Creo que un enfoque bipartidista en la Cámara es lo único que va a resolver el problema político que enfrenta el Partido Republicano –su postura sobre la inmigración los hacen ver anti-inmigrantes y anti-latinos- los republicanos de la Cámara no podrán cambiar esta percepción a menos que trabajen con los demócratas de la Cámara para llegar a una solución bipartidista, agregó Gutiérrez.

El padre Brendan Curran, párroco de la iglesia San Pio, en el barrio de Pilsen, quien ha estado involucrado en el movimiento por una reforma migratoria, dijo que el voto “fue valiente, con decisión de dejar las diferencias partidistas”, reconoció que no es una medida perfecta e indicó que hay mucha preocupación sobre el duro enfoque de seguridad en la frontera, sin embargo, “es un paso adelante”.

Curran adelantó que la lucha sigue para lograr que la Cámara de Representantes haga su trabajo y apruebe la medida. “Tenemos que presionar a los congresistas”, dijo el cura de San Pio.

La histórica votación en el Senado nos acerca un paso más para arreglar el sistema de inmigración, comentó Rahm Emanuel, alcalde de Chicago.

“La ley proporcionará un camino hacia la legalización para millones de residentes trabajadores y ayudará a crear un futuro mejor para los estadounidenses, para que nuestro país sea más competitivo”, agregó Emanuel.

Y agradeció al senador Richard Durbin, por su liderazgo en sacar adelante la reforma migratoria y al senador Mark Kirk por trabajar en el esfuerzo bipartidista.

Tal como ICIRR, Emanuel también hizo un llamado a la Cámara de Representantes para actuar con rapidez y aprobar un proyecto de ley integral que sea fiel “a nuestros valores como nación”.

El gobernador de Illinois Pat Quinn dijo en un comunicado que “nuestra nación dio un paso importante hacia la reparación de su sistema de inmigración. Y felicitó a los senadores de Illinois por su voto a favor de la propuesta de sentido común”.

Por su parte, el presidente Barack Obama, indicó que el voto bipartidista en el Senado “le cumplió al pueblo americano. Fue un paso crítico más cerca de arreglar de una vez y para siempre nuestro sistema de inmigración que no funciona”, dijo el mandatario en una declaración escrita.

Obama le agradeció al líder de la mayoría Harry Reid, y a los miembros del ‘Grupo de los Ocho’ por su liderazgo, y elogio a todos los senadores que colaboraron, “sin diferencias de partidos, para lograr esto”.

El proyecto de ley bipartidista que fue aprobado fue un acuerdo de concesión, mencionó Obama.

“Por definición, nadie obtuvo todo lo que quería. Ni los Demócratas. Ni los Republicanos. Ni yo. Pero el proyecto de ley del Senado guarda consistencia con los principios clave para una reforma de sentido común que yo, así como muchos otros, hemos expuesto repetidamente”, agregó el Presidente.

Si se promulgara el proyecto de ley del Senado, se establecería el plan de seguridad de la frontera más agresivo de la historia. Y ofrecería un camino para ganar la ciudadanía a los 11 millones de personas que están ilegalmente en este país, dijo Obama, un camino que incluye someterse a una verificación de antecedentes, aprender inglés, pagar impuestos y una multa, y entonces ir al final de la fila detrás de todos los que estén rigiéndose por las reglas e intentando venir aquí legalmente, agregó.

“La medida, modernizaría el sistema de inmigración legal de manera que nuevamente refleje nuestros valores como nación y cubra las urgentes necesidades de nuestra época. Y le proveería un gran auge a nuestra recuperación, el reducir nuestros déficits y fomentar nuestra economía”, mencionó el mandatario en el comunicado de la Casa Blanca.

Obama dijo que el Senado hizo su labor. Y que “ahora depende de la Cámara de Representantes hacer lo mismo”.

Y exhortó “a todo aquel que tenga interés en este asunto a que se mantenga alerta. Ahora es el momento en que los opositores harán su mejor intento por desbaratar este esfuerzo bipartidista de manera que puedan impedir que la reforma de sentido común se haga realidad. No podemos permitir que eso suceda”, dijo Obama.

Y agregó que “si ustedes son parte de la mayoría evidente de estadounidenses que apoya la reforma, desde los Directores Ejecutivos hasta los líderes laborales, desde los agentes de cumplimiento del orden hasta los líderes religiosos, pónganse en contacto con su miembro del Congreso. Díganles que hagan lo que debe hacerse, que aprueben la reforma de sentido común de manera que nuestros negocios y trabajadores se rijan por las mismas reglas y todo el que esté en este país pague lo que le corresponde pagar de impuestos”.

El Líder de la Mayoría del Senado Harry Reid, mencionó que proyecto de ley no solo asegura nuestra frontera y reforma nuestro sistema migratorio, sino que “le abre la puerta a personas que son estadounidenses en todo aspecto pero no tienen papeles, para que puedan participar abiertamente en sus comunidades. Reconoce las contribuciones de las muchas generaciones de inmigrantes la cuales fundaron este país y lo convirtieron en el poder mundial que es hoy. Y reconoce que los inmigrantes de hoy vinieron a este país en busca de lo mismo que los inmigrantes antes de ellos”.

Y a pesar de la fuerte inversión de seguridad en la frontera que incluye 21,000 agentes fronterizos más, aviones teledirigidos, y más de 1,000 kilómetros de vallas a lo largo de la frontera con México, varios republicanos no convencidos con la legalización votaron “no” al proyecto en el Senado.

Entre ellos el senador Mitch McConnell (R-KY), líder de la minoría, quien aseguró que “con mucho pesar, al menos para mí, la propuesta final no resultó ser algo que yo puedo apoyar”.

“Si no se puede tener la certeza de que la frontera estará segura, como condición para la legalización, simplemente no hay manera de estar seguro de que millones más no seguirán a los que ya están aquí ilegalmente”, aseguró McConnell al LA Times.