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PEKÍN –

China puso finalmente fecha al juicio a Bo Xilai, ex secretario del Partido Comunista (PCCh) en la municipalidad central de Chongqing, el último espisodio de un proceso de más de un año y medio que pretende poner punto y final al mayor escándalo político del país en décadas.

La vista empezará la mañana del jueves, 22 de agosto, en la quinta sala del Tribunal Popular Intermedio de Jinan, capital de la provincia de Shandong (este del país), según informó la agencia oficial Xinhua.

Bo, cuya esposa, Gu Kailai, fue condenada a la pena de muerte suspendida (en la práctica cadena perpetua) el pasado año por el asesinato del empresario británico Neil Heywood, se enfrenta a las acusaciones de soborno, malversación y abuso de poder, según anunció el 25 de julio el propio tribunal.

En la acusación se señaló que “Bo, como funcionario público, se aprovechó de su cargo para sacar provecho para otros y aceptó grandes cantidades de dinero y de propiedades”.

Además, el documento especificó que Bo “malversó una enorme cantidad de dinero público y abusó de su poder, perjudicando gravemente los intereses del Estado y del pueblo”, unos crímenes que calificó de “graves”.

Bo, que también fue ministro de Comercio y hasta el estallido del escándalo era uno de los favoritos a ascender a los puestos más altos del Gobierno chino, podría ser acusado de robar a las arcas públicas 3.8 millones de dólares, una cuantía que está penada hasta con la muerte.

Sin embargo, varios analistas del país creen que Bo eludirá la pena capital, dado su alto perfil y sus similitudes ideológicas con el actual presidente, Xi Jinping. No obstante, sí ven probable que pase el resto de su vida entre rejas.

Aunque no se ha confirmado de forma oficial cuántos días se prolongará el juicio, medios hongkoneses y páginas web chinas en el exilio afirman que la sentencia podría hacerse pública el próximo 1 de septiembre.

Bo Xilai, que saltó al estrellato por adoptar estéticas maoístas en la ciudad de Chongqing y luchar contra las mafias locales, fue destituido en marzo de 2012, poco después de que su “mano derecha”, Wang Lijun, revelara sus prácticas corruptas y acusara a su mujer de asesinar al empresario británico Neil Heywood.

La sentencia dirimió que Gu envenenó a Heywood en un hotel de Chongqing, según ella después de que éste amenazara de muerte a su hijo, Bo Guagua, quien reside actualmente en Estados Unidos.

El “número dos” de Bo, Wang Lijun, quien llegó incluso a pedir asilo -sin éxito- en un Consulado de Estados Unidos en China, fue juzgado en septiembre de 2012 y condenado a 15 años de prisión por soborno, traición y abuso de poder.

Una de las mayores incógnitas del juicio de Bo es si la acusación de abuso de poder emitida por la Fiscalía china servirá para condenarle por encubrir el homicidio del empresario británico llevado a cabo por su esposa Gu.

El comienzo del juicio a Bo el próximo jueves sucederá poco más de un año después de la vista que envió a su mujer a prisión, una demora que, según páginas chinas en el exilio, se debe a que el exlíder provincial se habría negado a que su esposa testificara en el juicio -aún no se sabe si lo hará- porque considera que Gu no se encuentra en sus cabales.

Movido por una profunda decepción o inquieto por un posible testimonio en su contra, Bo habría dicho que, si ella acude a testificar, le pedirá el divorcio -aunque el matrimonio esté ya oficialmente “separado” por la sentencia de cárcel vitalicia de su esposa-.

Bo no ha sido visto en público desde su caída en desgracia (en marzo de 2012), aunque se cree que ha permanecido en una prisión de las afueras de Pekín en la que suelen ser internados altos cargos condenados por corrupción.