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Mientras decenas de personas abarrotaban el lunes por la mañana la tienda de segunda Unique Thrift, 4445 N. Sheridan Rd., en busca de prendas a bajo costo, afuera un grupo de empleadas se quejaba de las condiciones laborales del establecimiento y anunciaron que quieren sindicalizarse.

Dentro de la tienda los pasillos estaban llenos. La clientela buscaba entre los artículos usados pantalones, abrigos, zapatos, libros y más; afuera, frente a un depósito donde la gente deja donaciones de ropa, juguetes o enseres domésticos, el grupo de mujeres aprovechó su tiempo de almuerzo para informar que aunque las prácticas laborales son legales, las consideran injustas.

Leticia Miguel comentó que buscan sindicalizarse porque luego de trabajar por años para Unique Thrift, propiedad de Savers Inc., muchas de ellas aún ganan el sueldo mínimo y a quienes se les ha aumentado ha sido sólo centavos.

Las empleadas comentaron que algunas de ellas llevan más de 15 años y siguen ganando el salario mínimo.

“El producto que venden no les cuesta, se los donan en la puerta, lo único que les pedimos son mejores aumentos y un ambiente de trabajo digno”, agregó Lorena Naranjo, quien mencionó que se ven obligada a comer en medio de ropa “demasiado sucia”, y que no se les otorga equipo para manejar los artículos.

Naranjo mencionó que las condiciones laborales en otras tiendas Unique Thrift son similares.

Fátima Romero, cabeza de familia y con cinco hijos, dijo que con un salario bajo y trabajando menos de 80 horas a la quincena, “es muy difícil sacar adelante a mi familia”, por eso tiene la esperanza de sindicalizarse y que se pueda negociar un contrato con el empleador.

Jorge Mújica, organizador de campañas estratégicas de la organización pro trabajadores ARISE Chicago, mencionó que el grupo envió la petición con la Junta Nacional de Relaciones Laborales para sindicalizar a los empleados de Unique Thrift con Workers United/SEIU; petición que debe realizarse con por lo menos el 25 por ciento de los empleados pidiendo sindicalizarse. Y el 4 de diciembre los empleados votarán dentro de la tienda para elegir si quieren o no sindicalizarse, informó Mújica.

A nombre de la empresa, Martine Lewis, gerente de esa tienda, proporcionó la siguiente declaración: “Lamentamos que nuestros empleados estén siendo engañados por un gran sindicato internacional disfrazado como un grupo local comunitario que apoya a los trabajadores hispanos, en un intento de sindicalizar (a los empleados de) nuestra tienda. Teniendo en cuenta las reivindicaciones del sindicato, nos parece interesante que la información y folletos que se ofrecieron a los empleados de la tienda se presentaron solamente en inglés –y no en español. Somos conscientes de que se firmó una petición ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales para que se realicen elecciones, la cual fue presentada por un funcionario de alto nivel y bien pagado del (sindicato) Service Employees International Union (SEIU). Apoyamos el derecho de nuestros empleados a decidir, y ofreceremos a nuestros empleados la información necesaria para emitir un voto informado en el voto secreto que la Junta Nacional de Relaciones Laborales ha programado para el 4 de diciembre 2013”.

Aunque diario Hoy preguntó a Savers Inc., vía electrónica, específicamente sobre las alegaciones respecto a las condiciones de trabajo, la empresa, con sede en Washington D.C., no respondió hasta nuestra hora de cierre.

En 2011 Savers Inc. adqurió 18 tiendas a Unique Thrift con la oportunidad de comprarle las 12 restantes en los siguientes tres años. Con esa adquisición, Savers Inc. poseía 270 tiendas de segunda con fines de lucro en Estados Unidos, Canadá y Australia. Y la compañía tenía previsto abrir más de 100 nuevas tiendas en los siguientes cinco años. Con ventas de $762 millones en 2010, la empresa proyectaba un crecimiento de 15 por ciento en sus ingresos para 2011, según un reporte de

Business Journal

.

“Necesitamos respeto, un lugar digno para comer, tener por lo menos una mesa”, comentó Lilia Pedraza. Las empleadas también dijeron que invitan a la comunidad a seguir comprando en las tiendas de segunda.