CHICAGO- Tras enterarse que un terremoto sacudió Chile la noche del martes, la familia Gaete pasó “horas” de angustia en Chicago. No podían comunicarse con el padre de familia, Tomas Gaete Aguirre, quien se encontraba al norte de ese país.
Residente en Chicago desde hace décadas, Gaete Aguirre es el cabeza de una familia de activistas pro comunidad hispana, quien pasa temporadas entre Estados Unidos y su país natal.
“No sabíamos nada de él. Lo único que sabíamos era que se encontraba en el área mayormente afectada por el terremoto”, comentó su hija Carolina Gaete, “estuvimos muy preocupados”, agregó.
Hasta que finalmente por Facebook, su padre los tranquilizó “estoy muy bien” en Copiapó, “tranquilo y feliz, los quiero mucho…”, les dijo a sus hijos.
El terremoto de 8.2 grados de magnitud en escala de Richter sacudió la zona y provocó una alerta de tsunami en toda la costa del país. Causó gran alarma entre la población y ocasionó la muerte de seis personas que fallecieron al ser aplastadas, por caídas o de un infarto. Tuvo su epicentro en el mar, 89 kilómetros al suroeste de Cuya, frente a la costa de la región de Tarapacá.
Tal como los Gaete, la comunidad chilena de Chicago estuvo pendientes de los acontecimientos y aliviados por la forma en que la población reaccionó ante la emergencia.
Casi un millón de personas pasaron la noche acampando o en refugios en las zonas altas de las ciudades, para mantenerse alejados de la costa una vez que se dio la alerta de tsunami.
La realidad es que en Chile las autoridades tienen un plan de acción ante emergencias como la acontecida y hasta el momento, al parecer “todo está bajo control”, comentó Rodolfo Montecinos, cónsul general de Chile en Chicago.
“Somos un país sísmico (los movimientos telúricos) es parte de nuestra realidad”, indicó Montecinos, y agregó que ante experiencias pasadas, como lo fue un terremoto de más de 9 grados de magnitud en escala de Richter en 1960, y otro de 8.8 en 2010, “las autoridades se han preocupado en crear toda una cultura entre la población para prevenir y reaccionar”.
El cónsul –cuya jurisdicción abarca 13 estados del Medio Oeste- comentó que en Chile las autoridades realizan con frecuencia simulacros de terremoto, tienen localizados sitios que en caso necesario podrían funcionar como refugios, e indicó que escuelas y centros laborales participan en programas de prevención.
Así mismo, indicó que los reglamentos de construcción de edificaciones son muy estrictos, “hay toda una normativa de seguridad”, indicó.
Chilenos de Chicago, se solidarizaron “estamos con ellos, con esta población que siempre vive bajo tensión (por las características del suelo) comentó Nelson Soza, activista de Chicago.
“La población reaccionó muy bien” ante la emergencia. Ahora les mandamos los mejores deseos para que regresen a la normalidad”, agregó Soza.
En tanto el responsable de la Oficina Regional de la ONU para la Reducción de Riesgos de Desastres (Unsdir), Ricardo Mena, destacó la reacción de las autoridades y de la población de Chile.
“Creo que fue una acción muy ordenada y rápida, los sistemas de alertas de tsunamis han reaccionado bastante bien, la alarma ha sido difundida de manera apropiada a la población, de maneras que creo que ante un evento sísmico de magnitud muy importante como el que ocurrió, Chile ha reaccionado muy bien”, agregó.