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El narcotráfico mexicano no se explica sin Estados Unidos, y Chicago no es un simple factor en el inicio del trasiego de droga del sur al norte, sino sencillamente “es la clave”, contó Arturo Santamaría Gómez, autor y sociólogo.

La mafia italoamericana, la de Chicago particularmente, fue a México a penetrar los altos círculos de poder y poder llevar heroína mexicana a EEUU, relató Santamaría Gómez, también profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa, durante una visita el fin de semana a la Ciudad de los Vientos.

La conexión, explica, se originó en los años cuarenta, ante la necesidad de EEUU de conseguir heroína para suplirla a sus combatientes durante la Segunda Guerra Mundial por razones médicas “y la encontraron en Sinaloa y Durango”, indicó el autor de libros como “De carnaval: Reinas y narco”.

La mafia de Chicago se va para México en busca de establecer nexos con los narcotraficantes sinaloenses para la comercialización ilegal de la droga. Ahí encuentran a “El Gitano”, un famoso narcotraficante de esos tiempos y quien en 1944 mató a un gobernador en pleno Carnaval de Mazatlán. “Y lo convierten en el vínculo con la mafia italoamericana de Chicago”, relató Santamaría Gómez.

La mafia de Chicago inició el trasiego de la goma de opio para la producción de heroína en EEUU gracias a un personaje clave, Virginia Hills, una mujer involucrada en los círculos de la mafia y quien se hizo amante del presidente mexicano Miguel Alemán Valdez para facilitar el traslado de la droga, todo eso está documentado, indicó el profesor Santamaría Gómez.

Con ese vínculo se inicia el narcotráfico como industria entre México y EEUU, asegura el autor, quien el domingo participó en el panel “Narcoliteratura”, que diario Hoy patrocinó como parte de Printers Row Lit Fest 2014 en Chicago.

Una vez que la demanda de heroína era inminente, los cultivadores de amapola en las sierras de Durango y Sinaloa -quienes extraían la goma de opio- lejos de abandonar el cultivo lo fortificaron, pues la rentabilidad resultó ser muy alta. “Además, las tropas de regreso ya se habían convertido en drogadictos, consumidores de heroína; lo mismo resultó con los que regresaron de Vietnam, acrecentaron el mercado de cocaína y marihuana”, dijo Santamaría Gómez.

Sinaloa-Chicago es un vínculo histórico, determinante para explicar el tráfico de drogas entre México y EEUU, agregó el autor. “En México el narcotráfico no se explica sin Estados Unidos”, aseguró.

Y dijo que Chicago no es una clave, sino “la clave”. Aquí estaba establecida la mafia italoamericana que tenía la experiencia en el contrabando, primero de alcohol desde México, y luego de drogas. Ellos son los que inician el tráfico de drogas de Latinoamérica hacia México, que también involucró a las mafias irlandesoamericana, judioamericanos y otros, según Santamaría Gómez.

Actualmente, “Chicago es un punto importante en el trasiego, por esa tradición histórica. Hay toda una una cultura delictiva que convierte a esta ciudad en un lugar estratégico”, añadió.

Y comentó que a Chicago la droga llega de mil formas: En todo tipo de vehículos, por tren, por avión y en complicidad con autoridades de ambos países.

Chicago es puerto de entrada, su

área metropolitana es el principal destino en EEUU para los envíos de heroína, el segundo destino de envíos de marihuana y cocaína, y el quinto de la metanfetaminas.

La empresa del ‘enemigo público N?1’

Por otro lado, Santamaría Gómez comentó que duda que México extradite a Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa y considerado uno de los narcotraficantes más poderoso del mundo. Guzmán fue arrestado en febrero durante un operativo en Mazatlán, Sinaloa.

“No es tan fácil entregarlo, eso puede traer repercusiones serias del manejo del narco en México, tienen que hacer un cálculo político. Dudo que lo extraditen, sabe demasiado”, dijo el autor.

El año pasado la Comisión del Crimen de Chicago nombró a “El Chapo” el enemigo público N?1. Antes de él, esa distinción la ocupó Al Capone.

“Lo que Al Capone fue en cuanto a tráfico de cerveza y whisky, Guzmán lo es con narcóticos”, comentó en ese momento Art Bilek, vicepresidente ejecutivo de la Comisión. Aunque Guzmán “es claramente más peligroso que Al Capone”, añadió.

Alrededor de la mitad los aproximadamente $65,000 millones de dólares en narcóticos que los estadounidenses consumen cada año entran a través de México, según el reporte “Why Mexico’s Sinaloa Cartel Loves Selling Drugs in Chicago”, publicado por Chicago Magazine. Y se cree que más de la mitad de esa droga es suministrada por Sinaloa.

Expertos antinarcóticos estiman, de forma conservadora, que los ingresos anuales del cartel superan los $3,000 millones.

El Cartel de Sinaloa prácticamente estableció un monopolio en Chicago. “Diría que entre el 70 y 80 por ciento de los narcóticos aquí son controlados por Sinaloa”, comentó Jack Riley, director de la oficina de la DEA en Chicago. “Prácticamente todas nuestras principales investigaciones de alguna manera están ligadas a Sinaloa”, añadió.

Chicago es un centro de transporte importante en EEUU, hecho que no ha pasado desapercibido ni por los carteles mexicanos ni en su tiempo por Capone y sus contrabandistas. Está idealmente situada a aproximadamente un día de viaje del 70 por ciento de la población del país. Seis carreteras interestatales atraviesan la región y conectan al este y al oeste.

Seis de las siete principales líneas ferroviarias nacionales tienen presencia en Chicago; su puerto de carga es uno de los más grandes del país. Por sus dos aeropuertos, Midway y O’Hare, pasaron 86 millones de pasajeros y 1.5 millones de toneladas de carga en 2011; según la investigación de Chicago Magazine.

La población de inmigrantes hispanos en la ciudad facilita los operativos del cártel mexicano, dice la revista, y argumenta que los indocumentados pobres o desempleados, son susceptibles al reclutamiento para las operaciones del cartel.

Y según una fuente policial del Condado de Cook, los barrios de Pilsen y La Villita son el eje de la distribución de drogas en la ciudad. Están convenientemente ubicados cerca de las autopistas Stevenson, Dan Ryan y Eisenhower; la línea Burlington Northern Santa Fe de Metra, y un importante corredor industrial sobre Blue Island Ave. con grandes espacios industriales para almacenar, dice Chicago Magazine.

Es importante aclarar que el origen del narcotráfico nada tiene que ver con la inmigración, sino con las necesidades de droga de los estadounidenses, dijo Santamaría Gómez, e indicó que las pandillas son las principales distribuidoras de drogas, “pero no sólo pandillas de latinos. Polacos, rusos, vietnamitas, italianos, todos juegan un rol”, agregó. Las autoridades estiman que hay más de 70 pandillas con entre 70,000 y 125,000 miembros.

Lealtad a ‘El Chapo’

Tras el arresto de “El Chapo” en febrero, miles de habitantes de Sinaloa salieron a las calles a manifestarse y a pedir su liberación y a Chicago también llegó la necesidad de esa manifestación, algunos portaban playeras con la leyenda “Libertad para El Chapo”.

Santamaría Gómez dice que el fenómeno se dio porque el narcotráfico en Sinaloa no es visto por muchos de sus practicantes, sobre todo de la sierra, como una actividad delictiva, sino “como una opción natural de trabajo y de vida, debido a su arraigo, a su extensión, a su importancia. Para muchos es de lo único de lo que pueden sobrevivir”.

“El Chapo” nació en esa cultura en esas comunidades de la sierra y aunque luego los narcotraficantes se trasladen a las ciudades siguen teniendo esa forma de ver al mundo, explicó el profesor.

“Para ellos fue una obligación moral salir a manifestarse en favor de su hermano, hijo, padre, de su familiar, de la persona que es como ellos, a la que ven como su benefactor”, añadió Santamaría Gómez.

Y agregó que la realidad es que esas manifestaciones fueron sólo una pequeña muestra de la preocupación que existe entre miles de sinaloenses por su detención, “son de todas las clases sociales, no sólo por los pobres ni sólo los involucrados en el narcotráfico. La población temía el debilitamiento del cartel de Sinaloa y la entrada de ‘Los Zetas’, lo cual para ellos implica la llegada de extorsiones, secuestros, muertes. El cartel de Sinaloa no hace eso contra la gente que está fuera del negocio, lo hace con sus contrincantes o con los que no pagan sus deudas”, contó Santamaría Gómez.

Y dijo que debido a que el cartel de Sinaloa nació en Sinaloa, “ha cuidado no patear su pesebre y no afectar a su población. La gente teme que lleguen ‘Los Zetas’, que no tienen nada que ver con la cultura local y que se sabe son más violentos y que extorsionan desde empresarios hasta gente común y corriente”, indicó el autor.

Santamaría Gómez cuenta que los pobladores temen que las cosas empeoren. “Cierto, muchos se alegraron del arresto de ‘El Chapo’, pero la población está dividida. Hablamos de cientos de miles a favor de la libertad de El Chapo”, añadió.

El narcotráfico “nunca va a terminar mientras haya mercado y problemas sociales”, y Chicago seguirá siendo puerto de entrada y clave en esa empresa, lamentó el autor.

“Lo que debería buscarse es su legalización, controlada, dirigida, con desaliento al consumo. Mientras no se legalice (el narcotráfico) va a crecer y la violencia y la delincuencia también”, concluyó.