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Escena de un tiroteo mortal ocurrido en Seal Beach, California, en octubre de 2011, y que dejó ocho muertos y un herido. JONATHAN ALCORN/GETTY
AFP / AFP/Getty Images
Escena de un tiroteo mortal ocurrido en Seal Beach, California, en octubre de 2011, y que dejó ocho muertos y un herido. JONATHAN ALCORN/GETTY
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Por Iván Mejía

LOS ANGELES – El índice de asesinatos entre los latinos en California duplica el de los blancos, mientras que la tasa de homicidios es aún mayor para los latinos menores de 30 años, reveló esta semana un estudio.

Los resultados y recomendaciones de la encuesta “Voces de víctimas de crímenes” fueron presentados por Californianos por la Seguridad y Justicia en el foro “Experiencias de latinos ante el crimen, el sistema de justicia y el consenso creciente de cambio” celebrado en la Cámara de Comercio de Los Angeles.

El estudio fue realizado el año pasado con encuestas de 61 preguntas a 2,600 residentes de California en relación a la delincuencia y la justicia en este estado que cuenta con una población de más de 38 millones de habitantes, donde los latinos igualan el número de blancos no latinos con el 39 por ciento cada uno, mientras que los afroamericanos son de alrededor el 6.6 por ciento.

“En 2013 hicimos una encuesta sobre victimización y encontramos que las personas de etnias de color tienen la tendencia a ser victimizados repetidamente por el crimen”, dijo Lenore Anderson, directora ejecutiva de Californianos por la Seguridad y Justicia.

“Y cuando combinamos esos datos con la encarcelación desproporcionada de latinos y afroamericanos vemos la necesidad de repensar nuestras políticas del sistema de justicia”, aseguró.

El Departamento de Corrección y Rehabilitación de California contabilizó, hasta agosto de 2013, 134,160 reclusos, de entre los cuales el 41.7% son latinos, el 39.5 afroamericanos, el 22.5 blancos y el 6.4 de las otras etnias.

“Hemos encontrado en la encuesta que las víctimas que reciben el impacto directo del crimen no son escuchadas en la discusión de políticas del sistema de justicia”, señaló Anderson.

Entre los 2,600 personas consultadas en el estudio 500 declararon que en los pasados cinco años fueron víctimas del asesinato de un familiar, asalto, robo, vandalismo, acoso, asalto sexual y robo de identidad.

El informe halló que el índice de asesinatos entre los latinos en California duplica el de los blancos con 5.1 por cada 100,000 en comparación con 2.4 y la tasa de homicidios es aún mayor para los latinos menores de 30 años con 6.1.

También encontró que los latinos, de cualquier edad, tienen más probabilidades de haber sido asesinados por desconocidos en California que los blancos con un 40.5% frente a 26.1% de las víctimas de homicidio.

En el apartado de crímenes violentos en torno al asesinato de un familiar cercano, la muestra indica que los latinos conforman 18%, los afroestadounidenses 29, los asiáticos 5 y los blancos 4%.

En cuanto a las víctimas de asaltos, los hispanos aparecen con el 25%, los blancos con 21, los afroestadounidenses con 18 y los asiáticos con 14%.

“Entre los latinos el estudio revela que creen que el sistema de justicia no es para servirle a ellos, por eso los reportes sobre crímenes son bajos”, dijo Anderson.

“Queremos que los que crean leyes y políticas, además de los que las aplican, busquen a latinos para discutir sobre cuáles son las soluciones sobre aumentar la seguridad pública y mejorar el sistema de justicia”, detalló.

A una pregunta en torno a su opinión sobre la libertad condicional y programas de rehabilitación en vez de cárcel, 65% de los afroamericanos encuestados respondieron positivamente, frente a 53 de latinos, 49 de blancos y 37 de asiáticos.

En cuanto a las víctimas de tres crímenes o más, el estudio revela que el 43% corresponde a latinos, 38 a afroestadounidenses, 32 a blancos y 29% a los asiáticos.

David Guizar, es víctima de haber sufrido por el asesinato a tiros de su hermano en Los Angeles.

“Oscar fue asesinado en la calle por supuestos pandilleros en 1983 y la policía no encontró a los malhechores porque no siguieron investigando y en el caso de Gilbert en 2012 sí agarraron al que lo hizo que tiene 21 años”, explicó.

“Pero yo creo que jóvenes como el que tiene 21 que ya tenía antecedentes de detención si hubiera sido reeducado y rehabilitado, probablemente no le hubiera disparado a mi hermano que estaba en una puerta recibiendo invitados en una boda”, explicó.

“Por eso yo le pido a los que hacen las leyes que estén dispuestos a cambiarlas para rehabilitar o dar tratamiento de salud mental a quienes lo necesitan, porque si la única solución es cárcel ya sea como víctimas o porque le llevan un hijo a la cárcel la familia latina es la que sufre”, argumentó.

Por su parte, el director del Instituto de Políticas Públicas Tomás Rivera de la Universidad del Sur de California (USC), Roberto Suro, dijo que “el encarcelamiento no es la solución porque llena las prisiones y eso es caro, por eso entre las recomendaciones para aumentar la seguridad en las comunidades sugerimos medidas previas al encarcelamiento como rehabilitación y trabajo comunitario”.