CHICAGO
– Casi 480 empleados de una empresa privada, contratada para limpiar las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) están por perder su empleo al final del mes, dijo una portavoz escolar.
Los trabajadores afectados no son parte de los 800 empleados escolares que limpian los planteles, dijo el portavoz de CPS, Bill McCaffrey, al
, sino que son parte de un grupo de trabajadores subcontratados por la empresa Aramark.
Aramark recibió un contrato multimillonario por tres años y con un valor por $260 millones para mantener limpias los planteles de CPS. La empresa Sodexmagic recibió un contrato por $80 millones
“Estamos al tanto de lo que está pasando como se puede esperar, ya que son nuestro contratista”, dijo el portavoz, al agregar que los trabajadores afectados serán notificados de su despido para el 30 de septiembre.
El anuncio de los despidos ocurre a una semana que un reporte del diario Chicago Sun-Times indicó que los directores de unas 50 escuelas se quejaron que
los planteles estuvieron sucios
durante la primera semana de inicio de clases.
Los directores se quejaron en una encuesta que tuvieron que monitorear la limpieza o buscar ayuda adicional, incluso algunos maestros limpiaron ellos mismos para que los salones estuvieran limpios a tiempo el primer día de clases. Los directores también reportaron equipo averiado o extraviado e incluso excremento de roedores en algunas instalaciones.
Los despidos, por otro lado, podrían profundizar una disputa entre empleados de CPS y administradores escolares sobre el contrato laboral y sus efectos en la limpieza de los planteles.
Troy LaRaviere, director de la primaria Blaine y miembro de un grupo de administradores que criticó la privatización de los servicios, dijo que mientras no haya quien limpie las escuelas la diferencia entre los despedidos, empleados de CPS y subcontratistas, no tiene diferencia.
LaRaviere dijo
que no hay suficientes conserjes y “es ahora que esta compañía privada quiere despedir a casi 500 empleados para reducir su nómina de pago e incrementar sus ganancias a la expensa de nuestras escuelas y estudiantes”.
La Junta de Educación de Chicago aún debe aprobar los despidos de cualquier empleado, según el contrato.
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