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CHICAGO-

La vida de un artista tiene altas y bajas. Éxitos y fracasos. Buenas notas y escándalos. La simpatía o antipatía del público.

El artista se debe balancear, entre esos dos extremos y seguir adelante, con gracia, porque el mundo del entretenimiento es similar a una cuerda floja, pero que va en forma circular: Se necesita estabilidad, paso a paso, para evitar caer, y el único que puede darse equilibrio y mantenimiento es el propio artista, para tomarse la libertad de ser y de crear. Mantener por una carrera durante más de tres décadas, incursionar en la actuación, en el canto, en la comedia, en la conducción, no estar libre de escándalos y salir adelante, hacen de la mexicana Lucero Hogaza una artista.

De esas que son completas, que se forman, que se hacen a punta de experiencias, que no dan las cosas por sentado, pero que se dan su valor y su respeto.

Inició el 2014 con controversia, cuando salieron a la luz unas fotografías donde se ve con su pareja, Michel Kuri, de cacería. Las redes sociales, principalmente Twitter, fueron donde el contenido “viral” se propagó, dividiendo opiniones, cruzando esas líneas del respeto, y dando ese poder de la no cercanía para atacar o defender.

Hubo meses de silencio y tranquilidad. A veces, antes las tormentas es mejor quedarse quieto y esperar a que pasen.

Y las aguas se calmaron.

En julio pasado, la cadena Telemundo

anunció que Lucero sería la conductora de su reality

“Yo soy el artista”,

lo que abrió la puerta a comentarios si había dejado su exclusividad con Televisa, la empresa con la que, prácticamente, trabajó toda su vida, desde su incursión en los programas “Variedades del mediodía”,

“Juguemos a cantar”, o

“Chiquilladas”.

Luego en telenovelas como “Chispita”, “Cuando llega el amor”, “Los parientes pobres”, “Lazos de amor” o “Por ella soy Eva”.

Lucero sí tiene una exclusividad. Es suya, exclusivamente.

“No es que realmente me vaya o sea de otra cadena. No tengo exclusividad con nadie, nunca las he tenido. Mis exclusividades son con el corazón, con el público, que es al final, con el que se tiene una comunicación constante”, me dice en una parte de la conversación vía telefónica sostenida para hablar de su nueva etapa en “Yo soy el artista”.

Había que arriesgarse a aceptar un proyecto como éste, dice, sin mirar atrás a lo ya realizado, a las etapas de Lucero, Chispita, “Coqueta”, “Lucero de México”, “La novia de América”, su etapa como la esposa de Manuel Mijares; todo eso es pasado. Lo suyo es un presente más libre a sus 45 años cumplidos y muy plenos.

“En ocasiones es muy cómodo para nosotros los artistas estar en esa zona de confort donde ya te sientes agusto, donde quizá ya no hay mucha novedad. Pero va uno caminando, no hay muchos cambios. Y es muy ‘padre’ tener una nueva oportunidad. En Telemundo me tratan como familia. Me siento bienvenida”.

La familia #YSEA

En el equipo de

#YSEA,

están “la mujer de fuego”, Olga Tañón como juez y directora y como otros jueces el boricua Luis Fonsi, el “tucán” Mario Quintero (vocalista y líder de Los Tucanes de Tijuana), Stephanie “Chiquibaby” Homonidis y el escritor venezolano Boris Izaguirre; así como Erika de la Vega como conductora de los segmentos especiales, Laura Flores como maestra de actuación y Javier “Poty” Castillo (a quien vimos en las primeras temporadas de “Mira quién baila”) como maestro de baile.

“Tenemos comunicación entre todos, con los jueces, con los participantes, con la producción. Estoy no sólo presentando el programa, tengo una parte esencial y lo más importante es que me da la oportunidad de comunicarme con el público, de ser auténtica, no estoy limitada a un guión, a un argumento que hay que seguir paso a paso. Eso el público lo palpa a través de las redes sociales y me doy cuenta que el programa va funcionando bien por los comentarios que me hacen”, destacó.

En un momento donde cualquiera puede ser famoso por compartir un video en YouTube y ganar seguidores y volverse la sensación viral del momento, lo que no puede cambiar es que haya talento. Y con ese talento, se abrace y se acepte una responsabilidad.

Muchos podrán ver a Lucero como ejemplo o idealizar tener su trayectoria. Buscando la fama y los reflectores. Pero sin ver el trabajo que hay detrás.

“Por eso pienso que hay tantos ‘garbanzos de a libra’, como se dice, que un día en YouTube tienen millones de seguidores, porque los ven cantando una canción o haciendo algo particular, pero no se trata nada más de eso. En dos, tres o cuatro semanas, se puede apagar y no hay el ambiente que les ayude a salir adelante con una carrera. Han tenido suerte, pero no hay cómo avalar ese éxito y seguir prolongándolo. Por eso en el programa buscamos a ese artista completo”, acotó.

En su caso, ha aprendido a no “dormirse en sus laureles” y mantener la guardia siendo honesta consigo. Y así con los demás.

“En mi caso, yo como artista, es lo que busco, estar siempre cerca de la gente, reinventarme un poco, renovar, trabajar, en cada proyecto como si fuera el primero. Siempre hay nervio, ansiedad por saber que un proyecto es bien aceptado. Esta carrera puede darte la oportunidad de siempre llegar a más gente, a quien quizá nunca te había visto u oído de ti porque vivía en un país diferente o porque no le gustaba lo que hacías, porque no te veía en telenovelas. Con el tiempo también aumentan las posibilidades entre tu audiencia y eso es maravilloso”, reflexionó.

Generaciones nuevas que no conocen a Lucero por “Chispita” o “Chiquilladas” , pero que la reconocen por las telenovelas, o por este nuevo programa.

“En esta carrera -como en la vida- nada es regalado. Incluso nosotros los que tenemos ya una trayectoria larga, con sacrificios y entregas, tenemos una lucha constante. Porque lo importante no es llegar, es mantenerse. Ese es el consejo que le doy a los participantes (les digo) que lo que cuentan son sus ganas, su pasión, que no se den por vencidos, se trata de mucho esfuerzo, porque al final el público tiene la última palabra”.

Plena… ¿Cómo le hace? Balance, la clave

“Yo soy el artista”, dice, llegó en un momento de su vida profesional donde pretende retomar con más bríos su gran pasión: La música. Adelantó que a mediados de noviembre tendrá un disco nuevo, sin revelar más detalles, pero en el que manejará tanto baladas como rancheras, algo para su público de siempre y a ese que se ha sumado en tiempos recientes.

“No estaremos descubriendo el hilo negro, pero obviamente, como intérprete, me siento – y quizá suena poco modesto- con la experiencia para entregarme más. Como intérprete, puedo decir más y transmitir más en mis canciones. Dentro del programa habrá oportunidad de en el escenario ir mostrando, conforme avance el programa, más de este proyecto”, adelantó.

Lo que no se puede negar y salta a la vista, es que a sus 45 años, Lucero está mejor que nunca físicamente. No hay trucos, dice. Se trata de un balance.

“Quizá,suena trillado y cursi, pero cuando te sientes pleno, satisfecho tanto en la parte profesional como personal, todo fluye bien y te ves mejor. En mi caso me preguntan que cómo le hago, qué cuánto me ejercito. Sí hago ejercicio, pero no soy una obsesiva”, revela.

Eso sí: Siempre hay tiempo para practicar yoga ashtanga, disciplina que practica desde hace ocho años.

Este tipo de yoga apunta al desarrollo moral, físico, mental, emocional y espiritual. El término “ashtanga” significa “ocho ramas” y lo que lo distingue de otros tipos de yoga es su sistema de movimiento y respiración, denominado vinyasa, que se realiza en secuencias de posturas (asanas) que generan calor y producen sudor, pero que no son tan extremas como el bikram yoga, o yoga caliente.

“Este tipo de yoga me sienta bien, lo practico sola o en clases. Aparte cuido mi alimentación, pero sin obsesiones; en vacaciones me doy gusto. No vivo obsesionada con mi cuerpo y creo que eso me da libertad. Busco estar sana, que mi cuerpo esté bien, que mi metabolismo funcione bien. Tengo mis chequeos médicos y busco estar agusto física, mental y emocionalmente. La clave es aceptarte como eres y sacarte partido. Siempre les digo a las jóvenes que no crean todo lo que ven en la televisión ni en las revistas porque todo tiene una buena iluminación, photoshop, retoques. Todos tenemos imperfecciones pero hay aprender a sacarnos partido, ver lo que nos va funcionando, llevar una vida con balance y de ahí para adelante, ser feliz, ser feliz con lo que nos ha tocado y concentrarse cada uno en su vida”.

Palabra de Lucero.