Skip to content
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

CHICAGO

– Gabriela Mandujano empezó a trabajar desde que tenía 16 años para pagar la universidad porque como estudiante indocumentada no es elegible para recibir ayuda financiera, pero hoy en día lucha con otros estudiantes para que eso cambie.

Mandujano, de 21 años, dijo que el ser indocumentada ha afectado su vida en varios aspectos, desde retrasar sus estudios hasta sentirse diferente a sus compañeros de escuela, la situación incluso la llevó a la depresión.

“Me pregunté ‘¿para que estudiar?’ si no voy a tener el mismo futuro que los demás”, contó Mandujano, quien recordó que en una plática su madre le dijo que eso no debería impedirle salir adelante.

“Me puse a estudiar, saque muy buenas calificaciones. Me puse a trabajar; siempre supe que tenía que pagar mi escuela porque no iba a tener ayuda del gobierno, y sabía que mis papás no tenían dinero para ayudarme”, explicó Mandujano, quien estudia en el Colegio Comunitario Elgin y dice que va a ser maestra.

Mandujano es una de 60,000 jóvenes en Illinois que no tienen acceso a ayuda financiera, porque por ley los estudiantes indocumentados no son elegibles para recibir ayuda financiera estatal o federal, y ninguna universidad o colegio público de Illinois puede otorgarles becas financiadas por el estado.

Para cambiar esa situación y puedan recibir asistencia financiera, un grupo de estudiantes y maestros apoya la propuesta de ley HB3528, que el 19 de marzo pasó en el Comité de Educación Superior de la Cámara de Representantes.

María González, una activista indocumentada, dijo que debido a que no tienen dinero para estudiar “muchos estudiantes (indocumentados) se salen de la universidad luego del primer año, a veces después del primer semestre porque como las becas disponibles en organizaciones son pequeñas -de $500 o $1,000- mientras por ejemplo el costo de estudiar en UIC es (aproximado a) $8,000 por semestre; así que para completar un año escolar, debes tener unas ocho becas de unos $1,000 para pagar un semestre o 16 becas para pagar por un año”.

El caso es que ni existen 16 becas para estudiantes indocumentados, según González.

“Eso quiere decir que estos estudiantes deben trabajar tiempo completo, dejar la escuela por un semestre, un año o dos y no sabemos si van a regresar”, indicó González, quien agregó que por eso luchan por la propuesta de ley.

Algunos legisladores, como el senador estatal William Delgado, esperan que la propuesta avance, pese al déficit presupuestal que encara el estado, e indicó que el gobernador va a tener $150 millones para financiar la educación.

“Ahora la propuesta está en la Cámara de Representantes, pero cuando llegué al Senado, yo me quiero asegurar que cualquier niño, sin importar su estado migratorio, no sea eliminado de esos programas disponibles para que puedan ir a la universidad o el colegio”, reiteró la senadora Iris Martínez.

Según el Illinois Student Assistance Commission, ese estado otorgó en 2014 más de $600 millones en asistencia financiera.

González afirmó que no piden más dinero, “sino acceso a lo que ya está disponible”.

Mandujano indicó que de aprobarse la propuesta la ayudaría mucho porque mientras a ella le costó cuatro años conseguir un título de asociado, estudiantes ciudadanos ya consiguieron una licenciatura.

“Para mi es más difícil porque trabajo 30 horas y no puedo estudiar tiempo completo. Esto me ha retrasado mucho. Estos beneficios me ayudarían mucho al cambiar a una universidad de cuatro años”, dijo Mandujano.

Para leer más de nuestra cobertura sobre educación, visite

este enlace

.