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CHICAGO

– María Garnica dijo que confía en Dios que su esposo Isidro Secundino, quien necesita un trasplante de riñón, no sea detenido por autoridades migratorias cuando viaje con un grupo de pastores a Washington para pedir un alto a las deportaciones y para abogar por trasplantes para pacientes indocumentados.

Garnica dijo lo anterior ya que su esposo

está en proceso de deportación

y permanece refugiado en un santuario de Chicago desde marzo, sin embargo agregó, que se va a arriesgar a salir del santuario para viajar a la capital federal en junio.

“No tengo temor, creo que Dios es quien nos va a guiar. Estaremos en este viaje para pedir al gobierno y al presidente Barack Obama que se toquen el corazón y no separen más familias”, dijo Garnica al diario Hoy.

La mujer fue parte de un grupo de inmigrantes, residentes y religiosos -entre ellos los pastores José Landaverde, Jorge Fuentes y Joann Montes- quienes anunciaron el miércoles en la Plaza Federal de Chicago, el viaje a Washington DC los días 11, 12 y 13 de junio.

Fuentes, director de la Red de Oración USA, dijo que “queremos hacer un llamado a las autoridades sobre la necesidad de tener una reforma migratoria abarcadora que de acceso a los servicios de salud a nuestra gente (indocumentada)”.

Landaverde, miembro de la Misión Fe, Vida y Esperanza, explicó que su viaje tiene como meta “exigir una moratoria a las

deportaciones

y cabildear y exigir al gobierno federal que se amplíen los fondos para tratamiento médico, como diálisis, en estados como Texas, Nueva York y otros, que no los tienen”.

Lo anterior, según Landaverde, para “hacerle frente la crisis grandísima de hermanos y hermanas que no tienen documentos para salvar sus vidas y que necesitan

trasplantes de órganos

“.

Según los manifestantes, las leyes federales de salud excluyen a los inmigrantes indocumentados de obtener seguro médico.

La pastora Joann Montes, miembro de la Red de Oración USA, dijo que el Acta de Cobertura de Salud de Estados Unidos no tiene ninguna provisión que incluya a los indocumentados y “este es un hecho y factor significativo que impacta a miles de familias a lo largo de la nación”.

Landaverde indicó que esa crisis ha ocasionado que pacientes indocumentados de otros estados viajen a Chicago para recibir trasplantes, y agregó que el mismo miércoles, la indocumentada salvadoreña Marta Lidia Morán Rosales tenía programado recibir un trasplante de riñón, al igual que otros paciente indocumentado de Chicago como Gustavo Gálvez. Landaverde dijo que el siguiente en recibir un trasplante será Isidro Secundino, el 29 de mayo.

Al hablar sobre el caso de Secundino, el pastor Landaverde explicó que llevarán al padre de seis hijos ciudadanos estadounidenses en “un autobús santuario, entonces las autoridades (migratorias) lo tienen que respetar”.

“Creemos que es el momento que Dios nos escuche y va a interceder en el corazón de todos estos legisladores. No vamos a parar está lucha. Es bien duro”, agregó Landaverde, y dijo que los casos no paran de llegarle. “Hoy (miércoles 20 de mayo) a las 5 de la mañana nos tocó una señora y nos dijo ‘me acaban de detener a mi esposo y me lo van a deportar'”, contó Landaverde.

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