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CHICAGO

– El miércoles miles de maestros en Chicago empezarán una votación para decidir si autorizan o no a su sindicato irse a la huelga luego que su contrato laboral se venció el 30 de junio.

Según el Sindicato de Maestros de Chicago (

CTU

), el gremio le pide a sus 27,000 miembros que voten sí al paro laboral. La votación se llevará a cabo del 9 al 11 de diciembre en todas las escuelas de Chicago.

Por ley, el sindicato necesita que el 75 por ciento de sus agremiados autoricen irse a la huelga.

Aunque las negociaciones ya llevan alrededor de un año, el sindicato y el distrito escolar siguen sin ponerse de acuerdo.

En agosto y como parte del proceso legal, ambas partes aceptaron la participación de un mediador para llegar a un acuerdo. Sin embargo, el sindicato cree que ya pasó demasiado tiempo y llegó la hora de mover las negociaciones a otra fase.

El lunes, el sindicato presentó una queja por prácticas laborales injustas ante la Junta de Relaciones de Labor Educativa de Illinois, y pidió que las negociaciones pasen a una fase de descubrimiento de hechos.

Se trata de la misma Junta donde tres de sus cinco miembros fueron nombrados por el gobernador republicano Bruce Rauner, en un intento por minar los sindicatos de empleados públicos, según el Tribune.

El distrito escolar por su parte cree que el trabajo del mediador debe seguir.

El CEO de las Escuelas Públicas de Chicago (

CPS

), Forrest Claypool, dijo el lunes “debemos dejar que el mediador siga su trabajo y medié, lo cual no ha empezado”.

Sin embargo, el abogado del sindicato, Robert Bloch, alegó que el distrito escolar sólo quiere evitar una posible huelga hasta finalizar el año escolar.

“Que diga que tres meses no es un tiempo razonable (de mediación) es sólo una maniobra”, dijo Bloch al diario Chicago Tribune.

El distrito escolar indicó que las cosas siguen atoradas porque el sindicato quiere un aumento salarial del 3 por ciento; contratar más de 1,000 enfermeras, psicólogos y trabajadores sociales; centenares de consejeros y coordinadores; pago por días de nevada; y reducción de clases, según el diario Chicago Tribune.

Lo anterior costaría $1,000 millones, según CPS.

Jesse Sharkey, vicepresidente de CTU, no disputó la versión del distrito escolar, pero respondió que la Junta Escolar ha rechazado cada demanda para mejorar las condiciones en las escuelas y han pedido un contrato que incluye unos $653 millones en recortes, sin contar los recortes de personal, dijo.

Claypool advirtió en septiembre que miles de maestros serían despedidos si CPS no recibía $480 millones del estado.

Claypool agregó que la crisis radica en el financiamiento desigual que recibe el distrito escolar, “así que la respuesta no es la huelga”, sino buscar financiamiento justo en Springfield.

Pero, la presidente de CTU, Karen Lewis, dijo que sus miembros están cansados del estancamiento por un contrato.

“CPS ha rechazado todas nuestras propuestas, muchas de las cuales no tienen ningún costo asociado con ellos. Esto es inaceptable y es tiempo para mostrarles que nos tomamos en serio la lucha por nuestra profesión y por los estudiantes en nuestras aulas”, indicó Lewis.

La última huelga de maestros en Chicago, la primera en 25 años,

estalló en septiembre de 2012

y afectó a unos 350,000 estudiantes.

Para leer más de nuestra cobertura sobre huelgas de maestros, visite

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