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WASHINGTON, DC - MARCH 28:  About 200 people hold a candlelight vigil for the victims of Japan's recent earthquake and tsunami in front of the White House March 28, 2011 in Washington, DC. Greenpeace organized more than 150 vigils in cities across the United States to show solidarity with the Japanese people and support for them in the wake of the recent earthquake, tsunami and nuclear disasters.  (Photo by Chip Somodevilla/Getty Images)
Chip Somodevilla / Getty Images
WASHINGTON, DC – MARCH 28: About 200 people hold a candlelight vigil for the victims of Japan’s recent earthquake and tsunami in front of the White House March 28, 2011 in Washington, DC. Greenpeace organized more than 150 vigils in cities across the United States to show solidarity with the Japanese people and support for them in the wake of the recent earthquake, tsunami and nuclear disasters. (Photo by Chip Somodevilla/Getty Images)
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Antes como ahora, si usted había nacido en EEUU y tenía 35 años, entonces cumplía los requisitos básicos para aspirar a la Presidencia del país más poderoso del mundo.

Antes como ahora, si usted además tenía una sólida y congruente plataforma ideológica podría convertirse en un candidato con ciertas posibilidades para ocupar el máximo cargo de la mayor democracia del orbe.

Pero ahora, a diferencia de antes, pareciera que debe contar con cientos de millones de dólares para administrar una campaña que le garantice la suficiente presencia mediática para convertirse en un serio candidato para ganar la Casa Blanca.

Cómo han cambiado los esquemas electorales con la llegada del siglo XXI.

En 2008, Obama no sólo hizo historia al convertirse en el primer afroamericano en ganar la Presidencia de EEUU sino también al protagonizar la contienda electoral más cara de la historia de este país rompiendo los tradicionales esquemas del juego político.

El “agente del cambio”, quien cumplía su primer año como senador federal antes de declarar su candidatura, recaudó la cifra récord de más de 740 millones de dólares en fondos de campaña, de los cuales 500 millones fueron captados gracias al uso inventivo de las redes sociales durante su campaña de 21 meses – y al rechazo de Obama, sin precedente, de disponer de los fondos públicos disponibles para los candidatos a la Presidencia.

Desde que el 44to Presidente de EEUU asumió el poder ha continuado las guerras que heredó en Afganistán e Irak, pero con un plan de retiro de tropas, y sumado otro ataque a un país musulmán al encabezar EEUU el bombardeo en Libia; promulgó la reforma de salud, estableció nuevos límites a los bancos y evitó el colapso económico.

Ahora, de cara a la reelección, Obama afirma que el cambio toma tiempo – y mil millones de dólares, dicen algunos, para la reelección.

Desde que ganó en 2008 ocurrieron otros cambios que cambian el esquema electoral y de recaudación de fondos: el crecimiento exponencial de Facebook de 200 a 500 millones de usuarios, y un reciente fallo de la Corte Suprema que levanta el límite a las contribuciones de campaña por parte de sindicatos y grupos de interés, y el aumento del voto hispano.

Este jueves, Obama tenía programado visitar Chicago para tres eventos para recaudar fondos para su campaña de reelección, que según versiones de prensa tiene como meta recaudar mil millones de dólares.

“Es razonable que él se acerque o que de hecho recaude los mil millones para su campaña”, dijo a HOY el Dr. Alan Gitelson, profesor de ciencias políticas de la Universidad Loyola de Chicago. “Ciertamente este es un ambiente diferente pero los días de fondos públicos para las contiendas presidenciales probablemente ya terminaron, y el equipo de campaña de Obama será bastante agresivo para recaudar fondos”.

Pero hay quienes discrepan.

El Dr. Jaime Rodríguez, catedrático de ciencias políticas de Northwestern, vaticinó que Obama pudiera superar la marca de 740 millones de 2008, pero que el umbral de los mil millones “es demasiado ambicioso en este momento”.

“Dada la actual condición económica y el descontento en torno a la aprobación de presupuesto, Obama enfrenta un enorme obstáculo”, dijo Rodríguez a HOY. “Una enorme cantidad de los fondos que recaudó en 2008 estuvieron ligados a las mismas personas – particularmente votantes independientes – que se han desilusionado con él y que fueron golpeados más duro por la crisis económica”.

En 2008, 3 millones de donantes contribuyeron a un total de 6.5 millones de donaciones en línea para un total de 500 millones de dólares, señalaron en noviembre de 2008 a

The Washington Post

miembros de Triple O, el equipo de la operación digital de Obama.

En contraste, la fórmula republicana John McCain- Sarah Palin recaudó 368 millones de dólares, casi la mitad de Obama.

The

Pos

t reporta que de esos 6.5 millones de donaciones, 6 millones fueron en incrementos de 100 dálares o menos y que la donación promedio vía internet fue de 80 dólares y que el donador promedio dió más de una vez a la campaña de Obama en 2008.

En un histórico septiembre de 2008, el mes de mayor recaudaciones para Obama y a escasos dos meses de las elecciones , recaudó 150 millones de los cuales 100 millones fueron aportados por internet, dijeron sus asesores a

The

Pos

t.

Expertos calificaron la campaña de Obama como una campaña del siglo XXI por el inventivo uso de las redes sociales, mensajes de texto y de correo electrónico.

Tan sólo en Facebook, cerca de 3.2 millones de personas se inscribieron como sus simpatizantes y 5.4 millones de usuarios pulsaron el botón “I Voted” (“Yo voté”) para decirle a sus amigos que habían ejercido su voto, reportó

The Post

.

En aquel primer martes de noviembre de 2008 Facebook tenía 200 millones de usuarios. En abril de 2011 tiene más de 500 millones de usuarios (más de los 308 millones de habitantes de EEUU), de los cuales 19.2 millones se han identificado como amigos de Obama, de acuerdo con su portal de campaña de reelección.

Republicanos y donativos

Paralelamente, del bando republicano Mitt Romney y Tim Pawlenty, ex gobernadores de Massachussets y de Minnesotta respectivamente, anunciaron sendos comités de exploración que les permitiría recaudar fondos.

“Los gobernadores por lo general tienen una base sólida por dónde empezar; ellos administran el estado, ellos administran problemas”, dijo el estratega político Scott McPherson a

Chicago Public Radio

.

George W. Bush (2001-2009) y Ronald Reagan (1981-1989) son casos recientes de gobernadores, de Texas y California respectivamente, que posteriormente ocuparon la Presidencia.

“Ellos (los gobernadores) están mas que probados y por lo general pueden recaudar una buena cantidad de dinero”, agregó McPherson.

Sobre todo en un momento en que el juego electoral para 2012 ha sido cambiado por un factor fundamental: la eliminación del límite a las contribuciones para campañas políticas de parte de sindicatos y grupos de interés gracias al reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia en el caso de Citizens United vs. la Comisión Federal de Elecciones.

“El candidato republicano… quien sea, también podrá recaudar grandes cantidades de dinero. El reciente caso de la Corte Suprema, Citizens United, facilitará el proceso”, dijo a HOY Gitelson.

Eso sería bienvenido por el millonario Donald Trump, que coquetea con la Presidencia y quien donó dinero a la campaña a la alcaldía de Chicago de Rahm Emanuel, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca de Obama.

Una reciente encuesta de CNN hallo que otro ex gobernador, Mike Huckabee, de Arkansas, está empatado con el millonario Donald Trump para ser el candidato repubicano a las Presidenciales de 2012.

“Yo no creo que podamos tomar la candidatura de Trump demasiado en serio”, dijo Gitelson a HOY.

“Su alto rango (en las encuestas) en este momento esta más estrechamente asociado a que su nombre es famoso por su programa de televison (el reality “Celebrity Apprentice”) y en mucho menor medida a la idea de que el consiga un gran apoyo de los republicanos y menos del publico en general”.

Al igual que Trump, la ex gobernadora de Alaska, Palin, ha tenido su propio reality show “Sarah Palin’s Alaska”, que algunos dicen es sólo una campana mediática de cara a una eventual postulación a la Presidencia en 2012.

“Ellos aportan el reconocimiento de un nombre, pero no aportan una amplia base apoyo en otras areas”, McPherson a

Chicago Public Radio

.

El voto latino

Otro factor a tomar en cuenta es el aumento de la población que este año llegó a 50 millones en EEUU y cuyo creciente influencia política va creciendo de a poco. En 2008 el voto latino favoreció a Obama: el 67% de los 10 millones de latinos votaron por él, según datos del Pew Hispanic Center.

Luego de dos años de la prometida reforma migratoria, de la “muerte” del Dream Act, de deportaciones récord, y de nominar nominado a la primera jueza latina a la Corte Suprema de EEUU, el apoyo latino se ha puesto tibio Obama de cara a 2012. La más reciente encuesta de

Latino Decisions

señala que el 73% de los hispanos aprueba la labor de Obama. Igualmente, sólo el 41% de los votantes latinos dicen que no está seguro de votar por él, agrega

la encuesta

.

Según el Pew, cada año 500 mil votantes latinos nuevos se suman al padrón electoral, lo que significa que en 2012 la cifra puede llegar a 12 millones de electores.

En cuanto a partidos, la encuesta Latino Decisions halló que el 52% de los votantes hispanos dicen que los demócratas están haciendo una buena labor de llegar a esta comunidad — más del doble (21%)que piensa lo mismo del Partido Republicano.

“Eso es mucho menos que durante el primer mandato de (George W.) Bush”, dijo a HOY Matt Barreto, director de la encuesta. “Los repubicanos están en muchos problemas en este momento”.

El politólogo considera que esto se debe a un problema de imagen ante lo cual los republicanos deben hacer dos cosas:

“Primero necesitan cambiar el mensaje, necesitan dejar de atacar a los inmigrantes (indocumentados); segundo, necesitan tener un mensaje de unidad. Como Jeb Bush y (Newt) Gingrich que han dicho, ‘Hey, necesitamos llegarle a los latinos”, explicó Barreto a HOY.

“Al mismo tiempo tenemos a políticos republicanos en Arizona, por ejemplo, que dicen cosas negativas sobre los inmigrantes”, prosiguió Barreto. “Mientras no tengan una misma voz, los inmigrantes no los van a tomar en cuenta. Tienen una imagen muy negativa”.

Cambiar esa imagen llevaría tiempo – posiblemente más de los 20 meses de la segunda campaña de Obama, pero lo que difícilmente cambiará son las recaudaciones masivas de las contiendas presidenciales.