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Alejandro Cano/Colaborador

Todos los días, Sandra Calderón, residente de Fontana, viaja a la ciudad de La Puente, en el condado de Los Ángeles, donde funge como maestra de una escuela primaria.

Herón Bastida, residente de Rancho Cucamonga, trabaja en una compañía de bienes raíces y como tal, visita varias ciudades en la región de Inland Empire, la cual está conformada por los condados de San Bernardino y Riverside.

Por su parte Ismael Briones, residente de Pomona, se transporta a su labor cotidiana a la ciudad de Redlands, ubicada a unas 40 millas de distancia, donde labora en un centro de distribución.

Después de uno trabajar en un salón de clases sobrepoblado debido a los recortes presupuestales, otro lidiar con clientes difíciles y el tercero de cargar y descargar productos de camiones, Calderón, Bastida y Briones enfrentan un verdadero martirio: la congestión vehicular.

Y es que pese a los esfuerzos gubernamentales, el problema parece no dar tregua debido al aumento de la población de esta región durante la última década, de acuerdo con las autoridades.

Según la Oficina del Censo, la región recibió a más de 970,000 nuevos residentes en los últimos diez años, colocándola así entre las más pobladas de California.

Para intentar buscar soluciones que alivien el congestionamiento vehicular, el congresista Joe Baca organizó recientemente una cumbre en la ciudad de San Bernardino, en la que se congregaron autoridades locales, estatales y federales.

Según Baca, el plan de recuperación económica firmado por el presidente Barack Obama en 2009 ha ofrecido más de 226 millones de dólares a la región, los cuales han sido destinados a proyectos de construcción de puentes, ensanchamientos de autopistas, puentes a desnivel, reparación de vías ferroviarias, y pavimentación de calles y carreteras, entre otros. Aun así, “hace falta más”, comentó Baca.

“Existe dinero federal para solventar gastos de proyectos que nos ayudarían en la zona, es solo cuestión de solicitarlos. Resolver el problema es trabajo de todos, sin importar el partido ni ideas políticas. Si no trabajamos unidos, nuestra gente continuará llegando tarde al trabajo, lo que representa pérdida de dinero, y continuará sufriendo los estragos del excesivo trafico”, dijo Baca.

Según Deborah Barmack, directora ejecutiva de los Gobiernos Asociados del Condado de San Bernardino (SANBAG), los puertos de Los Ángeles y Long Beach reciben 15 millones de contenedores anualmente, de los cuales muchos son transportados al resto del país a través de Inland Empire.

La región, dijo Barmack, cuenta con la mayor concentración de centros de distribución en el estado, el cual está catalogado como la octava potencia económical mundial.

“Miles de camiones transitan por nuestras autopistas todos los días, lo que requiere de una infraestructura de primer nivel. Esto ocasiona graves problemas a los residentes. Además de congestión vehicular, los residentes encaran problemas de salud. Según datos recientes, se han reportado más de 5,000 muertes prematuras ocasionadas por la contaminación. Por cierto, la región ha sido catalogada como la más contaminada en la nación”, dijo Barmack.

La experta aseguró que los fondos federales podrían dar inicio a decenas de proyectos de construcción, lo que a su vez pondría a decenas de miles de personas a trabajar. Tan solo en el Condado de San Bernardino, el índice de desempleo fue de 14.9% en enero de este año.

Entre esos proyectos se encuentra el sbX, un sistema de transportación pública que conectará a la Universidad Estatal de California, en San Bernardino (CSUSB), y la ciudad de Loma Linda, beneficiando a cientos de miles de residentes, muchos de ellos son estudiantes.

Pocos fondos

Según Raymond Wolfe, director del Distrito 8 del Departamento del Transporte de California (Caltrans), uno de los problemas que alimenta al fenómeno es que la nación no destina los suficientes fondos económicos para el transporte.

Wolfe indicó que Estados Unidos destina el 2.5% del total del producto interior bruto al sistema de transporte, relativamente bajo comparado con India, Europa y China, los cuales destinan el 4.6%, 5% y 9%, respectivamente.

“Sencillamente no es suficiente. No se trata de aprobar nuevas leyes, se trata de modificar el sistema para enfrentar un futuro no muy lejano. Existen maneras de solucionar el problema pero sin fondos económicos es imposible”, comentó Wolfe.

Otros de los problemas es el tiempo excesivo que toma implementar un diseño, añadió Matt Schmitz, asistente del administrador de la Administración Federal de Carreteras. Según Schmitz, en el estado de Utah los proyectos de construcción toman menos de la mitad del tiempo que en California. Eso se debe a que Utah implementa un programa de construcción alterna lo que permite el ensamble de piezas de puentes lo que a su vez disminuye el tiempo de construcción.

Denix Anbiah, jefe de división local de Caltrans, y Charlene Lee Lorenzo, especialista del programa de transportación de la Administración Federal de Transporte (FTA), concordaron en que un gran problema para reducir la problemática es que los fondos federales llegan muy frecuentemente con condiciones y restricciones.

Aun así, las autoridades invitaron a las municipalidades a solicitar los fondos estatales y al estado a solicitar los fondos federales que permitieran a las autoridades locales implementar proyectos que no solo aliviarían el tráfico sino que también incrementarían el nivel de salud.

También sugirieron al congresista Baca que continuara ejerciendo presión al gobierno para obtener los fondos necesarios en la región.