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Aecio Neves, candidato presidencial brasileño del Partido Socialdemócrata. YASUYOSHI CHIBA/GETTY
YASUYOSHI CHIBA / AFP/Getty Images
Aecio Neves, candidato presidencial brasileño del Partido Socialdemócrata. YASUYOSHI CHIBA/GETTY
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S O PAULO –

Le sonríen los mercados, los famosos, su atractiva esposa y también las últimas encuestas, que sugieren que el candidato socialdemócrata Aecio Neves podría pasar a un balotaje en las elecciones del próximo domingo en Brasil.

Senador, ex gobernador, ex diputado y nieto de un ex presidente brasileño, Neves, de 54 años, cumple los requisitos del manual para ser presidente. Llegó a estar segundo en la carrera presidencial para los comicios del 5 de octubre, con posibilidades de alcanzar un balotaje frente a la presidenta Dilma Rousseff.

Pero la inesperada irrupción en la campaña de la ecologista Marina Silva a mediados de agosto lo relegó al tercer puesto, hasta el jueves. Ahora, por primera vez, una encuesta Datafolha le muestra en empate técnico con Silva, y abre la perspectiva de que pase a una segunda vuelta frente a Rousseff el 26 de octubre, en lugar de la ecologista.

Economista y miembro del Partido Socialdemócrata (PSDB, centro-izquierda) del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), tiene una carrera política exitosa: fue dos veces gobernador del estado de Minas Gerais y dejó el cargo con altísima popularidad.

Tiene fama de ser un hombre encantador y fiestero que visita con frecuencia el barrio de Leblon, uno de los más ricos de Río.

De revista

Nació el 10 de marzo de 1960 y está casado con una exmodelo con la que tuvo mellizos en junio. Tiene también una hija de 23 años de un matrimonio anterior, Gabriela.

Revistas del corazón siguen sus pasos y publican fotos en las que siempre aparece sonriente.

Hace poco, los medios brasileños se hicieron eco de una reunión que el candidato tuvo en Sao Paulo con un grupo de mujeres, muchas de ellas de la alta sociedad paulista.

“En la platea de ese encuentro había muchas ‘socialités'”, apuntó el diario Folha de Sao Paulo.

Rubia, alta y delgada, su esposa Leticia Weber tiene 34 años y asegura que su marido es encantador. “Él sonríe con los ojos y tiene una expresión muy bonita”, dice en un video de campaña.

Famosos como el exastro del fútbol Ronaldo apoyan su candidatura.

Pero para analistas, le falta algo para conquistar a las masas: “El PSDB es visto como un partido de poca sensibilidad social”, dijo Marco Antonio Teixeira, profesor de ciencias políticas de la Fundación Getulio Vargas.

Aecio dio sus primeros pasos en la política junto a su abuelo Tancredo Neves, en la campaña de éste a gobernador de Minas Gerais en 1981.

Brasil estaba saliendo de la dictadura militar (1964-1985) y Tancredo siempre formó parte de las filas opositoras. Fue electo presidente en 1985 por vía indirecta, pero falleció antes de asumir el cargo.

Foco económico

Aecio Neves centra su campaña en el pobre crecimiento de la economía brasileña, que registra ya su cuarto año de expansión moderada y una inflación al alza, y en una crítica frontal al gobierno por casos de corrupción.

Acusa al gobierno de Rousseff, así como al de su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), de “ahuyentar” a los inversionistas y “demonizar” las alianzas entre capitales privados y públicos.

El candidato cuestiona al gobierno por el ‘mensalao’, un esquema de compra de votos políticos durante el gobierno de Lula, y por los escándalos de corrupción que han estallado en la estatal Petrobras, la principal empresa brasileña.

Desde el retorno de la democracia en Brasil, el PSDB es el rival histórico del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) de Rousseff, en el poder desde hace 12 años.

A diferencia de Rousseff, Neves defiende la autonomía del Banco Central y ha dicho que, en caso de ser elegido, nombraría como ministro de Hacienda a Arminio Fraga, presidente del Banco Central durante el gobierno de Cardoso.

Neves cuestiona también las “incoherencias” de la ex ministra Marina Silva, que entró en la carrera presidencial tras la muerte del candidato inicial del Partido Socialista, Eduardo Campos.

Y, cada vez que puede, destaca su experiencia como gobernador de Minas Gerais, el segundo estado más poblado de Brasil, y la alta popularidad que ahí cosechó.

-Este artículo fue escrito por Natalia Ramos