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Entre los reclutados se encuentran Cuauhtémoc Blanco, quien es candidato a la alcaldía de Cuernavaca, Morelos, por el Partido Social Demócrata (PSD). AP
Tony Rivera / AP
Entre los reclutados se encuentran Cuauhtémoc Blanco, quien es candidato a la alcaldía de Cuernavaca, Morelos, por el Partido Social Demócrata (PSD). AP
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MÉXICO- La utilización de figuras públicas como candidatos a puestos de elección popular es el “nuevo producto” que los partidos políticos mexicanos ofrecen para atraer votos, estimó Samuel Martínez, académico de la Universidad Iberoamericana (UIA).

Deportistas, la mayoría en retiro o cerca del mismo, y actores mexicanos han sido llamados por las agrupaciones políticas para cambiar de cancha o escenario y contender por puestos públicos en los comicios del próximo 7 de junio, los más grandes en la historia del país.

Más de 83 millones de mexicanos están llamados a votar ese día para elegir a 500 diputados federales, los gobernadores de nueve estados, 600 legisladores locales, 871 alcaldes y 16 jefes delegacionales del Distrito Federal

“En los últimos años vivimos una crisis de representación y ésta se ha generado por la falta de credibilidad. Los ciudadanos, cada vez más informados, desconfían cada vez más de los políticos, burócratas y gobernantes”, dijo Martínez.

Para el catedrático, los partidos “buscan ganar votos y una manera fácil de hacerlo es invitando a personajes de la vida pública como deportistas, actores, conductores de televisión y cómicos”.

Señaló que en México el político, como personaje, “está muy desacreditado y ha entrado en crisis desde hace años”, lo que atribuyó a la “débil democracia y al uso patrimonialista que los políticos hacen de los recursos públicos”.

“Los ciudadanos no toleran la corrupción ni la impunidad y se indignan; entonces los partidos llaman a gente fuera del sistema político, gente ‘nueva’ con capital social y cierto prestigio para meterlos a la política, aunque sea temporalmente”, abundó.

Martínez recordó que la mayoría de los personajes “no son profesionales de la política y en el actual mercado electoral” se les considera “como un producto, como un imán” para atraer votos.

“Estas personas no saben o saben muy poco de política y, al llegar a los cargos públicos, ese desconocimiento sobre gobierno y asuntos públicos los lleva ser títeres de otros”, advirtió.

Están encabezados por el futbolista Cuauhtémoc Blanco, candidato a la alcaldía de Cuernavaca, Morelos, por el Partido Social Demócrata (PSD), y el exfutbolista Daniel Osorno, aspirante a alcalde de El Salto, Jalisco, por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

También están la exfutbolista Iris Mora, quien busca ser diputada federal por el PRD en Cancún, Quintana Roo, y la futbolista Maribel Domínguez, suplente de la candidata a diputada Roxana Montealegre en un distrito del estado de Hidalgo por el PAN.

Figuran igualmente el dueño del equipo de fútbol Veracruz, Fidel Kuri, candidato a diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y los boxeadores José Luis Castillo, aspirante del mismo partido a diputado por un distrito de Sonora, y Jackie Nava, candidata a diputada del PAN por una circunscripción de Baja California.

Martínez, miembro de la Red de Investigadores sobre deporte, mencionó que son contados los deportistas que cuentan con preparación académica y, aunque la tengan, eso no garantiza que sepan ejercer un cargo público. Por ello, estimó, arriesgan su prestigio al “meterse a una cancha que no es lo suya”.

Subrayó que el trabajo de la mayoría de los exdeportistas que se han metido a la política “ha dejado mucho que desear y en la mayoría de las ocasiones han tenido problemas de corrupción y faltas éticas, debido al uso discrecional de recursos públicos”.

El catedrático consideró la aparición de estos personajes en las elecciones es “probable que persista” ya que tras su carrera deportiva “buscan fuentes de ingresos”.

Otros personajes son la actriz Carmen Salinas y el actor Alejandro Camacho, candidatos a diputaciones plurinominales por el PRI y el Partido Encuentro Social, respectivamente.

“Si fueran honestos tendrían que hacerse a un lado, pero en el fondo lo que están buscando, al igual que los políticos que los convencieron, es dinero y eso habla muy mal de ellos”, puntualizó Martínez.