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Por Paloma Villanueva

MÉXICO_ Fomentar la autoestima en los niños y educarlos con buenos tratos es como darles un escudo que puede protegerlos de la violencia sexual, sostienen especialistas en prevención de abuso infantil.

Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (ADIVAC), destaca que un niño con baja autoestima es más vulnerable ante un agresor que manifiesta gran interés por él.

“Los violadores se dan cuenta de qué niños son los que están un poco abandonados, disminuidos, solitos, y, entonces, ellos se acercan de una manera muy seductora, les regalan dulces, juegan con ellos, y el niño o la niña piensa: ‘Para esta persona sí soy importante’, y se van con el agresor”, explica.

Por eso, Martínez recomienda pasar el mayor tiempo posible con los hijos, preguntarles sus opiniones y valorar sus capacidades.

“Lo que nosotros les recomendamos a los papás es que ayuden a sus hijos a valorarse a sí mismos, y que no les exijan cosas que no pueden hacer, porque eso los lleva sentirse disminuidos. Que hagan la tarea con ellos y aprovechen para decirles que son muy importantes, que son diferentes a otros niños y que todos tienen sus propios talentos”, aconseja.

Rosario Alfaro, directora de Guardianes, organización dedicada a prevenir el maltrato y abuso sexual infantil, agrega que un niño con una autoestima sólida busca menos gratificaciones afectivas fuera de su entorno seguro.

“Los niños con problemas de autoestima están más deseosos de muestras de afecto; entonces, llegan a aceptar caricias, abrazos o besos, aunque los hagan sentir incómodos, con tal de tener algún tipo de atención y aprecio”, explica.

En contraste, un niño que se siente valioso y escuchado por sus padres guardará menos secretos y podrá hablar con ellos si le pasa algo que le provoque vergüenza, confusión o incomodidad.

Para favorecer ese ambiente de confianza, Alfaro destaca la importancia de educar con buenos tratos, sin golpes y sin violencia de ningún tipo.

“Los niños, por su grado de madurez y porque físicamente están en desventaja frente a un adulto, siempre están vulnerables ante un abuso; lo que nosotros debemos hacer es evitar que se perpetúe. Hay que decir que el abuso sexual infantil generalmente sucede al interior de la familia y no ocurre una sola vez, por eso es importante que el niño viva en un entorno libre de golpes e insultos, un entorno en el que pueda refugiarse y hablar sobre lo que le pasa”, destaca.

De acuerdo con datos de ADIVAC, en 95 por ciento de los casos de violencia sexual infantil, el agresor es el padre, padrastro, abuelo, tío o padrino del menor, de ahí la importancia de que los papás le crean al niño si acusa a alguien de la familia de haberlo tocado o haberlo hecho sentir incómodo.

“Y es importante que usen los nombres correctos de los genitales porque hay que explicarles abiertamente que nadie puede tocar su pene, sus testículos, su vulva o su vagina y tampoco sus nalgas o sus senos”, refiere Alfaro.