Cientos de fanáticos filipinos del boxeo intentaban sin éxito gritar más fuerte que sus rivales mexicanos durante el pesaje para la pelea de peso welter y cuarto combate entre Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez del sábado.
Los gritos de “Manny, Manny” fueron contestados con llamados incluso más bulliciosos de “Márquez, Márquez” del público mexicano que superaba los números de los filipinos, alzando banderas mexicanas entre una multitud de unas 5.000 personas que lograron entrar al MGM Grand Garden Arena.
“Estoy encantado de honrar a mi país en el boxeo”, dijo Pacquiao de 33-años de edad, a la multitud.
Pacquiao, 54-4-2 con 38 nocauts, pesó el límite de la división 147 libras, mientras que Márquez, 54-6-1 con 39 nocauts, llego a las 143 libras.
Un gran número de seguidores de Pacquiao se dieron cita para la ceremonia de pesaje viajando desde las Filipinas y otras partes de los Estados Unidos.
Pero la mayoría del público apoyaba a Márquez, quien subió a las escala primero y aun que solo vestía ropa interior, el boxeador mexicano aun así peso cuatro libras por debajo del límite de la pelea no titular.
“Va a ser una guerra”, dijo Márquez a la multitud.
Pacquiao subió a la escala e hizo un par de poses mostrando su físico, a lo que sus fans aplaudieron mientras los partidarios de Márquez abucheaban.
“Esta pelea está dedicada a los fans”, dijo Pacquiao, quien agregó que iba a tratar de estar más enfocado el sábado.
Pacquiao, quien está ansioso por redimirse después de sufrir una derrota en su pelea más reciente contra Tim Bradley, está cansado de que Márquez culpe a los jueces por su fracaso en las últimas tres peleas.
Márquez afirma que él ganó las tres peleas – aunque dos fueron otorgadas por los jueces a favor de Pacquiao y una terminó en un empate.
“Es muy importante mostrar a la gente quién es el mejor hombre”, dijo Márquez.
Los boxeadores fueron acompañados en el podio por el ex campeón de peso pesado Mike Tyson, el promotor Bob Arum y sus entrenadores, Freddie Roach con Pacquiao y Nacho Beristain con Márquez.
