, el médico acusado de matar al cantante
de una sobredosis, fue sentenciado a cuatro años de prisión este martes.
Murray fue sentenciado por el juez Michael Pastor, quien en varias ocasiones le dijo que
“violó la confianza” del cantante
mientras lo atendía.
“Murray creo una serie de circunstancias en las que se involucró en un ciclo de medicina horrenda”, dijo el juez, quien añadió que “a cambio de dinero, fama, prestigio y quién sabe qué más”, desobedeció su juramento de servicio.
La
dijo al juez que ellos no buscan venganza, pero que querían
contra el médico para que
a otros oportunistas.
Murray fue
encontrado culpable de homicidio involuntario
tras un juicio que duró seis semanas y en el que se detallaron las últimas horas de Jackson. Murray sedaba al “Rey del Pop” con anestesia quirúrgica para combatir un problema crónico de insomnio.
Ed Chernoff, abogado defensor, resaltó los logros de Murray.
“Me pregunto, sin embargo, hasta qué punto la corte va a considerar el libro entero de la vida de este hombre, en comparación con un capítulo”, dijo Chernoff al juez.
Jackson murió en junio de 2009 en un hecho que conmocionó al mundo entero. La investigación de su muerte condujo a la presentación de cargos en contra de Murray en febrero del año siguiente.
En declaraciones a los detectives, Murray dijo que suministraba propofol al cantante para ayudarlo a dormir en momentos en que se preparaba para una nueva gira.
La anestesia es de carácter quirúrgico y nunca ha sido aprobada para desórdenes del sueño. Murray reconoció que suministró propofol a Jackson y luego se fue de su habitación el día de la muerte del cantante.
Durante el juicio, la defensa argumentó que Jackson se habría autosuministrado la dosis fatal del sedante cuando Murray salió de la habitación.
El médico no testificó durante su juicio, pero aceptó participar en un documental en el cual dijo que no se consideraba culpable de ningún crimen e incluso culpó a Jackson por engañarlo para administrarle propofol.
Además de la sentencia de cuatro años, la fiscalía quería que el médico pagara restitución de daños a Prince, Paris y Blanket, hijos del cantante.
Algo que, según experto, es difícil, ya que Murray se encontraba en problemas financieros antes de trabajar como médico personal de Jackson, quien lo contrató por $150,000 al mes, pero el cantante murió antes de que Murray recibiera cualquier pago.
La fiscalía añadió que la relación entre ambos fue de corrupción bajo acuerdo y que Murray actuó meramente como un empleado de Jackson a quien cumplía sus deseos cuando le solicitaba le administrara el propofol.
