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El delantero de River Plate, Fernando Cavenaghi, celebra tras derrotar a Boca Juniors en las semifinales de la Copa Sudamericana. Getty
JUAN MABROMATA / AFP/Getty Images
El delantero de River Plate, Fernando Cavenaghi, celebra tras derrotar a Boca Juniors en las semifinales de la Copa Sudamericana. Getty
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ARGENTINA – Aquella copa, inventada para clubes de segunda plano de sus respectivas ligas, entra en fase de definición con dos equipos ricos en historia futbolera. Con planteles sólidos, rodeados de estrellas internacionales, Atlético Nacional y River Plate se ponen a punto para la gran final, cuyo partido de ida se disputa este miércoles 3 de diciembre en Medellín.

La CONMEBOL esta feliz. La repercusión que tuvo y que va a tener la gran definición de la Copa Sudamérica en los medios es grandiosa. La organización deportiva con sede en Luque, Paraguay, logró que este certamen escale posiciones en el continente y se ponga cabeza a cabeza con la prestigiosa Libertadores.

A modo de diferenciarse de la Libertadores se sacó las fases de grupos, reemplazándolas por eliminaciones directas. Primero entre clubes de la misma liga como sucede con los países que tienen mayor cupo, Argentina (6) y Brasil (8), que arrancan en segunda ronda. El resto reciben cuatro plazas y dan inicio semanas antes. Una manera de captar un nuevo público con una idea innovadora para agilizar la competencia.

Este 2014 los cruces le salieron muy favorables para la organización. Lograron que en semifinales se desarrollara el clásico Boca-River y se enfrentaran por el otro lado, San Pablo y At. Nacional, dos equipos con fuerte respaldo de público.

Miremos el ‘superclásico’ argentino que reúne y paraliza un país. Primero jugaron en la Bombonera en un empate sin goles, aburridísimo. Sin embargo, la previa fue una fiesta que reunió en las tribunas a 50 mil personas.

En la vuelta, el Monumental, sede de la final de la Copa del Mundo de 1978, explotó con 75 mil almas que disfrutaron el triunfo mínimo y el pasaporte a la final. En total, estimativo, 125 mil personas en una semifinal.

En la otra tenemos 45 mil personas en el Atanasio Girardot de Medellín y 50 mil en el Morumbi. Casi 100 mil que se sumarán a las 125 del clásico argentino para un total de 225 mil personas.

Miremos la edición anterior. Ponte Petra y San Pablo reunieron a 60 mil almas en un duelo entre brasileros. En la otra, Lanus de Argentina y Libertad de Paraguay reunieron 45 mil. Un total de 105 mil. Ni siquiera la mitad, en comparación a las actuales semifinales.

Esto provoca un crecimiento en la CONMEBOL como parte organizativa en su instrumento mercantil. Además, el interés de los clubes en la resarcisión económica. En la primera ronda se entregan 150 mil dólares; en octavos 225 mil; en cuartos 300 mil y en semifinales 360 mil dólares. El campeón de la Sudamericana recibirá un millón 200 mil dólares y el subcampeón 550 mil.

Piensen en River que debe 500 millones de pesos a la AFA, lo bien que cae este dinero a la institución. Todo mecanismo sirve para ir saldando la deuda, sin ir más lejos el ‘superclásico’ que se jugó en Cancún bajo la organización de Guillermo Tofoni es uno de los tantos que vendrán en el futuro en México y en el resto del mundo.

Si la cierta importancia brindada por los clubes en conquistar este torneo iniciado en 2002 es tan grande, ¿podrá estar a la altura de una Libertadores?. O más bien, ¿se convertirá la Sudamericana en la copa preferida por los clubes de la CONMEBOL?

Tanto River como Atlético Nacional pondrán lo mejor en cancha. Y es que ambos equipos tienen puntos altos en sus tácticas de juego. Los argentinos intentarán hacer el juego bonito desplegado en el último semestre bajo la capacidad goleadora del colombiano Teófilo Gutiérrez y del uruguayo Rodrigo Mora. En tanto los ‘verdolagas’ apuestan al funcionamiento utilizado en gran parte de la copa con cuatro en el fondo y un mediocampo veloz con Bocanegra, Murillo, Mejía y Cardona.

Dos equipos que prometen guerra, primero en Medellín y luego en Buenos Aires. Una fiesta antes de Navidad y un nuevo campeón para una Copa que crece año tras año y se consolida como la favorita de los clubes sudamericanos.

Final Copa Sudamericana

At. Nacional (COL) vs. River Plate (ARG)

Ida:

Miércoles 3 de diciembre en Medellín, Colombia.

Vuelta: Miércoles 10 de diciembre en Buenos Aires, Argentina